Capítulo 11

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Días después...

Las cosas se han tornado un poco extrañas en mi vida desde la ultima vez que salí con Ross... les diré porque: resulta que la chica que le pidió la foto a Ross nos siguió hasta mi casa y digamos que logró sacar una foto del beso en que nos dimos, no entiendo cómo hizo para esconderse.
Ross se ha estado disculpando una y mil veces conmigo por ese incidente, a lo que siempre le respondo que no fue su culpa.
Bien, sigamos; un pequeño porcentaje (los demás me ignoran) de la universidad se la pasa haciendo preguntas respecto a ese tema, bueno no solo a mí, a Ryan también lo molestan junto con Winter, que son las personas de la universidad más cercanas a mi. Lo bueno de esto es que las fans de los chicos no saben su ubicación actual, que es la casa de Ryan.
Afortunadamente tampoco saben la ubicación de la escuela de Nat, aunque por lo que él me dice es que unas cuantas de sus compañeras le preguntan si yo estoy saliendo con Austin Moon, sí, como lo escuchan, son pocas niñas que dicen "¿Tú hermana está saliendo con Ross Lynch...?" Los y las demás dicen Austin (por Austin & Ally) y Brady (por Teen Beach Movie) lo cual es entendible, digo tienen entre cuatro y cinco años, es obvio que conocen a Ross por sus series y películas en Disney.
En fin, creo que me desvíe un poco del tema. Gracias a estos sucesos, Ross y yo no hemos podido vernos, lo único que hacemos es llamarnos por celular o hacer videollamadas. Es algo frustrante que él esté aquí y no podamos salir, a la vez es bueno ya que algo que según yo había quedado en el pasado, volvió para molestarme en estos días.

-¿Leila me estás escuchando?- una Winter enojada y con los brazos cruzados me sacó de mis pensamientos.

-Lo siento... ¿Qué decías?- me senté mejor en su cama.

Hoy era viernes y decimos venir a su casa después de clases para realizar algunas tareas de la universidad. Ahora ya no teníamos nada que hacer, ya que terminamos todos los labores escolares y nos encontrábamos aburridas en su habitación.

-Nada importante- suspiró- ¿qué te parece si vamos al centro comercial?-

-Es una buena idea- me encogí de hombros- aunque sé que me encontraré a fans locas por R5, pero creo que será divertido- ambas nos paramos de su cama y agarramos nuestros bolsos.

-Te recuerdo que tú perteneces a esas "locas por R5"- bajamos las escaleras y salimos de su casa.

-Tienes razón.- reí- ¿Qué tal las cosas con Ryan?- pregunté una vez estando dentro de su auto.

-Todo bien... ¿sabes? Creo que le gusto- sonrió sonrojándose.

-¿No...? ¿En serio? No me había percatado de eso- hablé de la forma más sarcástica posible.

No podía creer que Winter fuera tan despistada como para no darse cuenta de que Ryan estaba loco por ella.

-No te burles- me pegó en el brazo- sabes que a veces soy un poco despistada-

-¿Un poco?- alcé una ceja y ella bufó.

-Bien, tal vez muy despistada, pero entiéndeme, es difícil aceptar que le gustas a tu crush-

Y tenía razón, me pasaba lo mismo con Ross.

[...]

Llegamos al centro comercial luego del terrible tráfico que se encontraba en la ciudad en un viernes por las tardes.

Una vez que entramos al centro comercial, comencé a sentirme un poco ansiosa... demasiado como para decir que estaba apunto de tener un ataque de ansiedad. Casi nadie sabía que yo tenía problemas con la ansiedad, hasta el punto de no poder respirar bien; las únicas personas que lo saben son mis padres y Ryan, ni siquiera Winter lo sabía.
Es un poco difícil tranquilizarme cuando tengo un ataque, Ryan me ayudaba con ellos, pero lamentablemente no estaba con Ryan.
Les explicaré porque estoy sintiendo ansiedad ahora: mucha gente que está aquí en el centro comercial (en especial las chicas) no despegan su mirada de mí y eso provoca que me sienta incómoda.
Esto es lo que llegó a molestarme en estos días, ya tenía un tiempo desde que no me daba un ataque de ansiedad; creí haberlos superado... pero veo que no lo hice.

-¿Estás bien, Leila?- preguntó Winter y yo asentí.

-Sí- carraspeé mi garganta- lo qué pasa es que... quiero un helado- sonreí.

-Bien, vamos por un helado, chica rara- tomó mi brazo y me llevó hacia una heladería que estaba dentro del centro comercial.

Gracias a que comenzamos a caminar más rápido, mi ansiedad fue bajando un poco.

Ella fue a pedir los helados mientras yo me quedaba en una mesa respirando profundamente con los ojos cerrados.

Un par de voces conocidas para mí hicieron que abriera mis ojos. Ryan y Ross se encontraban en la heladería, ambos formados en frente de la mesa en la que me encontraba.
Sí, la fila era un poco larga, llegaba hasta la mitad de la heladería, por eso ellos estaban en frente de mi mesa.

Creo que ninguno de los dos se percató de mi presencia y de verdad que lo aprecio, no quiero hablar con nadie. Es por eso que Winter fue por los helados.

Volví a cerrar los ojos y recargué mi cabeza en mis manos. Habían llegado las ganas de llorar, no puedo estar un segundo más aquí.

¡Vamos Leila, tú puedes! No puedes dejar a Winter aquí sola.

Es lo que trato, consciencia.

-¿Leila?- alcé mi vista encontrándome con unos ojos azules.

-Hola Ryan- traté de sonreír.

-¿Está todo bien?- preguntó mirándome preocupado.

-Sí, solo estoy cansada y un poco desesperada. Winter está en la fila para pedir nuestros helados y no avanza- expliqué y él frunció el ceño.

-Te conozco bien Leila, te recuerdo que soy tu mejor amigo- cruzó los brazos y me miró expectante.

-Bien... yo... estoy teniendo un ataque de ansiedad, nada serio- reí nerviosa.

-¡Nada serio!- exclamó tomándome de la cara- Leila esto es demasiado serio, no entiendo qué haces aquí si estás muy ansiosa-

-Yo... cuando llegamos aquí fue cuando comenzó todo- me abrazó.

-Le diré a Ross que vaya por Winter y nos iremos a mi casa- besó mi cabeza y caminó hacia Ross.

Entiendo que se preocupe por mi, pero creo que puedo controlar este ataque que está comenzando.

Tu misma sabes que no puedes.

Vi como Ross caminó hacia Winter y le dijo algunas cosas. Espero que Ryan no les haya contado nada.

-Listo, vámonos- me paré del lugar del que estaba sentada y me abrazó por los hombros.

¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?

Do You Love Me?- Ross Lynch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora