Regalo de Navidad

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"Me he enterado de que vuelves hoy a Madrid, te esperaré a la puerta de tu casa" Volví a releer el mensaje, no sabía de quien era, solo me respondió "Angel"
En cierto modo, tenía ganas de volver corriendo para saber quien era, pero por otro, tenía miedo de que fuera un psicópata y con ese mensaje podría ser lo más probable.

-¿Qué vais a hacer estas navidades?- pregunté a los mellizos, que iban detrás.
-Reuniones familiares y viaje al caribe- respondió Sergio.
-¿Te llevarás a Sven?- le pregunté a Macarena, quien asintió.
-También se viene Jorden.
-Bendito Jorden- sonreí al enterarme- cualquiera lo hubiese pensado.
-Bueno Aimi, ya estamos frente a tu casa- avisó Eme- no hay nadie, yo que tu bajaría ahora- yo hice caso, al momento me bajé, cogí mi maleta y me dirigí hacia casa, giré a ver si seguían ahí, pero se largaron a toda prisa, dejándome sola a la una de la noche. Antes de poder abrir la puerta, unas manos me taparon los ojos, presa del pánico, me aparté como pude y pegué una patada al aire que fue directo a las partes intimas.
-¡Dios Aimi!- dijo el dueño de la voz, cayendo al suelo por el dolor.
-¡Bannel!- grité, pero esta vez por miedo a haberle dejado sin descendencia, de la patada que le metí.- ¿Estás bien?- me arrodillé, dándole un beso en la frente.
-Entra al coche- oí malamente, así que esperé a que me lo repitiera- entra al coche- me dijo más alto. Yo lo hice sin rechistar, a pesar de que aun estaba temblando, por el miedo y por el golpe que le di. Me puse el cinturón y estuve esperando como diez minutos ahí dentro, con el aire acondicionado encendido, mientras el se recuperaba fuera bajo el frío.

-Antes que nada, lo siento- dije rapidamente, mientras el entraba en el coche. Pero no dijo nada, solo se limitó a negrar y a sonreir.
-¿Que tal el viaje?- oí su voz seductora después de otros quince minutos, yo le miré, justo sentado en el asiento del piloto. Bannel, mi Bannel, mi actor favorito, mi amor platónico, de metro noventa y siete, negro, de pelo negro, ojos gris intenso, son una sonrisa perfecta la cual me recordaba que ya estaba en casa. Yo le sonreí.
-¿En serio no te sabes mi primer nombre?- yo le miré durante unos minutos con mucho nerviosismo- increíble- dijo riendose- Bueno, cuentame que tal te ha ido- Le estuve contando todo lo que me había pasado en esos dos últimos meses, quitando la parte en la que me enrolle con Harald, ya se la contaría más adelante. -Claro que no era buena idea- me dijo mientras miraba el espejo retrovisor izquierdo- no se como les hiciste caso- acto seguido se rió- desde luego que te pierde ser buena- yo le miré con una sonrisa.
-¿A dónde vamos?- pregunté al ver que llegábamos al aeropuerto, Adolfo Suárez Madrid Barajas.
-He quedado con todos aquí- me respondió
- ¿Cómo todos?- me reí
-Ya lo verás- me dijo mientras me abría la puerta y bajaba nuestras maletas- te he traído más ropa por si acaso- dijo con una voz burlona ya que iba con mi maletón enorme, yo le saqué la lengua.
-¿A dónde vamos?- quise saber
-Ya lo verás- pasamos la aduana y al momento nos encontramos con Sara con su marido Marcos, con Tarik y su novio Borja y con Emeli, que por fin nos presentaba a su novio Juan. No me lo podía creer, estábamos juntas de nuevo, las cuatro, yo miré a Bannel quien se puso a hablar con los novios de las chicas, en una conversación bastante animada.
-Perdoname Aimi, los mellizos iban a perder el avión- se excusó Eme, yo negué.
-¿Por qué no me llevasteis con vosotros?
-Pensamos que te gustaría reencontrarte conmigo - me dijo Bannel quien me agarró de la cintura y me besó en la mejilla. El sentimiento de culpa que tenía en esos momentos no me lo quitaba nadie, al igual que no me quitaba de la cabeza lo que pasó con Harald.

-¿Te encuentras bien?- me preguntó Sara, yo asentí- tienes cara de culpable.
-No que va -
-Aimi...- me dijo leyendo mi mirada.- ¿ Qué has hecho?- me preguntó con cara seria y de sorpresa, sabiendo lo que estaba pensando.
-Enhorabuena- dije yo- ¿cuánto tiempo llevas?
-No me cambies de tema Aimi- yo miré hacia los lados y bajé la voz para que no me oyera ya que estaba delante, sentado con Borja.
-Un nordico-
-¿Cómo un nordico Aimi, qué dices?
-Un nordico.
-Ya lo se, son de origen nordico. ¿Qué ha pasado?
-Nada.
-¿Estáis hablando de Harald? - preguntó por detrás de nosotras Eme. Nosotras nos giramos, para mirarla a ella y a Tarik- la verdad que fue algo muy raro- comentó- si que tenían mucha química al principio, hasta solían halar hasta las tantas de la noche, bueno, como todas, realmente.
-¿Aimi?- se sobresaltó Tarik- ¿En srio?
-Solo nos caímos bien-
-Algo más que bien- dijo Eme- os vi- reconoció
-Eme no inventes- dije empezándome a cabrear
-Este no es un sitio para hablar de estas cosas- zanje

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