Un Ukelele agujereado, con los costados rasgados por tantas caídas o quizás por el tiempo, quien sabe las vidas o los dueños que habrá pasado. Y sin embargo cuando alguien rasga esas cuerdas, el instrumento vive y transmite, la persona que hasta ahora no era más que eso una persona, se convierte en artista, transmisor de un mensaje oculto en cada una de esas notas que su querido Ukelele emite. Vida.
El instrumento vive y toma parte de tu alma, te conmueve, te alegra, te hace sentir triste.
Vive en tus emociones, porque la música es vida.
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Lecturas a Medianoche
Random...A veces me gustaría creer que me encuentro en parte de estas letras, a veces quiero creer, que mientras lloro, río o me angustio veo un poco de calma, a veces quiero creer que tengo la cura de todos los males, a veces me gusta cantar con mímica...