Mis fantasías

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-Rin!

El pelirrosa volteó al reconocer quién lo llamaba. El chico de ojos azules corría hacia él sin detenerse. Cuando llegó a su lado simplemente lo abrazó con todas sus fuerzas.

-Quédate aquí, quédate conmigo. -dijo el pelinegro sin soltarlo, todo lo contrario, lo abrazó más fuerte.

-Haru... -el ojirrosa correspondió el abrazo con la misma fuerza.

Se separaron un poco para poder verse. Acercaron sus rostros mutuamente, acercando cada vez más sus labios.

-rin... Rin... Rin!

Y de repente despertó de un salto. Los tres chicos lo rodeaban, el estaba en el suelo.

-Agh, qué pasó? -preguntó el de cabello rosa mientras se sobaba la parte trasera de su cabeza, sentándose en el suelo.

-Te desmayaste cuando te miré. -respondió con indiferencia el de ojos azul mar.

-Desmayarme cuando... me miraste? -el chico empezó a recordar lo que pasó unos minutos atrás.

-FLASHBACK-

Los contrarios salieron de la piscina lentamente. El pelirrosa ya se había quitado tanto las gafas como el gorro de natación, mientras que el ojiazul se los quitó una vez fuera de la piscina.
El rubio corrió hacia su amigo y paró justo a tiempo para no tirarlos a ambos a la piscina.

-Estuviste genial! -exclamó el más bajo de todos.

-Cuál es el tiempo? -preguntó el ojirrosa.

-Tres minutos y 40 segundos -respondió mirando su cronómetro el ojiverde-. Haru te volvió a ganar.

Una vez dijo esto, el mencionado miró a los ojos al ojirrojo, quien, tras sonrojarse notoriamente, se desmayó.

-FIN DEL FLASHBACK-

-Oh... -comentó éste- ya recuerdo...

-Te encuentras bien? Fue un buen golpe. -preguntó el chico de ojos violetas algo preocupado.

-Estoy bien, no ha sido nada. -contestó el de cabello rosado sonriendo.

Una mano se extendió hacia él. El chico de ojos del color del mar le ofrecía su ayuda para poder levantarse, ayuda que fue aceptada por el chico en el suelo.

-Se hizo tarde -comentó el castaño-, deberíamos volver ya, Haru.

Todos voltearon a ver la ventana, efectivamente, era casi de noche. Los tres chicos se secaron y vistieron mientras que su "anfitrión" los observaba, aunque más bien observaba al azabache con un leve tono rosado en sus mejillas.

-Nos vamos -dijo el de ojos azules, sacando de su mundo al pelirrosa-. Mañana desempate?

El de ojos rojos rió levemente- Desempate? Me ganaste por mucho, Haru.

-Pero sé que tú no aceptarías una derrota tan fácilmente, cierto? -comentó el otro chico.

Su compañero sólo lo miró a los ojos y asintió quedamente con la cabeza. El ojiazul extendió nuevamente su mano, esta vez para que él la estrechara.

-Hasta mañana, Rin.

-Hasta mañana... Haru...

Después de despedirse, salieron del internado. El pelirrosa los miró marcharse, luego fue a su habitación, completamente desnudo, se dejó caer en su cama. Extendió una mano, como si quisiera tocar el techo con ésta.

-Haru... -suspiró- creo que nunca podré tenerte, tendré que conformarme con mis fantasías...

Bajó su mano hasta que ésta estuvo sobre su cama y se durmió casi al instante, sin parar de pensar en el chico de ojos color mar.

Mi Mayor DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora