Darwin bebía de su malteada con expresión de aburrimiento,miraba a aquella parejita que hace unas semanas habían dicho que su relación era oficial.
Anais llegó y se sentó a su lado,le quitó la malteada y bebió de esta.
- ¿Estás bien?.
- No,los veo y me da grima.
- Bueno...¿ya lo has intentado?...
El de cabello naranja bufó arrugando su nariz y frunciendo el entrecejo con molestia. Le volvió a quitar la malteada para botarla al bote de basura.
- ¡Anais! Soy miserable -fingio chillar- Cada que me le acerco huyó...
- Claro,es el que te gusta.
- No solo eso,me enamore de el..
Anais sostuvo el rostro de su (no) hermano,lo miro fijamente mientras se levantaba.
Darwin solo cerro sus ojos derrotado.
- Darwin,no seas cobarde. Así nunca avanzaras.
El mediano cruzo sus brazos- Vale,mejor para mí.
El timbre sonó dando aviso al fin del descanso,los estudiantes volvían a sus aulas. La pareja se despidio,el mayor se dirigía a pasó lento hacia el par de hermanos.
- ¿Vamos o...?...
- Quédate -hablo Darwin- De todas maneras no tenemos profesor.
Gumball alzo sus hombros- ¿Te sucede algo,hermano?.
- Para nada,ando pensativo -recargo su cabeza en el hombro de este.
- Anais,¿no deberías ir a clase?.
- Nop,a pesar de estar en secundaria ahora...los profesores son perezosos.
Ahora que lo pensaban bien,los tres habían cambiado totalmente,la pequeña niña con un IQ bastante alto había crecido y cambio su personalidad. En Gumball,las cosas iban de maravilla,comenzó a ejercitarse y salir de vez en cuando,igual ya había madurado un poco,con ello su voz y altura. Darwin había crecido un poco,aún era más bajo que el de cabello azul,era un poco más serio y seguía con la misma personalidad.
- Deberíamos ir a la cafetería.
- Me parece buena idea.
- Por fin tu cerebro se encendió -comento la fanática de Daisy mientras caminaban.
- Tú calla,no te pregunté -se defendió Gumball riendo.
Darwin solo sonreía bobamente hacia el más alto,tenía su brazo abrazado y su cabeza seguía descansando.
A Gumball eso no le incomodaba, ni siquiera sabía de la sexualidad de su hermano mediano ya que nunca pregunto. El seguía siendo feliz con Penny,ciegamente lastimaba a quien estaba enamorado de él verdaderamente.
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- ¡No! ¡Jamás lo haría!.
- Entonces pierdes -la menor lanzó una almohada al rostro de su hermano- Lo estás dejando ir
Darwin miraba a través de la ventana a Gumball besandose con Penny,sintió su frágil corazón hacerse pedazos. Anais lo tomo de los hombros y lo abrazo,un poco confuso acepto.
- Darwin...
- Dime.
- ¿Si entiendes que Gumball nunca te hará caso? El es...ya sabes,heterosexual.
- Aun así,no creo tener oportunidad...
Ocultó su rostro en el cuello de esta dejando que las lágrimas salgan,sus manos ejercían fuerza en el vestido de la más baja. Mordía su labio inferior en un intento de callar sus quejidos.
- Suéltalo...
Finalmente se desahogo como nunca en los brazos de la única persona quien le hacía caso.
Aquel chico con el que salió hace meses tenía razón,el amor podía ser muy maravilloso y fácil de soñar pero también tenía su lado oscuro. Darwin ya lo había visto,no quería pasar por otra decepción más.
