Rosa Casablanca y Jessica Barden eran la pareja más linda y tóxica que algún día pudiste conocer.
Rosa era el ser más problemático en cuanto su estado mental y sentimental.
Jessica una chica dependiente y sumisa de su novia.
Rosa y Jessica eran una...
Hoy era la graduación de los chicos de último año, Jessica y yo vamos asistir ya que me invitaron unos amigos, pero no sé qué ponerme. He estado pensado por una hora completa que usar pero por mi mente no pasa nada bueno, hasta que decido hablarle a mi mejor amiga y prima, Ana. Tal vez ella pueda ayudarme en algo, la fiesta es dentro de dos horas. En menos de quince minutos llego una chica de piel clara, cabello largo ondulado color negro, de un metro punto sesenta y ocho, con las manos entrelazadas de su novio, un chico moreno, estatura uno punto setenta y ligeramente pasado de peso. Que bonita pareja. Pensé. Ana me sonrió al igual que Humberto, los envite a pasar, tomaron asiento en la sala y yo les entregue un vaso de Coca-Cola. -Bueno, Ana...necesito que me ayudes a vestirme para la fiesta de los tipos de último año- le dije mirándola seria, ella dejó su vaso al que le estaba dando un sorbo, me miro y luego habló un poco convencido- ¿Qué recibo yo?- dijo con una ceja levantada- uh...uh...comida- le sonreí- bien- comenzó a reír-. Después de eso ella aceptó, me mandó a tomar una ducha mientras buscaba "ropa bonita" en mi armario. Salí y todo estaba preparado en mi cama, Ana se encontraba en la sala nuevamente con Humberto charlando, observe la ropa y vaya que había acertado con mis gustos.
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Seque me cabello, lo peine y aplique cremas y más cosas para mantenerlo bonito y sano. Me vestí, coloque hidratante de labios, peine de igual forma mis cejas y les puse color. Mire la hora en mi celular.
7:30 P.M.
Hora de ir por Jessica. Tome dinero, mi celular y algunas gomas de mascar para mi ansiedad. Me despedí de Ana y Humberto, ellos también ya se iban, salí y espere un taxi. Cuando llegue toque la puerta, me abrió su madre y la salude al igual que a su hermanita. Esa niña era todo un caso, recuerdo que una vez estaba viendo películas con Jess en su sofá, de noche y todo oscuro, estábamos abrazandonos, ella nos vio y la pequeña diablilla salió corriendo a decirle a su mamá que yo estaba violando a su hermana...nunca me había carcajeado tan fuerte en mi vida como ese día.
Espere unos minutos en la sala con Angie, la hermana de Jessica, jugábamos a las barbies, cuando escuché tacones en los escalones. Era ella. Un hermoso vestido azul marino, ceñido a su pequeño cuerpo, tacones color amarillo.
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Se veía hermosa. Me sonrió y yo a ella, Dios, si que tuve suerte. -Hola- me dijo alegre- hola, Jessi- le di un beso en la mejilla en forma de saludó y ella cerró sus ojos color cielo disfrutando del toque- ¿nos vamos?- pregunto después del pequeño momento- claro, sí- le sonreír, antes de irnos ella se despidió de su mamá y hermana al igual que yo, eran personas muy agradables.
...
Llegamos al salón el cual la escuela había rentado para la gran fiesta y ceremonia. Entramos, ganando varias miradas, ninguna de las dos tomamos en cuenta a los además al nuestro alrededor. Nos acercamos con los chicos que me habían invitado, nos sentamos en su mesa, ella les sonrió amigable. -Que bonita estás- le dijo un chico a Jessica que yo...no conocía. Yo la observe seria esperando alguna acción pero ella sólo le contestó un seco "gracias", él tipo la miró unos segundos más y con una cara de pocos amigos se giró para seguir hablando con sus amigos. -Eso estuvo bien- le susurre al oído con una sonrisa triunfante- Sí, lo sé- río ligeramente-. La música empezó a sonar, faltaban unos minutos para la ceremonia.
La ceremonia transcurrió tranquila y aburrida, ahora la música estaba hasta el tope, la cena y botana empezaba aparecer en la mesa al igual que las bebidas alcohólicas y no alcohólicas.
Jessica quería bailar, yo no. Jessica se enojó, yo la ignore. Ella tomó la palabra de un tipo para salir a bailar, me enfureció. Me levanté de la mesa donde estaba observandola, tome un trago de votka que quedaba en mi vaso y me largue de ahí, enojada y algo decepcionada. A los 15 minutos Jessica salió corriendo detrás torpemente por los tacones, gritando mi nombre, yo seguía caminado sin voltear. -¡Rosa!, ¡Rosa!...¡Joder, escuchame!, ¡deja de ignorarme!- gritaba pero yo seguía mi camino, no iba a parar sólo para discutir, no iba a perder mi tiempo en pelear ni mucho menos escuchar disculpas. Paré el primer taxi que vi y me monté, dejando a Jessica atrás, gritando y probablemente llorando. -¿A dónde lo llevo?- pregunto el hombre- lleveme al bar más conocido actualmente, por favor-. Mientras iba en el taxi me di cuanta que esto era exactamente lo que iba a pasar, tal vez sea algo estúpido pero ella prefirió irse con él y no quedarse conmigo, no la detuve y nunca lo haré, porque yo sólo espero para saber de lo que es capaz y veo que lo es, lo suficiente para dejarme sola en la mesa e irse con otro. No voy a perder mi tiempo discutiendo. No soy ese tipo de persona que hace todo un maldito drama aún sea necesario.
