Epílogo

27 0 0
                                    

-Que si Aimi, iré solo- me respondió Stander quien iba en el coche en busca de Emeli- solamente yo puedo razonar con ella, dejádmelo a mi. Si, estará bien ¿Cuando te he mentido?.

Emeli llevaba ya unas semanas muy raras en las que nada le iba bien ni le gustaba. Solamente estaba enfadada y nos culpaba a nosotros por ello. Sin duda estábamos preocupados, pues estaba en un país extranjero. Si, llevábamos un año, pero aun así tampoco conocíamos al cien por cien nuestra ciudad, como para irse así sin más y desaparecer por una semana. Por su puesto la buscamos por todas partes, pero no hubo manera, cada vez que dábamos con ella, se volvía a escabullir y así tres veces. Esto tenía que parar, tenía que venir y explicarnos por qué lo hacía, para poder ayudara, sino podría acabar mal o incluso peor.
Toda esta historia se os contará en: Je m'appelle Emeli

No Puede SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora