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Su corazón latía a mil por hora mientras corría sin detenerse. Detrás de él,se escuchaban voces que lo perseguían.
— Maldita sea...—susurro mientras se escondía detrás de unos árboles.
— Hey...
Instantáneamente volteo en dirección donde escucho la voz. Diviso a su compañero de habitación y amigo de esos dos años,en cuanto los soldados se distrajeron,corrio hacia este con sigilo.
— ¿Y ahora que hacemos? —pregunto agitado— Estamos rodeados.
— Bien,mi idea puede que no te guste,pero no te sueltes de mi mano —sin decir nada más,sostuvo fuertemente la mano del más alto— En cuánto cuente en tres,empezamos a correr...
El de cabello azul acomodó su postura,miro de reojo a su compañero y sonrió determinante.
1...
Dió una bocanada de aire.
2...
Los soldados apuntaron sus luces hacia el lugar donde estaban.
3...
Al término de la palabra,comenzaron a correr a toda velocidad esquivando cualquier obstáculo ágilmente.
— ¡Solo a un babotas se le ocurre hacer tal plan de vida o muerte!.
— ¡A la mierda con ese internado militar! ¡Quiero vivir la vida libre!.
— Seguro lo dices por él...—sus ojos negros dieron con los rojos— ¿No es así,Watterson?.
— Quizá estés equivocado.
El de menor altura alzó los hombros restándole importancia,la verdad es que le daba igual,el tenía a alguien más importante que visitar en el pueblo de Elmore.
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Bajo del autobus cargando con solo una mochila y una muda de ropa que era su uniforme militar.
Su panorama no era nada más y nada menos que su hogar. Con nerviosismo subió las escaleras acercándose a la puerta.
