21.

89 7 30
                                    

-¡No es cierto, no es cierto, no es cierto!

Mire a Jos frunciendo suavemente el ceño, con los ojos entrecerrados por la luz que se colaba en la habitación.

-¿Qué?

-Es que estoy contigo -murmuró con una sonrisa antes de besarme. Lo tomé del brazo, profundizando el beso.

Ayer ambos nos metimos a las cobijas sin más y nos quedamos así mucho tiempo, solo besándonos y sonriendonos, diciéndonos cuanto nos queríamos hasta que Jos comenzó a dormirse y al final, ambos nos sumergimos en el sueño.

Y no tuve ninguna pesadilla.

-Claro que estas conmigo -murmure, quitando un mechón rebelde de cabello negro de los ojos de Jos-. Buenos días amor.

Sonrió ante mis palabras antes de volver a besarme.

-Buenos días mi vida -susurro. Se recargo sobre sus codos a mi lado con una hermosa sonrisa, sus ojos se arrugaban suavemente en la comisura, desbordando una bonita felicidad-. No quiero irme de tu lado Alonso.

En ese momento me di cuenta de la gran estupidez que estaba cometiendo. Porque ambos no podíamos estar juntos, porque el no debía de estar conmigo si quería protegerlo, y más ahora que yo estaba totalmente comprometido con Jian.

-Jos... Sabes que no puedes quedarte en mi vida -hable apenas más alto que un susurro, él pareció totalmente desconcertado ante mis palabras.

-¿Qué? -pregunto y su voz, tan quebradiza, tan desprotegida... Me partió el alma.

-Oh, Jos, lo sabes -murmure. Me senté sobre la cama, poniendo un poco de distancia entre ambos.

-Yo...

Pero no pudo terminar de hablar porque tocaron la puerta. Cerré los ojos, dispuesto a decirle a quien sea que fuera que ahora no podía hablar cuando un toque insistente se reanudó.

-Alonso ¿Estas ahí?

Y esa, era la voz suave y preocupada de Jian. Al instante, Jos me miro y su rostro era un perfecto signo de interrogación, pero no podía responderle nada porque yo me sentía del mismo modo.

-¿Jian? ¿Qué haces aquí? -pregunte, pasando una mano por mi rostro. Sabía que él no abriría la puerta por cuestión de respeto, pero el que no me hubiese llamado antes para avisar que venía era ya raro.

-Queria venir a ver que... Que estuvieses bien Alon, además, tengo algo importante que decirte -dijo al otro lado de la puerta. Mire a Jos, lo más sensato era pedirle a Jian que me esperara en mi oficina y aclarar todo aquí dentro, pero conociendo a ambos... Era casi imposible que sucediera sin un desastre de por medio.

-¿Es muy importante Jian?

-Demasiado, si te soy sincero.

Nuevamente mire a Jos, quien ya estaba de rodillas fuera de las cobijas, mirándome atentamente. Me levante y me puse los zapatos, despeinadome suavemente.

-Si te parece, te veré...

-Déjalo pasar -susurro Jos, levantándose con cuidado y abriendo mi closet. Negué rápidamente pero el solo asintió y me dio una mirada nada agradable con la ceja alzada, escondiéndose.

-¿Alonso, estas bien? -pregunto Jian al otro lado. Suspire, acomodandome la ropa y abrí la puerta, invitándolo a pasar.

-Estoy perfectamente bien -respondí cuando él estuvo dentro. Me moría de nervios ¿Y si a Jian se le pasaba decir algo más? ¿Jos escuchaba perfectamente? ¿Veía lo que pasaba?

Acorralados || 2da Temporada || J. V. & B. M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora