- Zachary Amsel - gritó Michael, separándonos.
Veía a Michael correr hacia nosotros y jalar a Zachary a unos metros lejos de mí. Veía a Michael regañándole a Zachary porque me besó. Y Zachary solo dijo: " Fue un impulso."
Se alejaron más de mí, hasta que solo llegué a comprender algunas palabras. Zachary decía que yo era especial. Michael solo decía que no me rompa el corazón. Que si lo hacia el mismo le rompería la cara. Zachary bajó la cabeza y dijo algo que no llegué a escuchar.
Dejé de escuchar, bajé la cabeza y pensé. Y llegué a la conclusión de que estaba mal. Empezando porque él era Zachary, un tipo misterioso y popular por serlo; yo era Libba, una chica de la que nadie sabe. No encajaba. Zachary era Cuatro pero yo no era su Tris. Yo era Hermione pero él no era mi Ron. Y vamos, no vivo en una estúpida novela romantica.
- Libba Gutierrez.- dijo Zachary alzando mi barbilla.
- Ejem - tosió Michael.
- Libba Gutierrez, yo... - dijo Zachary- Sé que es muy pronto. Y acepto que no quieras. O si quieres te doy tiempo para pensar. Lo que quieras. Pero no sé como decirte esto. - volteó a mirar a Michael.
Michael bufó y sacudió su cabeza.
- Tienes que decircelo tú.- se limitó a decir.
Yo no comprendía nada y empecé a mirar a Zachary, a ver si su cara me daba algún idea de lo que pasaba.
- Libba Gutierrez, hoy, es el último día del año. -Empezó.- Y sí ya no es tu graduación. Ya estás en mi universidad. Te conozco desde que estas en la escuela y puede que no me creas pero lo recuerdo muy bien. Eras la única que escuchaba lo que decían las chicas, no sé si lo comprendiste. Te comías las uñas y acomodabas tu cabello ocasionalmente. Aunque eso ya no importa, la verdad. Pero ahora, y no sé si es legal. Espero que lo sea. Pero igual no me importaría. En fin; lo que quiero decir es que quiero que seas mi novia, Libba Gutierrez. ¿Aceptas?
-Enamorada.- corregí por impulso.- Novia es para casarse.
-¿Quien dice que no?.- preguntó Zachary.- Algún día. Sí aceptas.
Y me quedé muda, caí en la cuenta de que todo era real. Empezé a morderme el labio y esperando a que sangre porque empezaba a escocer. No podía estar pasando. Miré a Michael como si me fuera a decir que hacer y él solo nos miraba. Me encontré con su mirada y no sé si notó mi miedo. Espero que sí.
Pensé en lo que leí en los libros.
En las canciones de corazones rotos.
Pensé en lo pasó con mamá de joven.
Pensé en las historias que me contaba Camila de sus exs.
Mordí mi labio con más fuerza.
Pensé en la mayoría de chicas de mi escuela y lo que escuché.
Mi labio empezó a sangrar.
El amor es malo.
Apreté mis nudillos.
Y yo no quiero sufrir.
-Perdóname, Zachary.- atiné a decir.
Y me fui corriendo por el miedo. Escuché a Zachary gritando mi nombre y yo corria mas rápido. Llegué a la carretera y tomé un taxi. Subí, mojando los asientos, y ya no eran solo los gritos de Zachary los que escuchaba, sino también los de Michael. Cerré la puerta y escuché a alguien golpeando los vidrios de la ventana.
-¡ Rápido, vámonos!.- grité con un nudo en la garganta.
El señor taxista me hizo caso. Vi a Zachary en medio de la autopista con la cabeza apoyada en el hombro de Michael.
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10 ventajas de ser callada.
Teen FictionLibba sabe que con sus problemas no puede hacer nada. Y que mortificarse por eso sería en vano. Decide ver el lado positivo y escribe 10 ventajas de ser callada. Pero, ¿Qué pasaría si alguien las lee? Más específicos. ¿Qué pasaría si él las lee?