19.

83 9 0
                                    

-No deberías ponerte tan nervioso.

Reí evidenciando mis nervios, recargando suavemente la cabeza en el vidrio de la ventana.

-Es algo que tu has hecho cientos de veces, sin embargo, yo tengo el nerviosismo de la primera vez -aclare.

Alonso suspiro pacientemente, bajando la velocidad apenas un poco.

Ayer, después de escuchar que también querían verme a mi, Villalpando salió directamente a su oficina y se mantuvo ahí como por una hora, cuando al fin salió vino directo a la habitación y solo me pidió disculpas, diciendo que teníamos que ir ambos si queríamos un poco de información, pero que no me preocupara, Alonso iba a estar todo el tiempo conmigo y no iba a permitir que nos pasara nada.

Y así es como terminamos ambos en un auto conduciendo a no se que lugar en un ambiente algo incómodo, las sensaciones de la vez pasada seguían ahí pero nadie había hecho algo para aclararlas.

-Pero no debes ponerte nervioso. Vamos a ir a un pequeño pueblo, de hecho, a una anticuada iglesia a ver a una mujer de cuarenta años. No es la gran cosa. Y si lo hubiese tomado peligroso, tu no estarías aquí.

-Alonso, no es eso -lo mire mientras el solo me dedicaba una suave mirada antes de regresarla al camino-. Me pone nervioso toda esta situación.

-A mi también me pone nervioso -confesó Alonso en voz baja-, pero elijo no prestarle atención y pensar en cualquier otra cosa.

-Es difícil.

-Lo se Jos, pero... -su mano tomó la mía por sorpresa, pero lo único que hice fue mirar atentamente, no podía reaccionar-, intenta concentrarte en algo más.

Llevo mi mano a su mejilla y la apretó con suavidad, sonriéndome apenas mientras regresaba la mirada al frente. Cuando me relaje, solto mi mano con delicadeza, satisfecho consigo mismo.

-Necesito distraerme -murmure bajito.

-Pues busca una distracción.

-Veamos... Tú.

Alonso arqueo las cejas, con una rápida mirada divertida asintió suavemente.

-Me habían llamado de muchas maneras, pero no recuerdo que una de ellas fuera "distracción" -comento con una sonrisita.

-De buena manera. Cuéntame que ha pasado contigo en estos 2 años.

-¿Cómo? -Alonso parecía suavemente horrorizado.

-Si... Como por ejemplo, cuéntame sobre Jem.

-Jem -murmuró Alonso, quien estaba ocupado dando una vuelta, parecía sumamente concentrado en algo-. No hay mucho que contar. Lo he visto desde que tiene 6 años, aunque lo procuro desde hace año y medio, cuando sus padres murieron y decidí adoptarlo. Me agradaba el niño y ahora lo cuido como a un hijo propio.

-¿En serio? -pregunte, ladeando la cabeza y re acomodandome en el asintió. Alonso asintió, pero no parecía que me estuviera prestando mucha atención.

-Si, tenia que hacerlo.

-Se nota que te ama mucho -murmure. Al instante se tenso un poco, subiendo suavemente la velocidad.

-¿Que te ha dicho? -pregunto.

"Me contó de ustedes... Su historia" recordé la voz de Jem en la habitación.

-Nada relevante -mentí, encogiendome de hombros-. Maravillas de ti, claro esta.

-Como no iba a hacerlo si soy completamente maravilloso -se adulo a él mismo con una sonrisita sarcástica. Algunas veces se comportaba de una manera tan egocéntrica que tenía ganas de zarandearlo hasta que se le pasara.

Acorralados || 2da Temporada || J. V. & B. M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora