Rosa Casablanca y Jessica Barden eran la pareja más linda y tóxica que algún día pudiste conocer.
Rosa era el ser más problemático en cuanto su estado mental y sentimental.
Jessica una chica dependiente y sumisa de su novia.
Rosa y Jessica eran una...
Tenía casi una semana que no veía a Rosa, estaba algo preocupada. La he llamado muchas veces pero no contesta. La extraño. ...
Salí de clases y fui a su casa, estaba demasiado preocupada que no lograba concentrarme, así que mejor decidí ir a ver que le pasaba. Subí las escaleras de su casa y toque la puerta. Su madre me abrió, una mujer de un metro sesenta y dos, cabello teñido de rojo ligeramente oscuro, piel clara y ojos oscuros. Eran iguales. Le sonreí y hable amable -Buenas tardes, ¿se encuentra Rosa?- le pregunté con una sonrisa- buenas tardes, si, está en su habitación, pasa- me habló con una pequeña y débil sonrisa, algo pasaba. Entre y llegue hasta el cuarto de Rosa, abrí la puerta sin tocar y lo que vi fue la cosa más dolorosa. Era ella, su piel estaba pálida y llena de golpes, sus labios gruesos estaban con una larga y profunda cortada que estaba tomando color y su mirada que antes estaba llena de vida, lujuria y pasión, ahora estaba vacía, su rostro entero estaba...lleno de golpes, raspones y cortadas. Su cuerpo estaba descansado en su cama con sábanas grises, ella estaba tapada con estas pero se lograba ver vendaje en la parte del pecho. -Rosa- susurre asustada de lo que veía, lágrimas amenazaban con salir, estaba tan asustada y desesperada por saber que tenía, la necesitaba saludable y fuerte. -Hola, Jessica- me susurró con una sonrisa débil- ¿Qué te sucedió?- hable de igual manera, el nudo en mi garganta no me dejaba hablar tan fuerte, estaba asustada. -Tuve un accidente automovilístico- me habló mientras soltaba un quejido al intentar levantarse y abrazarme, yo no lo permití pero las sábanas cayeron en su regazo dejando ver vendas con pequeñas manchas de sangre, empeze a llorar, estaba tan lastimada, tan destruida pero seguía ahí, intentando ser la misma a pesar del dolor que sentía, sonriendo. -Dios...-susurre mientras observaba su vendaje que parecían no tener fin- ¿cuándo paso esto?- mi voz se quebró, me dolía tanto verla así- no lo recuerdo pero se llevó mucho tiempo con eso encima- dijo con su voz ronca y baja mientras me señalaba su vendaje- no...no lo puedo...creer- la mire con mis ojos inundados de lágrimas- tranquila estoy bien...creo- río suavemente para luego soltar un quejido- no hagas esfuerzo- la regañe- ¿cómo...como sucedió?- dije preocupada mientras limpiaba mis lágrimas y tomaba asiento a su lado - recuerdo que salí de un bar con unos amigos después de tardar mucho en convencerme, subimos al auto de unos de ellos...iba a toda la velocidad que daba el auto. Estábamos ebrios, todo daba vueltas, hasta que vi una luz cegarme y un dolor horrible en el cuerpo para luego despertarme en un hospital. Se también que iba en la parte de el copiloto- habló lenta y suavemente, mientras mantenía los ojos cerrados. Yo la observaba con una mirada llena de preocupación, amor y...¿piedad?. -Tranquila, te vas a mejorar y yo voy a estar junto a ti- le dije en un susurró lleno de amor y cariño mientras acariciaba su cabello que ahora estaba un poco más largo, le llegaba hasta abajo de la nuca casi iniciando la espalda. En eso tocaron la puerta, era su mamá diciendo que le tocaban sus medicinas, yo abrí y le sonreí dulcemente, ella igual. -Rosa, te toca los antibióticos- le dijo mientras sacaba de los frascos pastillas bastantes grandes, ella se los dio en su mano, la ayudo a acomodarse y Rosa se las metió a la boca de una sola, tomó el vaso de agua que tenía en su mesita de noche y tragó. Se volvió a recostar, con in gemido de dolor pero lo conseguío. Yo le sonreí y me acosté a su lado, su mamá nos miro con una sonrisa llena de orgullo para luego salir de la habitación. Me acomode mejor sin lastimarla y quedamos dormidas.
...
Muchos nos preguntan si somos pareja o algo parecido pero no, no lo somos. Claro que la tensión entre nosotras siempre está, ella tiene sus planes y no quiero interrumpirlos, es una de las razones que no somos nada, pero siempre son las misma preguntas o comentarios, y está más que claro que lo hemos pensado, pero nunca hay ninguna señal de parte de las dos. Me encantaría ser parte de ella, de su corazón, pero al parecer aún no es el momento para ninguna de las dos. Estamos profundamente enamoradas pero ninguna quiere aceptarlo, lo sé, lo siento en mi ser que ella al igual que yo, nos necesitamos. Fue una luz para mi encontrarla, fue mi salvación y yo la de ella, me encantaría poder ser parte de lo que resta de su larga historia. Se que aún que no seamos algo nos amamos sin siquiera saberlo, es un sentimiento tan grande y puro que se siente al estar a su lado, la necesidad de estar a su lado, estar ahí apoyandola y que nunca se detenga al cumplir sus metas.
Estoy tan perdida por ella. La necesito conmigo. La necesito a mi lado. Ella es parte de mi ahora.
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