Segundo intento

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--¿Entonces estáis de acuerdo?- pregunté a Sergio, Maca y Emelí.- no quiero arrepentirme.
-Más arrepentimiento que el de dejar escapar un famoso no hay- me soltó Emelí
- ¿Otra vez con eso Eme?- le pregunté enfadada ya han pasado dos años de eso
-Cada vez que lo pienso...
-Te hierve la sangre, lo se- dijo Sergio, a mi también me pasa.
-Bueno, Aimi hizo lo que debía...- me apoyo Maca
-Gracias.
-Aunque no fue lo más acertado.
-¿Volvió a intentar contactar contigo?-me preguntó Sergio
-Si
-Pues eres tonta.
-¿Cómo nos hemos desviado del tema de esta manera?- pregunté retomando la anterior conversación
-Que si- me respondió Emelí
-Juntos dije yo, así le dimos juntos a la palabra Aceptar, para participar en Mallorca, pasarela del diseño.
- Ahora volvamos al tema
-Que pesados sois.
Me levanté y me dirigí hacia la mesa de diseños, donde ahí estaba a medias "El Vestido" como todos lo llamábamos, cada día uno de nosotros hacíamos alguna variación al diseño, que para nosotros queríamos que fuese el más bonito del mundo. Hoy me tocaba a mi y sin duda había algún arreglillo que quería hacer. Estuve mirando bocetos de años anteriores y bocetos de los demás. Nunca me convencían, ese vestido tenía que ser algo espectacular, algo que sin duda llamara la atención de todo y de todos, un vestido que fuese extremadamente único.
- ¿Aimi que vas a hacer esta noche?- me preguntó Sergio, quién entró a la sala con mi cena.
-Voy a hacer todos los bocetos que pueda para enseñaroslos mañana y luego ir a casa.
-Desde que quisiste meterte en este concurso, no has tenido tiempo para nosotros.
-Quiero ganar Sergio, tengo que ganar.
No cruzó más palabra, dicho esto se fue dejándome sola  en el estudio, algo que agradecí, ya que me puse música de Kenny G para concentrarme y relajarme. Pues, en un año estaríamos presentando nuestra colección, había mucho que preparar, desde lo más insignificante, como podían se unos botones, hasta las luces.  Estabamos en Otoño lo que para mi me hacía sentir una nostalgia inmensa,  no solo porque se acababa el año dentro de nada, sino que veía como el tiempo se me venía encima, ya tenía veintiséis años y sin duda, todo lo que había planeado se empezó a descolocar en el momento en el que Tarik se mudó del estudio donde vivíamos para irse a vivir a Noruega con su novio, así que todos  los planes que teníamos con la tienda, se tuvieron hacer de otra forma, que para mi, económicamente fue más difícil. Si ganaba el concurso, también ganaría dímero, un dinero que se repartiría entre los cinco, Sara, Emelí, los mellizos y yo. A parte de la gran expansión comercial que tendría nuestra marca, todo pasó de ir tan bien a ir tan mal, en solo unos años, que ni yo me lo creía.

Apagué las luces, del estudio de diseño y me dirigí hacía la calle de la derecha, pasé por el supermercado veinticuatro horas, compré unos fideos instantáneos y me metí en casa.  Por fin estaba en mi pequeño estudio, me fuí directa a la cocina, para poner a hervir agua para los fideos, mientras eso pasaba reccogí mi habitación  la cual estaba hasta arriba de bocetos. Sin duda se me daba bien diseñar la casa de mis sueños, lo que cada vez me hacía sentir más deprimida, pues veía que ese sueño no lo vería cumplido.
Mi perro estaba tumbado encima del sofá, sin duda estaba durmiendo, lo que intenté no molestarle. Cuando ya estuvieron listos los fideos,  ya estaba con el pijama, me senté en el sofá al lado del perro y encendí la televisión, no había nada interesante, así que decidí ponerme una película. No quería ni de amor, porque no creía en ello, ni de terror porque no me gustaba. Quería comedia y para comedia, la que más sabía de ello era Sara.
-¿Cual me recomiendas?
-No puedo creerlo me recomendó es una de las mejores que he visto
-¿Lo dices porque fuiste ayuante de dirección, verdad?- ella se rió por el teléfono, la había pillado mirala esta noche y luego me dices que te parece.
-Vale, hablamos pronto- dicho esto, ella colgó. No estaba en España, estaba en Marruecos rodando una nueva película, sin duda le estaba yendo muy bien en su sueño, por que cada vez tenía más trabajo debido a que cada vez su nombre iba sonando cada vez más. Me quedé durante unos minutos mirando su nombre, la echaba de menos, solo la veía una o dos veces al mes. Tenía ganas de tener el super poder de controlar el tiempo para poder alargar el tiempo con Tarik y Sara, pero no tenía tiempo para tonterías, tenía que centrarme, esa era mi prioridad, conseguir ganar el concurso y hacer que mi marca ganara más visibilidad.
Empecé a comer mis fideos, estaban asquerosos, no se por que los compré, los dejé a un lado, me puse la manta y me puse a ver la película que Sara me recomendó.

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