14

18.4K 1.9K 268
                                    

-Minnie~

- Aléjate de mi.-

-Jimin-shi~ hizo un puchero.- ¿Dejarás que Kookie muera?

-No estás en esa situación.

Una vez más, Jungkook intentó saltar contra el de menor tamaño pero este fue más rápido y lo esquivo. Llevaban más de dos horas corriendo por toda la casa.

Jimin, por primera vez quería estar lejos de Jungkook.

-El Mochi de Busan dejará morir a un conejito indefenso.- dramatiza con una mano en la frente.

-Sabes que jamás dejaría que murieras, pero es tan extraño que quieras estar pegado a mí todo el día cuando eres tú quien corre de mi.

-Minnie...- con un puchero comenzó a llorar.- Me haces ver como un monstruo.

El Mochi, con un poco de culpa, se acercó al castaño.

-Sabes que te quiero, Kookie.- tocó su cabeza.

-¡Jimin!- gritó el mayor.- ¡Deja al pobre de Kookie en paz!-

La escena que había presenciado el de pelo rosado era a un mochi sobre un conejo sonrojado.

-Él se me abalanzó.- defendió.- Apenas si lo toque.-

Jin alejó de un tirón al rubio y levantó al menor del suelo.

-¿Es cierto Kookie?-

-No, estaba tranquilamente durmiendo cuando Minnie se lanzó sobre mi para hacerme cosas indecentes.- explicó.

-¡Park Jimin! ¡Será mejor que corras!-

Ese día, Jimin aprendió que no debía robarle las galletas a Jungkook o lo acusaría de pedófilo violador.

Besos robadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora