A dos días de fin de año, las tensiones entre todos era impresionantes, pues aunque estábamos en familia como amigos que eramos, teníamos que reunirnos con nuestras propias familias y eso en las parejas hacían estragos, lo que hizo que acabásemos haciendo un pacto en el que acordamos que no hablaríamos sobre ello hasta el día uno, por desgracia la tensión seguía ahí y no había tema de conversación que no diese pie a silencios incómodos.
-¿Nadie va a decir nada?- preguntó Fran.
-¿Que quieres que respondamos?- pregunto Tarik.
-Que si o que no, solamente es reservar.
-¿Tu que piensas Aimi?- me preguntó Fran
-Yo creo que estaría genial.
-Pero es estresante dijo Juan
-¿De verdad os queréis poner a cocinar mañana?- preguntó Macarena, quien había llegado con Sergio, Sven y Jorden, dos días antes.
-Yo estoy de parte de Fran.
-¿Por qué no cenamos aquí y luego nos vamos aun pub interesante a celebrar el fin de año- respondió Jorden. Nos miramos con caras de aceptación y por una vez en lo que llevábamos de disputas, nos pusimos de acuerdo.
-¿Qué preparamos?- preguntó Marcos
-Comida variada.
-Madre mía, va a ser la peor celebración de nuestras vidas- se quejó Sergio.
-¡Por favor, cuantas quejas!- dijo Sven. -¿Tantas quejas para qué? Solo tenemos que pasar bien entre nosotros
-En eso tiene razón- respondió Bannel que hasta entonces no había hablado- organicemos nuestras respectivas tareas- dijo dando una palmada.
-Nosotras compraremos los ingredientes- dijo Eme levantándose del asiento- vosotros cocináis.
-Hecho- asintió Borja, todos los chicos se pusieron de acuerdo.
-Nos vamos- dicho esto nos fuímos al aparcamiento del hotel y cogimos el coche para ir a un supermercado a comprar.
-¡Música!- gritamos todas a unisono- al momento Tarik la puso y empezamos a cantar.
Mientras Tarik conducía las de detrás íbamos buscando los mercados más baratos para ir comprando las cosas, aunque con tanta gente comprando, quizás no tendríamos lo necesario. A la vez que buscáramos, los chicos se fueron a pasar un día a lo grande, mientras nos iban enviando la lista de las cosas de comprar. Con todo ese pedido nos tiramos casi todo el día debido a que algunos de los productos los tuvimos que ir a comprar a huertos ecológicos. Cuando llegamos de nuevo al hotel hablamos con el encargado para ver podíamos reservar unos fogones para el día siguiente, nevera ya teníamos en cada habitación, así que nos repartimos entre todas, toda los alimentos.
-¿Chicas?Tenemos un problema- dijo Maca cuando nos reunimos en el vestíbulo- nos faltan las uvas- todas nos miramos sorprendidas.
-Eso es lo más esencial, ¿cómo se nos ha olvidado?- dije sobresaltada- Sara, vamos- dije cogiendo las llaves del coche a Tarik.
Nos subimos al coche y nos dirigimos a todos los súper mercados, pero ya no quedaban hasta mañana, así que volvimos a la tienda ecológica para comprar las uvas.
-¿Otra vez aquí, chicas?- nos preguntó el chico.
-Si, se nos olvidaron las uvas.
-Pues con un poco de suerte tendré ¿Cuantas necesitaríais?
-Macarena... Marcos... Fran... - empezamos a calcular- unas ochenta y cuatro.
-Mejor os traigo una caja.
-Gracias- sonreímos, esperamos unos cinco minutos
-Por cierto, enhorabuena chicas- nos despidió. Cogimos el coche y luego nos dirigimos hacia el hotel que estaba a dos horas de camino, pero por algún motivo se nos reventó una rueda, lo que nos hizo quedarnos en medio de la carretera.
-¿Qué vais a hacer vosotros?- le pregunté a Sara
-Nos iremos a Marruecos, para reunirnos con nuestras familias.
-Eso está bien.
-¿Vosotros qué vais a hacer?
-No lo se, estamos discutiendo mucho por eso, quiere que vaya a Estados Unidos con ellos a pasar la noche de reyes.
-¿No quieres ir'
-¿Para qué?
-Deberíamos llamar a alguien para que nos vengan a buscar- dicho esto llamó por el móvil y a los cinco minutos colgó.
-Que frío hace ¿No?
-Si- nos metimos dentro y pusimos el aire acondicionado. Seguimos hablando de nuestras cosas y nuestros planes de futuro respecto al tema de nuestro futuros hijos, ella ya sabía que iba a tener una niña, con lo que me enseñó fotos de sus ecografías, no se por que pero empecé a pensar en si sería niño o niña y como sería, ¿Heredaría los ojos de su padre, mi pelo, quizas? Mientras hablábamos sin que yo prestara mucha atención, llegó un coche que nos hizo unas ráfagas con las luces. - Ya han llegado- comenté, el coche se puso delante del nuestro y nosotras nos bajamos.
-Buenas noches- nos saludó Fran
-¿Hola chicos?
-¿Cómo estáis?- preguntó poniendo el aire acondicionado.
-¿Y Macos?
-Estan organizando los demás la cena de mañana.
-¿Seguro?
-Aimi, ¿De qué me serviría mentirte?
-Tienes razón.
-¿Qué te pasa con mi hermano?
-No quiero ir a Estados Unidos con el- me sincere
-¿Por qué? Nos lo vamos a pasar bien.
-Me sentiré incómoda.
-Pero vas a estar con nosotros- me miró por el retrovisor- conmigo ¿te caigo bien no?
-Claro- sonreí.
-Así conocerás a nuestra familia y sobrinos.
-No quiero ir, me siento obligada por Bannel.
-¿Tu qué piensas Sara?
-Te pasas todo el día trabajando Aimi, y estoy segura de que quieres volver para tabaja. Te irá bien- le apoyó.
-Esto no tiene sentido.
-Bueno Sara ¿Cómo la váis a llamar?- preguntó cambiando de tema.
-Estamos pensando en Rossie.
- Que nombre más sonoro, me gusta.
- Aunque se permiten sugerencias- le sorprendió. Todo el camino estuvimos hablando sobre la futura hija de Sara y Marcos. Me encontraba muy mal con ganas de vomitar y sin fuerzas, con lo que me fuí directamente a mi habitación, me duché y luego hice mi ritual d crema entre vomito y vomito, puse la televisión para ver que tal iba por España a la vez encendí el portátil.
-Buenas noches- oí nada más abrirse la puerta, Bannel entró con su resplandeciente sonrisa
-Buenas noches Bannel.
-Te he traído cosas para cenar.
-Me encuentro fatal, no quiero nada- le avisé, mientras volvía a darme arcadas.
-Come aunque sea un poco.
-No quiero.
-No podemos seguir así...- dijo sentándose con cuidado a mi lado.
-¿A qué te refieres?
-¿Por qué no quieres ir a Estados Unidos de visita?
-Porque yo quiero estár con mi familia.
-Aimi...- el sabía que me pasaba las fiestas, sola con mi perro en mi estudio, sin que nadie me molestara, total, había perdido la ilusión por la navidad hacía ya muchos años. - ¿Por qué no pones un poco de alegría en tus vacaciones?
-Porque no quiero, yo no soy sí Bannel.
-¿No piensas cambiar ni por el bebé?
-Eso no tiene nada que ver Bannel
-Ayudame a entender.
-Aunque te lo explique no lo entenderás.
Bannel se levantó y se fue directamente al baño, pude oir cómo se duchaba y posteriormente se afeitaba, a la vez que cantaba con su voz grave y seductora, la cual quitaba el hipo a cualquiera, a pesar de que quería dar sensación de enfado, me dejé llevar por algunas canciones que cantaba, las cuales me sabía, salio un par de veces de improvisto para ver si estaba cantando, pero siempre paraba al segundo, cuando salió definitivamente me puse mi almohada tapandome la cara y de esa forma me dormí.
-Buenos días- desperté a Bannel con energía, al ver que no quería levantarse, empecé a darle con la almohada, lo que no le hizo mucha gracia.
-Que pesadita estás esta mañana- dijo esquivando la almohada.
-No se por qué pero presiento que hoy va a ser un día muy especial- dije intentando incorporarle
-Si que lo será- me dijo mirándome fijamente a los ojos, con una sonrisa ladeada.
-Vamos, vistete, hora de desayunar- le recordé pasándole la ropa,
-¿Cual es el plan para hoy?-preguntó Macarena.
-Nos vamos de ruta turística, al rastro, comemos fuera, nos vamos de compras y acabamos un spa- dijo Tarik quien había planeado sorprendentemente bien el día, demasiado bien...
-Y nosotros a cocinar- dijo Marcos con falso entusiasmo.
-Pues venga- dijo Eme levantándose - vámonos.

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No Puede Ser
Romance"Hola Aimarés, mi novia y yo nos vamos a casar, estamos muy ilusionados, tenemos muchas ganas de que llegue el día, nos casaremos en Grecia. Nos gustaría que nos organizaras la boda. Esperamos tu respuesta" Así comenzó todo, después de cuatro años...