Rosa Casablanca y Jessica Barden eran la pareja más linda y tóxica que algún día pudiste conocer.
Rosa era el ser más problemático en cuanto su estado mental y sentimental.
Jessica una chica dependiente y sumisa de su novia.
Rosa y Jessica eran una...
Rosa: 32 años. Jessica: 32 años. Francisco: 14 años (hijo de Jessica).
La tormenta se había calmado, Rosa se había recuperado de sus ataques de ira y sus miles de depresiones. Jessica era una madre soltera y muy feliz, había aprendido a madurar muy rápido. Las dos estaban solas pero eran felices. Rosa había sido diagnosticada con diabetes hace un año y estaba aprendiendo a ser más sana. Jessica estaba aprendiendo a ser una grandiosa mejor amiga de su hijo, su pequeño milagro. Sus vidas iban mejor que nunca, Rosa era empresaria y le iba estupendo, mientras Jessica trabajaba en una florería cerca de la escuela de Francisco, su pequeño.
Pero un día todo cambio, sus caminos se unieron nuevamente, el azul y el café se unieron, otra vez estaban en su hogar.
Rosa reparaba su auto afuera de la casa de su madre, estaba de vacaciones. Había decidido descansar, fue por un vaso de agua, cuando volvió, a lo lejos miro un niño jugando con una pelota amarilla. Sonrió y recordo a Jessica, su ex novia, ella tenía un hijo porque lo que sabía. Tenía el nombre que ella habíadicho hace tiempo. Francisco, ese sería el nombre de su primer hijo. Una lágrima se asomó en sus ojos café pero la quitó y siguió con su trabajo. Después de unos minutos el niño de la pelota apareciócorriendo porque su pelota había ido hacía ella. Se puso de pie y la recogió, el niño la miraba como si de un alto árbol se tratará, ella le sonrió y se la entregó. Miro a la mujer detrás del niño y era...era Jessica. Ella reconocía ese color tan hermoso y profundo que tenía el niño y la mujer de ojos. No sabía que hacer, estaba tan feliz pero a la vez tantriste por haberle hecho pasar tanto por tan poco. -¿Jessica?- habló en un susurró lleno de esperanza y alegría- no, no soy Jessica, soy tu enfermera- es cuando despertó de su sueño y vio su realidad, estaba en una cama con una aguja dentro de su vena, dándole otra oportunidad de vida. -¿Qué paso?- preguntó llena de confunción- usted estuvo en un coma diabético dos meses- habló la mujer con lastima en sus ojos mieles.
Todo había sido un sueño.
Lo está pagando tan caro.
-¡JESSICA!-gritó llena de frustración y preocupación- señorita, por favor tranquila- las enfermeras empezaron a entrar, sólo sentía su cuerpo temblar bruscamente, su vista nublarse por las lágrimas y su corazón palpitar más rápido, era un paro cardíaco. Era su final, por última vez pudo ver a Jess, era su señal, se tenía que marchar.
Su vista se volvió oscura, su cuerpo dejo de funcionar y sus últimas palabras antes de dejar este mundo fueron...:
"¡Jessica!" En un gritó lleno de miedo, desesperación y arrepentimiento que ahora estaban manchadas de sangre.
...
Jessica estaba sentada en el sofá de su sala con su hijo, acababa de cenar y aún no tenía sueño, así que encendieron el televisor y el canal de las noticias apareció al instante para dar una de las noticias más dolorosas que Jessica no esperaba.
"La empresaria Rosa Casablanca a muerto por un ataque al corazón. Sentimos mucho su muerte, fue una de las mejores emprendoras del mundo y también la mujer número dos más rica. Siempre la vamos a recordar como fuerza y valentía. Adiós Rosa Casablanca. Siempre en nuestros corazones"
Una punzada al corazón, Rosa había muerto. No lo podía creer, ¿Qué iba hacer después de esto? ahora estaba sola totalmente, aparte de su hijo. Sus lágrimas no paraban y Francisco sólo intentaba consolarla lleno de confunción. Jessica estaba devastada, su único amor verdadero de la adolescencia se había ido sin nisiquiera despedirse por última vez. Dolía tanto, pero ahora era feliz verdaderamente. Era libre, Rosa era libre. Jessica estaba perdiendo la cabeza pero debía de estar bien para Francisco.
-Todo estará bien, hijo- y lo abrazó, él era su todo. -¿Mamá?- -¿Si, hijo? -¿Porque lloras por ella?- preguntó mirandola con sus ojos azules - ella era alguien muy especial y ahora se a ido- ¿¡conocías a Rosa Casablanca!?- habló sorprendió y muy emocionado- si, si la conocía y muy bien- le sonreí para luego abrazarlo más. -Te quiero, mi niño- bese su cabello castaño.
"Sea donde sea que estés, siempre te voy amar".
3 meses después.
La muerte de Rosa había impactado muy fuerte en la gente, todo hablando de ella como sin la conocieran realmente. Llorando por alguien que seguramente los hubiera mando a la mierda. Siempre voy a extrañarla, su forma tan elegante, sería, fría, calculadora y controladora de ser. Siempre estará en mi corazón, porque fue mi primer amor. La perdonó de todo, totalmente. Y agradezco que hubiera dejado cosas para mi y mi niño.
Hace unas semanas, su hermano llegó para decirme que habían cosas en el testamento que Rosa me dejaba. Se trataba de 10 millones de dólares, 3 casas y un avión privado. Yo no lo quise aceptar pero él insistió. Todo eso era nuestro, cuando Frank y yo fuimos a ver su casa, que ahora era nuestra, había una carta y encima de está una hoja con la contraseña de su caja fuerte. La leí, decía que me perdona por todo y esperaba que yo también lo hiciera, que iniciaramos una vida digna para los dos, todas cosas que nos había dejado eran nuestras y las disfrutaramos.
Me siento tan agradecida por todo, es un ángel con cuernos.
Ella nos salvó de la pobreza y se merece el cielo por esto.
Gracias por no olvidarte de mi y Francisco, él te quiere aún que no se hubieran conocido, se que sería los mejores amigos del mundo.
Te amo.
Jessica.
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