¿Cómo Llegamos Tan Lejos? (t.A.T.u. Fanfic)

Capítulo 26 Te Amaré Por Siempre

Por: mel_katina

Las cosas estaban mucho mejor. Lena estaba alejándose de sus amigas, ya que se empezó a dar cuenta de quienes realmente eran cuando ya pensó mejor las cosas. Yulia sonreía por todo, ¿y cómo no hacerlo? Estaba enamorada y su amor era correspondido. Claro, ella y Lena no eran novias oficiales, pero sentía que muy pronto se le cumpliría el sueño que tenía todas las noches: estar junto a Lena, tomada de la mano, caminando por la vida… afrontándolo todo.

Era un viernes 14 de Febrero y los cuatro se encontraban de compras. Sergey y Larissa veían las ropas que usarían para la cena y la ceremonia de su boda, que sería en dos días, y las chicas estaban viendo discos. Más tarde, sus padres irían a cenar a un restaurante, por San Valentín y las chicas se quedarían en casa de Lena, y claro, Yulia se quedaría a dormir en la casa.

La pelirroja ya tenía planeada la noche que tendría a solas con su morena de ojos celestes. Ya estaba lista para tener una relación con ella, aunque claro, aún el miedo estaba presente. Mientras, Yulia por su parte, tenía planeado pedirle a Lena que fuese su novia, eso claro...si Lena quería y había comprado dos anillos de platino, con una inscripción pequeña en oro que decía: “Te amaré por siempre”. Había gastado casi todos sus ahorros, pero… era Lena, merecía la pena.

-Oye Lena, ¿te gusta el hip hop?
-Sólo Eminem, por lo general escucho pop- Contestó Lena viendo los discos de los soundtracks de las películas.
-Oh- Dijo Yulia y sonrió -Somos lo opuesto
-Si, si que lo somos- Dijo Lena agarrando un disco -Oh si, esta película si que tiene una buena banda sonora
-¿Juegos sexuales?- Le preguntó Yulia viendo el CD que tenía Lena en sus manos -¿Lo quieres?
-Si, me lo compraré- Dijo Lena yendo hacia la caja -¿Tú no comprarás nada?
-No, nada- Dijo Yulia poniendo sus manos en los bolsillos de sus jeans -No hay nada bueno
-Ok- Dijo Lena y pagó el disco -Pues, busquemos a los tortolitos, han de estar por ahí…- Empezaron a caminar por la plaza, buscando a sus padres.
-¿Tú que te vas a poner para la pequeña ceremonia?- Preguntó Yulia a Lena
-Mmm… dejémoslo en incógnita- Dijo Lena y sonrió -Tampoco me digas que te vas a poner, así cuando te vea, será una sorpresa para mí
-Ok- Dijo Yulia

* Cuando encontraron a sus padres, ambos se encontraban comiendo un helado en una banca, platicando y traían unas bolsas en sus manos.

-Parecen adolescentes- Dijo Lena muy feliz, de ver a su padre riendo y platicando mientras comía su helado
-Si, se ven bastante bien- Dijo Yulia sonriendo y miró a Lena -Pronto así estaremos tú y yo
-Si…- Dijo Lena y la simple idea le hizo sentir la mujer más feliz del mundo
-¿Ya?- Dijo Yulia llegando hacia donde estaban los padres
-Ya, vámonos- Dijo Sergey sonriendo y se paró, para después ayudar a Larissa a pararse.

* En cuanto llegaron a la casa de los Katin, Lena sintió algo de nervios, ya que el regalo para Yulia era un tanto…

-Bueno, pues que se diviertan- Dijo Yulia a su madre y Sergey.
-Si, ustedes también- Dijo Larissa y le guiñó un ojo a su hija. Yulia se sonrojó y miró el auto irse.
-Bueno Yul, yo rente películas para que veamos- Dijo Lena y agarró a Yulia de la mano -Vamos, ven…

* Yulia se sentía nerviosa, y claro… la pelirroja también, pero no importaba… se la pasarían bien, no importaba el costo… así fuera un desmayo a causa de los nervios.

-Espera, ¿no vamos a cenar?- Dijo Yulia mientras era llevada por Lena hacia la planta alta
-Espera… se paciente- Dijo Lena sonriendo y cuando llegaron a la puerta cerrada de su cuarto, se paró frente a ella y le sonrió.
-¿Qué pretendes?- Preguntó extrañada Yulia, nerviosa porque ya se imaginaba lo que Lena pretendía… ¿le diría que ya podrían estar juntas?
-Espérame aquí y cuando te diga “ya” puedes entrar al cuarto- Dijo Lena y, tras guiñarle un ojo a Yulia, entró a la habitación.

Yulia se quedó esperando unos 10 minutos, en los que escuchaba varios ruidos en el cuarto y, finalmente, Lena le dijo “ya”. Cuando Yulia entró, lo primero que percibió fue el aroma de rosas que normalmente se percibía en el cuarto de Lena, pero a menor intensidad… Luego de esto, vio que en la habitación una luz tenue gobernaba y conforme recorría la habitación con sus ojos, vio varias cosas, y notó, con mucha felicidad, que Volchise se encontraba sobre la almohada de la pelirroja, tan conservado como siempre y se sorprendió más al ver una mesa con dos sillas, dos velas, dos platos, y sus respectivos cubiertos. Y claro, Lena la esperaba atrás de la mesa.

-Lena… ¿qué es esto?- Dijo Yulia viéndolo todo sorprendida. La pelirroja no dijo palabra alguna, sólo se acercó a la morena y le sonrió. -Dime algo, lo que sea- Dijo Yulia sonriendo ya desesperada porque Lena la miraba aún sonriendo
-Te amo- Dijo Lena y sonrió más -Te amo más que nunca y más que a nadie…- Yulia no pudo articular palabra, sonaría muy repetitivo que le dijera que sentía lo mismo por ella, y no sabía que decir.
-Len, no sé qué decir…- Dijo Yulia y se puso nerviosa al ver que Lena se le acercaba
-No digas nada, sé lo que sientes- Dijo la pelirroja sonriendo más- no te muevas de aquí, voy a buscar la cena abajo.
-¿No quieres que te ayude?- Dijo Yulia sorprendida
-No, tú siéntate

* Dicho esto, la pelirroja salió del cuarto y Yulia se quedó allí, sonriendo. Se sentó en el borde de la cama a esperar que Lena volviese. A los cinco minutos, Lena entró al cuarto empujando un carrito con comida.

-Bien, aquí me hallo- Dijo Lena sonriendo mientras cerraba la puerta del cuarto -Hora de cenar…- Yulia se paró y se fue ayudar a Lena -No me ayudes. Este es, en parte, mi regalo- Dijo Lena agarrando la mano de Yulia y quitándola de un plato -Tú siéntate y yo te atiendo
-Lena...- Dijo Yulia sorprendida viendo los ojos intensos de Lena que se veían hermosos con la luz tenue
-No digas nada Yul- Dijo la pelirroja -Siéntate y yo te sirvo

Yulia se sentó en una de las sillas y se percató de que la mesa tenía, encima del mantel blanco, pétalos de rosa… blancos y rojos. Lena puso encima de los platos extendidos, dos platos hondos con sopa. Cenaron la sopa que era de verduras y era realmente exquisita, luego comieron bistec asado, luego, de postre, flan con chocolate… y claro, a lo último… llegó la hora del brindis. Lena sirvió vodka en ambas copas y se levantó con la suya en alto, seguida por Yulia.

-Yul, quiero decirte que a partir de esta noche, las cosas entre tu y yo van a ser distintas. Ya no serán juegos, ya no serán indirectas… será de verdad nuestra relación. Yo, quiero decirte que ya pensé las cosas y estoy lista para formar una pareja contigo, de verdad quiero serlo… quiero estar por siempre contigo, porque te amo y brindo esta noche por el día en el que te besé, ya que ahí me di cuenta de que en verdad te amaba… ¡Salud!

* Yulia sonrió abiertamente… ¡Si sería novia de Lena! Y era justo como lo planeaba… así que era ahora o nunca.

-Lena, yo también tengo que decirte algo- Dijo la morena una vez que hubo tomado su trago. Entonces, se fue junto a su pelirroja y sacó de uno de sus bolsillos los dos anillos, que eran exactamente iguales. –Lena…- Dijo mientras la miraba intensamente a los ojos y extendía su mano, revelando así, los anillos -¿Quieres ser mi novia?-

* Lena sintió que caía por un precipicio y era una sensación agradable… miró el azul intenso de Yulia y sintió que todo lo malo que había sufrido en su vida, había valido la pena… la había conducido a ese punto y no deseaba que fuese de otra forma. No lo tuvo que pensar ni una vez, ya sabía la respuesta.

-¡Si Yuli! ¡Si quiero!- Dijo Lena chillando de la emoción y Yulia sonrió abiertamente, como nunca antes lo había hecho. Inmediatamente, sintió el abrazo de su ahora novia y fue el más intenso que jamás hubiese recibido. -Te amo, te amo, te amo, te amo…- Empezó a decir Lena varias veces, como para que a Yulia no se le olvidase y en ese momento, Yulia la besó.

Cuando el beso terminó y se separaron, Yulia agarró uno de los anillos y lo puso en el dedo de Lena, luego le dio el otro a Lena, para que aquella se lo pusiera, y así lo hizo, Lena le puso su anillo a Yulia. “Te amaré por siempre…” dijo Yulia… “Tal como lo dice la inscripción en el anillo… te amaré por siempre Elena…” Aquella noche fue la primera noche que las chicas durmieron abrazadas, infinitamente felices… más que nunca en toda su vida y sin pensar en el mundo exterior… sólo en su vida ahora, de pareja.