8.

83 9 0
                                    

Alonso era un idiota.

Bueno, tal vez era yo y el hecho de que no estaba pensando para nada bien. Y el hecho de que había perdido la cuenta de los golpes que había recibido también tenia algo que ver.

Había despertado en la misma habitación con la misma mano enganchada al mismo tubo. Si no fuese por el terrible dolor de cabeza, pensaría que era un sueño, y que nunca había sucedido mi intento de escape.

No tardó mucho para que el mismo chico llegara y me reprendiera por haber intentado escapar. Y después vino la paliza.

Así que, en realidad, no sabía exactamente si estaba pensando con claridad.

Pero si había algo en mi cabeza eran dos cosas; De nuevo había desaparecido y de nuevo había sido culpa de Alonso.

Solo que esta vez... El no regresaría a rescatarme. Sabía lo que había escuchado, y el me había abandonado. No había mucho que decir.

Cerré los ojos, haciendo una mueca por el dolor en todo mi cuerpo. Creí que en cualquier momento me desmayaría y cuando comenzaba a perder la conciencia... Bueno, hubo disparos.

Di un pequeño brinco e intente mirar por la ventana, pero simplemente no había nada visible. Quería mantenerme despierto hasta saber que demonios pasaba, pero mi consciencia iba y venía.

Comencé a intentar deshacerme de las esposas pero era claro que lo hacía en vano, mis fuerzas bajaron hasta el punto en que en cualquier momento caería rendido... La puerta se abrió y dijeron mi nombre.

Pronto, Alonso Villalpando estaba arrodillado frente a mi, con su mano en mi mejilla, pronunciando mi nombre.

Entonces todo se desvaneció.

(***)

En el sueño, estaba sentado e inmóvil en medio de un cuarto de música. Había un enorme piano de cola rojo en un escenario, alrededor del salón habían guitarras, teclados y otros instrumentos.

Y Alonso apareció, no se si fue así o simplemente no lo había notado, pero estaba de pie detrás del piano, levemente inclinado sobre el, mirándome fijamente.

Le sonreí aunque no quería hacerlo pero el se mantenía levemente serio. Se inclino más, poniendo sus brazos como apoyo.

-Así que... ¿Vas a dejar de alejarme? -pregunte. Las palabras salían sin mi control, era como si fuera solo un espectador de lo que pasaba.

-No lo entiendes Jos -murmuró y negó un poco-. Si te deje fue por algo. Es increíble que aún sigas con esto por mi.

-¿Esto?

-Tu preocupación. No tiene sentido si yo no lo correspondo.

Me levante del suelo y me sente en el taburete del piano, él seguía recargado en este, mirandome con ojos sombríos.

-Estoy seguro de que me correspondías. Que me correspondes aún -insistí con necesidad de tomar su mano. La carcajada que soltó estaba llena de una diversión triunfal, casi burlona.

-¿Estas seguro de lo que crees? -pregunto.

(***)

-Si la organización se entera...

-¿Que? ¿Que harán? Es Alonso, van a soportarle mil idioteces.

-Pues seguramente ya sobrepaso ese número.

Estaba consciente, podía escuchar unas voces en la misma habitación que yo, sin embargo, no podía abrir los ojos, ni moverme demasiado.

-Tampoco creo que lo odien.

Acorralados || 2da Temporada || J. V. & B. M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora