Con suéter blanco con rayas negras de mangas tres cuartas, zapatos de tacón, un saco y un bolso de color crudo, Charlotte, se encontraba sentada en el living de su casa haciendo zapping, hasta que su teléfono sonó.
—Hola, cariño.
—Hazza, hola. ¿Cómo estás?
—Bien, y ahora que te llamo mejor. Sabes cómo me pone tu voz
—Eres un cerdo hasta por teléfono. ¿No hay nadie cerca tuyo verdad? Que va a pensar la gente que te escuche.
—Hay una señora, que me está mirando raro. Creo que quiere que le diga lo mismo que te digo a ti.
— ¡Harry! ¡Cochino! —le dijo ella, riendo.
— ¿Estás haciendo algo ahora? Estoy fuera de la casa de Liam, queda cerca de la tuya, podría pasar por allí y...
—Lo siento. —lo cortó ella, con voz lastimera. —Es que... Tengo mucho sueño, y... Me estoy por ir a dormir.
—Son las ocho de la noche, linda.
—Lo sé, pero... Estoy cansada. —prosiguió ella con su mentira, hasta que el timbre sonó.
— ¿Esperas a alguien? —indagó, luego de escuchar el timbre.
—No, a nadie. Yo... Me voy a dormir, ¿si? Besitos, cuídate.
—Espera, solo quiero saber... —dijo el chico, cuando el timbre volvió a escucharse, y se oía como ella, iba hasta la puerta.
—Me voy, Hazza. Hasta mañana.
—Hasta mañana. —finalizó ella la conversación.
***
—Más hermosa sería imposible. —sentenció el castaño, cuando Charlotte le abrió la puerte
—Gracias, Louis. Tu también estas muy lindo.
— ¿Vamos? Tengo reservación en el restaurante del Hotel Plaza on the river.
—Si, claro. Vamos. —dijo ella, tomando el brazo de Louis, para encaminarse al restaurante.
***
—Te digo, Liam. Me está mintiendo en la cara. Estaba esperando a alguien.
—Quién iba a decir que la infiel de la relación terminaría siendo Charlie.
—Cierra la maldita boca, Zayn. —sentenció el castaño, enojado.
—Tal vez, era un vecino pidiéndole azúcar, o el delivery. —dijo más tranquilo el dueño de casa.
—O, un chico.
—Si no vas a decir algo bueno, Niall. Cállate. —continuó Liam, molesto. —Charlotte jamás te engañaría, en su no-relación.
— ¿No-relación? No me estás ayudando, idiota.
—No te enojes conmigo, Harry.
— ¿Por qué no salimos? Vamos, tomamos algo, comemos y relajamos el ambiente. —comentó Niall, parándose dela cama de Liam, y tomando su chaqueta.
—Sí, mejor, vamos. —finalizó Zayn, levantando a los empujones a Harry.
***
— ¿Modelo? Jamás te vi haciendo algo así. —decía el chico, sorprendido. —Pero sé que eres hermosa, y además de eso, eres capaz de hacer cualquier cosa que se te ocurra.
