Un mes pasó aproximadamente y para su gran fortuna las palabras de Lisa iban tomando forma.
"-Jimin-ssi ¿Vamos por un helado?
-No puedo cariño, Taemin quiere hablar sobre un dúo."
"-Minnie ¿Vemos una película?
-Despúes Kook."
"-Jimin-
-Ahora no Jungkook."
Así se torno si relación, en una fría y distante. Ya no podían verse pues su mayor estaba ocupado con proyectos individuales. No debía ser egoísta sobre los intereses solitarios de su pareja pero cuando se trataba de Jimin era muy codicioso, de nuevo.
Debería entender que ambos son ídolos, tienen ambiciones y a cada uno le llega su momento. Hace tiempo a él tambien se le presentaron oportunidades y las tomó sin pensarlo pues estaba impulsando su carrera, Jimin no sé quejó en absoluto sino al contrario, le apoyo incondicionalmente.Sin importarle que solo se vieran unos cuantos minutos, que sus besos se reducirán a pequeños picos en los labios y ni se diga de sus deseos sexuales que no pasaban de llamadas telefónicas para llegar a un clímax.
Un tiempo duro para la pareja.
Sin embargo, su chimchim supo sobrellevar la situación y no le atormento en ningún momento. Debía ser recíproco.
"-Kookie, reserve una cena en tu restaurante favorito ¿Vamos?-"
Eso le hubiera gustado escuchar pero en cambio recibió un "Kook, tengo una cena con los managers de Taemin en tu restaurante favorito, veo si puedo comprarte algo."
Simplemente sonrió.
Caminaba tristemente por las calles de Seúl, intentando despejar su mente de ideas sobre reclamar atención de su novio pero la realidad es que con cada segundo que pasaba su desesperación y codicia aumentaban.
-Hola lindo, yo puedo ayudar a que cambies esa expresión en cinco minutos.
No sabía como pero había terminado bebiendo en un bar de malamuerte y con una compañía poco agradable.
Miró despectivamente a la mujer, pago sus tragos y salió de ahí. Jamás pensaría siquiera en traicionar a Jimin, si por algo lo escogió es para que sea el único en su vida.
Continuó caminando un poco mareado por las calles de la fría ciudad, buscando algo más que hacer y no volver a su hogar a deprimirse por su mochi.
Apretó los puños con furia y sentía sus mejillas calentarse a tal grado de ponerse rojas.
Si, era un ambicioso, codiciosos y egoísta por querer a Jimin para él pero ¿Qué podía hacer? Tenía unos tragos de más y la imagen de Jimin bailando nadamas y nada menos que con Hyo. Una actriz internacional y hermosa mujer.
-¿¡Qué diablos pasa contigo?!- le gritó Park cuando entraron a casa.
Jungkook había superado los cuerpos juntos de la actriz y el bailarín en un arranque de celos. Jimin se disculpó con sus superiores por tal actitud y se excusó diciendo que la baja temperatura hizo que su menor delirara. Para suerte de ambos, los hombres sabían que el mochi de Busan jamás mentía, entonces le creyeron todo.
-Dijiste que tenías una cena con Taemin para asuntos de trabajo ¿Y qué me encuentro? A mi novio bailando muy feliz con esa mujer.
-Trata de calmarte y déjame explicar esa situación.
-¿Soy lindo? Jimin-ssi ¿Soy encantador? O por lo menos atractivo.
Chimchim quería explotar de cólera contra Jungkook, gritarle infinidad de insultos y darle unas cuantas bofetadas para que reaccione pero lo único que hizo fue suspirar. Y es que ver a Kook con las mejillas sonrojadas y ojitos medio adormilados le causaba ternura, quería llevarlo a su cama y sucumbir en una esfera de placer pero sería prácticamente violación.
ESTÁS LEYENDO
Besos robados
Short Story"-Tus besos son míos, Jungkook.-" Historia 100% mía. Todos los derechos reservados a la autora.