-Minnie~
- Aléjate de mi.-
-Jimin-shi~ hizo un puchero.- ¿Dejarás que Kookie muera?
-No estás en esa situación.
Una vez más, Jungkook intentó saltar contra el de menor tamaño pero este fue más rápido y lo esquivo. Llevaban más de dos horas corriendo por toda la casa.
Jimin, por primera vez quería estar lejos de Jungkook.
-El Mochi de Busan dejará morir a un conejito indefenso.- dramatiza con una mano en la frente.
-Sabes que jamás dejaría que murieras, pero es tan extraño que quieras estar pegado a mí todo el día cuando eres tú quien corre de mi.
-Minnie...- con un puchero comenzó a llorar.- Me haces ver como un monstruo.
El Mochi, con un poco de culpa, se acercó al castaño.
-Sabes que te quiero, Kookie.- tocó su cabeza.
-¡Jimin!- gritó el mayor.- ¡Deja al pobre de Kookie en paz!-
La escena que había presenciado el de pelo rosado era a un mochi sobre un conejo sonrojado.
-Él se me abalanzó.- defendió.- Apenas si lo toque.-
Jin alejó de un tirón al rubio y levantó al menor del suelo.
-¿Es cierto Kookie?-
-No, estaba tranquilamente durmiendo cuando Minnie se lanzó sobre mi para hacerme cosas indecentes.- explicó.
-¡Park Jimin! ¡Será mejor que corras!-
Ese día, Jimin aprendió que no debía robarle las galletas a Jungkook o lo acusaría de pedófilo violador.

ESTÁS LEYENDO
Besos robados
Proză scurtă"-Tus besos son míos, Jungkook.-" Historia 100% mía. Todos los derechos reservados a la autora.