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(Solo escribiré capítulos de este tipo muy de vez en cuando)

La nueva jefa de departamento le había causado migraña.

De por sí, debía soportar aún las órdenes de Alan Navarro, quien por mucho tiempo fue su ejemplo a seguir, pero ahora que sabía que Alonso Villalpando estaba vivo, no lo dejaba en paz. Y por si fuera poco, estaba obligado moralmente a escuchar las quejas de su padre por no haber podido obtener el puesto querido. Aunque, de hecho, él tenía un poco de culpa en eso, si no se hubiese marchado, el apellido Villarreal aún brillaría.

No es que alguien supiera sobre su relación con un antiguo criminal, sino que, junto a su padre, habían dejado que Villalpando, una de las personas más buscadas por la CIA, se escapara y se burlara de ellos.

Claro que, tampoco sabían que su mejor amigo tenía una estrecha relación con él, ni que Bryan había participado para que Alonso se saliera con la suya. Algunas veces se imaginaba contándole todos sus secretos a alguien y en ese momento le dolía el pecho.

Nuevamente marco el teléfono, pero este era enviado directamente a buzón. Comenzaba a preocuparle, Freddy y el nunca dejaban de hablar por tanto tiempo.

Sabía que estaba en alguna parte de España, visitando a su mejor amigo, pero por lo regular hablaban cada que podían. Se deseaban y extrañaban cada que se mantenían lejos, así que nunca perdían la comunicación por mucho.

Le envío un mensaje más antes de escuchar el repiqueteo de unas botas acercarse. Rápidamente guardo el aparato en su pantalón y se dirigió al escritorio que tenía frente.

-Oh, creí que ya te habías ido -dijo la mujer en la puerta, este se volvió, con algún folder tomado de improvisto de entre los documentos de su padre.

-Ya me iba, solo olvidaba un expediente, señorita Alvarez -respondió, agitando suavemente el papel. No entendía exactamente por qué la comandante Alvarez lo ponía nervioso.

No debía ser más de 2 años mayor que él, de piel clara y bonita sonrisa. Ahora que se había acabado el turno, llevaba el cabello rizado café claro suelto, ondeandole detrás de la espalda.

-Estamos fuera del horario laboral, llámame por mi nombre, Bryan -pidió con media sonrisa, el asintió, correspondiendole.

-Esta bien, Zoe.

Ambos salieron de ahí en una suave platica, no laboral, pero tampoco muy lejos. Era muy agradable, claro estaba, pero de cierta manera le recordaba a alguien, que le llenaba la piel de escalofríos.

Se despidieron con un beso en la mejilla y cuando Bryan estuvo dentro de su auto, recordó inmediatamente.

Era pequeña, delgada, de piel muy blanca y cabello muy negro con un par de curiosos ojos cafés.

Se había presentado como Irina Carletti, diciendo ser la prima de Adam Carletti. En aquel entonces creía que ese era el nombre de Freddy, por lo que se le hizo apenas raro que una chica llegara preguntando por su primo.

Le había dicho que los había visto juntos y le preguntó sobre su relación. Después solo comento que "Adam" regresaría el próximo verano.

Tiempo después, Freddy le dijo que en realidad se llamaba Jade Finch y fue a su búsqueda para chantajearlo con su relación.

Un criminal, ex-novio del jefe de una de las organizaciones criminales más peligrosas, y un policía, hijo de uno de los agentes más reconocidos ¿Juntos? Que buena broma... O la peor de las tragedias.

Pero Jade estaba muerta, se lo había asegurado Freddy.

Y no es que Zoe se pareciera a ella en lo físico, sino en la acaramelada actitud. Tratando de ser encantadora.

Acorralados || 2da Temporada || J. V. & B. M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora