Capítulo 40 El Olvido

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Por: mel_katina

Yulia siguió al doctor hasta la cafetería y de allí se fueron al despacho del médico.
Puso unas radiografías en una pantalla y empezó su explicación, leyendo de vez en cuando las notas que tenía en las hojas.

-Verán, la señorita Katina ha sufrido un severo golpe en la parte trasera del cráneo. Me temo que tuvo una repercusión importante en la parte... mmm... de la memoria. Claro que, tendríamos que esperar a ver si realmente le afectó la memoria, cosa que es segura... aunque también pudo haber golpeado la parte de la habilidad verbal... y también vimos que le afectó la parte de la vista, no tenemos una clara idea

-¿Está diciendo que Lena... no recordará nada?- Preguntó Yulia con el corazón en la mano
-Estoy diciendo que es probable, no seguro- Dijo el doctor -Esperemos que no, de todas maneras tendremos que observarla...

Yulia se preocupó... ¿Lena no la recordaría? ¿Qué iba a pasar con su pecosa ojiverde? Definitivamente era ella la que tenía que haber sido atropellada, no Lena... no SU Lena...

Esos días habían sido un tanto monótonos y tristes para la pobre Yulia. Su día normal era: de mañana, ir a la escuela (enfrentar a todos preguntando por Lena), luego tomar un camión que la llevaba directo al hospital y pasaba toda la tarde allí, sentada en el sofá, haciendo las tareas, ya hasta muy entrada la noche, cuando Larissa le decía que debía irse. Lena, cada día iba recuperando su color, sus pecas se notaban más y ya no estaba tan fría. Todavía no le quitaban las vendas, pero aún así se veía hermosa, como Yulia solía decir.

Habló con Ana, quién le contó todo lo del plan, del cual—a fin de cuentas—no fue parte. Yulia le agradeció su sinceridad y no dijo nada más. Aquella chica pudo haberles prevenido, pudo hacer algo... ¡Pero no! ¡Su estúpida reputación valía más que la propia vida de Lena! La morena no fue al funeral de Cliff, seguía muy enfadada con él y se sentía arrepentida de obrar así, pero era la verdad. Después ya tendría tiempo de ir con su Lena al cementerio a orar por él.

-Hija, estás agotadísima... ¿segura que estás bien?- Preguntó Larissa a su hija, mientras la llevaba al hospital
-Si mami, si- Dijo Yulia bostezando -Quiero estar con ella en cuanto despierte...
-Ok

Pero Lena no despertó ese día, ni el siguiente. Yulia se estaba preocupando más y más... Un día iba caminando de la escuela al hospital, porque su mamá estaba en una junta escolar y Sergey en el hospital. Entró al edificio y saludó a todos como de costumbre y justo cuando estaba llegando al pasillo donde se encontraba la habitación de su hermosa pelirroja, se encontró con que el doctor estaba saliendo de ella.

-¿Qué tal Doc? ¿Qué tal Lenita?- Dijo sonriendo Yulia
-Señorita, tengo que hablar con usted- Dijo el médico serio -¿Puede acompañarme a la cafetería?
-Claro- Dijo Yulia confundida y siguió al doctor hacia el lugar mencionado.

* Cuando llegaron el doctor se sentó frente a la morena y la miró. Lucía serio, preocupado y algo apenado.

-Mire, lo que tengo que decirle es delicado- Dijo finalmente el doctor
-Si, dígame... pero por favor dígame que Lena está bien...
-No, no se encuentra bien
-¿Qué? ¡No me asuste!- Dijo Yulia parándose de un salto -¿Ya despertó?
-Si, efectivamente- Dijo el doctor -Y deje que le explique, ella se encuentra bien de salud, no corre ningún peligro ahora pero...
-¿Pero? ¡No más rodeos por favor!- Dijo Yulia frustrada

* En ese momento, el doctor se pasó la mano por la nuca, suspiró y se limpió el sudor de la frente antes de decir las palabras que cambiarían la vida de Yulia drásticamente.
-La señorita Katina ha perdido la vista

* Yulia no podía creer lo que acababa de escuchar... ¿Lena? ¿Perder la vista? Aquello era... TERRIBLE. De nuevo las lágrimas surgieron en sus ojos y la desesperación y angustia que habían disminuido aumentaron considerablemente.
-No me diga eso, por favor, no bromee- Dijo la morena
-No, no lo hago... Elena ha perdido la vista, y siento mucho ser yo el que le diga esto

* Yulia miró la mesa un rato, pensando en Lena, en sus risas, su voz, su mirada.
-¿Me está diciendo que jamás volveré a sentir esa mirada sobre mis ojos?
-No, lo siento mucho

* La morena empezó a caminar hacia el pasillo, pero la mano fría del doctor en su hombro.
-¿A dónde va?
-A verla, tengo que...
-No, el señor Katin se encuentra dentro
-Ok, esperaré.

Yulia se sentó en una silla que estaba frente a la habitación y esperó... De repente, el llanto desesperado de su pelirroja hizo que se levantara y apretara sus puños. Entró al cuarto y vio a su Lena, con los ojos vendados, sentada en la cama, llorando. Sergey se encontraba junto a ella y, apenas vio a Yulia, se puso un dedo el los labios, indicándole silencio.

-No puede ser- Dijo la pelirroja -¡NO PUEDE SER!
-Mi amor, sé que es difícil para ti... espérame un momento, el doctor me llama- Dijo Sergey y soltó la mano de su hija, que hasta ahora tenía agarrada.

* Lena no contestó, sólo seguía llorando descontroladamente...Yulia no entendió por qué, solo guardó silencio, ahogando esas ganas que tenía de ir y besarla como jamás lo hubiera imaginado. Sergey se dirigió hacia Yulia, la tomó del brazo y ambos salieron del cuarto. Una vez afuera, Sergey se puso frente a Yulia y la miró serio.

-¿Por qué lloraba Lena?- Preguntó inmediatamente Yulia -¿Qué le hizo?
-Supongo que ya te dijo Ivanov su situación- Dijo Sergey seriamente
-Si, me dijo...- Dijo Yulia sintiendo que de nuevo sus lágrimas salían
-Yulia, tengo que ser claro, directo y preciso contigo- Dijo Sergey -Te diré lo que le dije a Lena y deja que te explique...
-Si...
-Le dije que habías muerto. Que a pesar de lo que hizo el auto alcanzó a atropellarte y perdiste la vida casi instantáneamente...
-¿QUÉ? ¿POR QUÉ HICISTE ESO?- Exclamó Yulia
-¿Puedes guardar silencio?
-¡NO! ¡NO PUEDO! ¡Sergey! Lena y yo nos amamos, ¿qué quieres que piense?
-Deja que te explique- Dijo Sergey calmándola -Mira, me preocupa mi hija, me preocupa su futuro y... perdóname Yulia de verdad, yo te quiero, pero no veía mucho en su futuro si se llegaba a saber que era tu novia. Sé que se aman, pero ese amor simplemente no puede ser, entiende. Si realmente la amas, vas a querer lo mejor para ella, ¿no?

* Yulia se le quedó viendo a Sergey y lloró con fuerza.
-Si, la amo, la amo- Dijo Yulia y dio una patada a la pared -La amo tanto que...
-Es que debes entender mi posición- Dijo el hombre -Yo como padre quiero lo mejor para mi hija...
-Yo... necesito... necesito pensar...- Dijo Yulia y salió corriendo de ahí para la salida del hospital, llorando amargamente.

¿Cómo Llegamos Tan Lejos? (t.A.T.u. Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora