Capítulo 31 Algo Le Pasa A Sergey

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Por: mel_katina

-¿Ya te sientes mejor, mi amor?- Preguntó Yulia a su pelirroja mientras se vestían para ir al colegio. La noche pasada, Lena casi ni le habló a Yulia, se la había pasado acostada pensando y llorando de vez en cuando.
-Si Yul- Dijo Lena de mucho mejor humor -Perdona que no te haya hecho mucho caso ayer, pero es…
-No tienes que disculparte- Dijo Yulia amarrándose la corbatita -Te comprendo
Lena sonrió, esa chica sí que la amaba.

Los siguientes días en la escuela fueron mejorando conforme pasaron. Las chicas recibían el apoyo de Kyle, Iván, Jeff, Rick (Iván y Jeff se lo tomaron de maravilla) y, los más importantes, sus padres. Lena poco a poco se fue acostumbrando a no andar con el grupito de las populares, y hasta se sentía mejor al no ser cómplice de las malas jugadas de sus amigas, de los comentarios groseros, de las pijamadas convenencieras… Los amigos de Lena eran muy buena onda, eran todo lo contrario a las chicas q se hacían llamar sus amigas.

Claro que no era como estar con ellas, la única mujer allí aparte de ella era Yulia y esta era su novia, pero… era mucho mejor el ambiente. Las chicas ni la volteaban a ver, y se hicieron muchos rumores sobre el pleito, pero ninguna de las cinco (incluyendo a Lena) dijo nada. Lena estaba feliz, pero había algo que le incomodaba, y es que, su padre, se mostraba callado y algo incómodo con ella...ya no era como antes.

-Siento que no aprueba del todo nuestra relación- Dijo Lena un poco triste a Yulia
-Si, yo también…- Dijo Yulia acariciando los cabellos de su amada mientras ambas veían la tele -Pero… ¿qué vamos hacer? El dijo que si la aprobaba, sólo tiene que hacerse a la idea
-Si, tienes razón- Dijo Lena

En efecto, Sergey estaba triste y deprimido ya que pensaba que su hija había arruinado su vida. ¿Qué le depararía el destino a su niña ahora que se había declarado homosexual? La sociedad es muy dura, sobre todo con ese tipo de gente… ¿la aceptarían? El hombre no sabía que hacer y su único consuelo era que su hija lucía mucho más feliz que siempre y amaba a alguien. Ese sentimiento, el amor, era lo que movía la vida y Sergey lo sabía.

-Espero estar haciendo lo correcto- Dijo el preocupado hombre a la foto de su difunta esposa -Sabes que quiero lo mejor para nuestra Lena y también quiero que sea feliz… ¿qué hago Inessa?
-Estoy segura que ella te apoya desde allí arriba- Dijo la voz de Larissa mientras sus brazos abrazaban el cuerpo del padre de Lena -Y estoy segura que estas haciendo lo mejor
-Estamos…
-Bueno, estamos haciendo lo mejor- Dijo Larissa sonriendo -Tranquilo, las niñas son felices, pronto hallarán su camino… el correcto… y aunque si hayan veces que las discriminen y esas cosas, no te preocupes, que lo superarán y ahora cuentan con unos amigos excepcionales que las apoyan sin condiciones…
-Si, tienes mucha razón- Dijo Sergey sonriendo y le dio un suave beso en los labios a Larissa
-Aunque claro, me costará aceptarlo y nunca estaré del todo feliz con esto, pero si hace feliz a mi pequeña, con gusto disimularé- Dijo Sergey y Larissa sonrió
-Por eso te amo- Dijo Larissa sonriendo a Sergey.

* Esa noche, durante la cena, tanto Lena como su padre se encontraban un tanto serios y tanto Larissa como su hija sabían la razón.

-¿Qué pasa papá?- Se animó a preguntar Lena
-No pasa nada- Dijo Sergey sonando serio -Es solo que, bueno… no he dormido bien, a causa del trabajo, es todo hija
-No, no es todo- Dijo Lena parándose de su lugar -Dime ya que es lo que te molesta
-No me molesta nada- Insistió Sergey -No pasa nada

Lena no daba crédito a sus oídos… su padre le estaba mintiendo por primera vez en su vida, ya que ella sabía perfectamente que era lo que pasaba… su padre no quería que fuera novia de Yulia, pero Lena no era más esa niñita que seguía las indicaciones de su padre, aunque estas impidieran su felicidad. Ella jamás rompería con Yulia, la amaba y no dejaría que un capricho pasajero de Sergey le afectara de tal manera.

“De acuerdo…” dijo Lena volviéndose a sentar. Yulia y Larissa se miraron, como diciendo “ya se les pasará”. Lo cierto fue que Sergey, durante todo ese tiempo, como unas seis semanas, se comportaba de manera extraña, muy callado, deprimido y cada que las chicas se daban un beso frente a sus padres, hacía una mueca de desaprobación. Claro, con el tiempo todo fue mejorando, pero no dejaba de pensar en el futuro tan ingrato que le aguardaba a su hija.

¿Cómo Llegamos Tan Lejos? (t.A.T.u. Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora