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-Jungkookie...-

-¿Si, Jimin?-

-Tengo una... erección...- Balbuceó.

-Jiminnie.- rió.- Ya casi llegamos.

~Media hora después~

-Kookie...-

-Dime, Minnie.-

-Quiero vomitar.

-Ay bonito, ya estamos próximos a casa. Resiste un poco.

-Es tu culpa que esté así.- golpeó la espalda del menor.- Te odio.

-Si continuas moviéndote podrías caerte.-

-Para eso estás, para atraparme si caigo.- se volvió a recostar en el castaño.

Los pequeños mechones rubios y rebeldes de Jimin hacian cosquillas en la nuca de Jungkook.

Después de un largo día, los miembros decidieron comer y beber. Jeon no podía imitarlos así que le brindaba su copa a Jimin, quién gustoso la tomaba. Tiempo después, el rubio estaba completamente perdido al igual que los demás miembros, salió del establecimiento su mayor en la espalda.

-Siempre estaré para protegerte, Minnie.-

Jimin hizo un ronroneo y bajo de su espalda.

-Kookie~

-¿Qué ocurre?

-Tengo algo en mi ojo, quitalo.-

Oh, el pequeño mochi se veía tan tierno, con ese suéter enorme, las mejillas sonrojadas y algunos mechones rebeldes.

- Déjame ver.- justo cuando acercó su rostro, Jimin estampó sus labios en un beso.-Chimchim

-Si te pedía un beso no me lo darías.- sonrió.

Maratón 1/?

Besos robadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora