Acorralados || 2da Temporada || J. V. & B. M.

23 pt. 2

Jem habia sido educado duramente, sin embargo, a diferencia de la mayoria en el ambito en que se encontraban, el habia obtenido amor por parte de la gente a su alrededor. Habia sido privilegiado, quizas.

Aunque no fuese notorio, Alonso lo habia educado amorosamente.

-Cuando me hablaron de que el gran Villalpando tenia un hijo, realmente crei que seria suyo -hablo el hombre, sentado en un asiento de piel girable mientras contemplaba al niño recostado sobre un sillon aterciopelado. Su respiracion era constante, su pequeño pecho subia y bajaba. Parecia como si estuviera dormido en lugar de estar sedado.

-¿Y que te dice que no es suyo? No es secreto que Villalpando era un gran Romeo -menciono la castaña, haciendo un mohin con la mano, restandole importancia para mirar atentamente al niño.

-No se parece en nada a el -respondio, simple. El  hombre de ojos verdes oscuros se levanto, caminando hasta la figura adormecida que descansaba en el sillon. Paso sus largos dedos por uno de sus rizos negros-, Alonso siempre fue de cabello pelirrojo y lacio.

-Podria parecerse a la madre -propuso la chica. El la miro unos segundos.

-Piensa mas, querida. 

Regreso a sentarse en la silla. Ella, solo miro hacia abajo, levemente avergonzada ya que esas palabras trataban de darle a entender que algo estaba haciendo mal. Su padre llamaba su atencion de una manera mas logica que violenta.

-¿Y que vamos a hacer con Jem? -pregunto la joven. En dos segundos, un punto en su cuello ardio, pero evito llevarse la mano ahi. No queria mostrar ningun signo de debilidad frente a el.

-Regresarlo, claramente -repuso el hombre, mirando unas fotos que se encontraban sobre su escritorio. Estaba decidiendo cual era la indicada de todas ellas.

-Pero... Despues de todo el trabajo... -chillo la chica, dejandose llevar dos segundos por una frustracion creciente.

Su padre la acallo con una sola mirada. Incluso ella retrocedio dos pasos, como un cachorro de leon enjaulado.

-No fue en vano, ni pura diversion, si eso crees -miro de nuevo al chiquillo, pues este comenzaba a reincorporarse. La mirada, llena de alteracion, sorpresa y reconocimiento hacia aquel hombre le hizo sonreir-. Es un mensaje.