Volver mi corazón de piedra; mi rostro de acero, engañar y ser engañada, y morir: ¿quién sabe?
Somos cenizas y polvo.
Lord Alfred Tennyson; Maud
Oh, querido, ¿En verdad creías que todo había terminado?
Segunda temporada de "Secretos Letales"
Ja...
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Para ser tan de madrugada (las 4:30, exactamente), me sentia mas despierto que nada. La adrenalina de la situacion corria por mi sangre mientras me encontraba en el portal de la mansion, con la mala noticia de que la puerta se mantenia cerrada con seguro. Estaba escondido entre las sombras, pensando que realmente todo esto era una muy mala idea.
La puerta principal se abrio, de manera que pegue un salto al darme cuenta que quizas podria ser pillado y esto se iria a la mismisima mierda, incluso abri la boca para soltar una maldicion cuando senti una fria mano en mis labios, empujandome sin hacer ruido contra la pared mas cercana.
-¿Acaso no aprecias vivir, pedazo de mierda? -escuche una voz tan baja que crei que serian mis pensamientos, pero reconoceria esa molesta voz donde fuera.
-Jian -susurre aun contra su mano.
Me solto, haciendo una cara de asco mientras limpiaba las inexistentes motas de saliva de sus manos. Me miro una vez mas, moviendo su otra mano frente a mi.
Tenia una llave.
-Sigueme -susurro mientras comenzaba a caminar hacia la salida.
Me di la vuelta una ultima vez, mirando la mansion, a sabiendas que jamas volveria.
Sali de ahi, caminamos a traves del gigantesco patio, tratando de no hacer tanto ruido mientras las hojas eran pisadas a causa del otoño. Ninguno dijo nada, en su rostro no habia expresion, tampoco color. Supuse que seria el frio de la madrugada.
Estuvimos fuera de la imponente reja negra solo por unos segundos ya que Jian miro con cautela hacia los lados y camino con paso firme dentro del bosque. Lo segui, con mucho cuidado pero tambien con una suave sensacion de que ahi habia algo mal.
Al adentrarnos un poco el frio aire se hizo presente, despeinandome con la suave brisa, pero pronto supe porque es que eso habia sucedido.
Habia un auto, un bonito Cadillac Escala de color negro, el cual estaba encendido y por ello, un suave aire escapaba del motor, logrando que algunas hojas del piso revolotearan.
Jian abrio las puertas sin decir nada e incluso crei que me echaria del asiento del copiloto, pero asintio suavemente al verme entrar. Ya en su asiento, miro por la ventana la aun visible mansion.
-Por fin, dile adios -dijo al aire, antes de arrancar.
[...]
La carretera de Madrid era bellisima, no estaba tan transitada para ser las 5, e incluso, aun en la oscuridad, comenzaban a brillar las luces de la ciudad, indicando el comienzo del dia de cientos de personas.
-Eres todo un niño -gruño Jian mientras tenia la vista al frente. En su rostro habia una ligera molestia, pero supuse que asi era el.
-Nunca antes habia salido de mi pais, es normal para mi -murmure, aun con la vista pegada a la ventana ¿Y que si queria darle una ultima vista? No creia que regresar a España estuviera en mis opciones futuras.
