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¿Sabes lo difícil que es buscar a alguien quién comprenda tus fantasías eróticas? ¿No? ¡Pues yo tampoco!

Kaminari era ese alguien especial que estuvo buscando por mucho tiempo, y sinceramente le gustaría decir de manera romántica pero no lo era, él estaba muy interesado en buenos cuerpos con tetas visibles y ella en todo ser que desprenda sensualidad hasta por los poros.

Además su relación era más simbiótica, como la vez que confabularon para poder deleitarse con los cuerpos semidesnudos de sus compañeros sin embargo en esa ocasión la que salió más favorecida fue Mineta mientras Denki debió conformarse con ver a las chicas con sus enterizos.

Gracias a Denki tenía pase libre para tomar fotos a Bakugou sin morir en el intento mientras Minori le pasaba fotos que a veces le hacía a Momo; ella sentía que era el mismísimo Judas al hacer esto porque no sabía exactamente lo que Kaminari hacía con las fotos, y era mucho peor considerando la gran imaginación que se manejaba la pequeña.

«Piensa mal y acertaras.»

El refrán de su abuela seguía siéndole útil hasta la actualidad, para añadir era la principal excusa de Mineta cuando Denki se ofendía al creer que él sería capaz de hacer algo tan atroz como complacerse con una foto de Momo. Aún cuando Mineta no confiaba del todo en las intenciones del rubio y aunque Kaminari solía abandonar a la pequeña cuando se trataba de acosar chicos, en los momentos más críticos ellos podían contar con que el otro estaría ahí para cuidar su espalda.

Por eso cuando Kaminari se fracturó la pierna, ella fue la primera en ofrecerse como voluntaria para cuidarlo hasta que Recovery Girl regrese.

Sin embargo al darse cuenta que pasaría toda la tarde de su glorioso viernes cuidando del lisiado, quiso desistir, pero fue demasiado tarde para eso; Kaminari le había dado las gracias y le confesó que la consideraba su mejor amiga con una sonrisa radiante, ya no había vuelta atrás después de eso.

Ahora se hallaba en la habitación del rubio haciendo los ejercicios que dejo Present Mic durante la semana mientras su eléctrico amigo leía un manga ecchi que ella le había prestado.

—¿Necesitas algo, Denki? —inicia Minori dejando de lado su cuaderno.

—No, estoy bien.

—¿No quieres ir al baño?

— No por ahora.

—¿Estas seguro?

—Sí, si lo estoy. Gracias por preocuparte —responde sin despegar la vista del manga.

—¿Ah sí? —insiste aburrida por tanto silencio— Si quieres ir, solo dímelo. Kirishima me dijo que te ayudaría ir al baño si era necesario.

Creyó que la reacción de Denki sería de reproche y le iniciaría la conversación sobre como él era lo suficiente independiente para ir al baño sin ayuda, mas este lo sorprendió con su rostro colorado hasta las orejas y haciendo movimientos exagerados.

—¡Ni se te ocurra llamarlo! ¡Todavía puedo moverme! Tengo mi pierna derecha en perfectas condiciones para valerme por mí mismo —farfulla lo último cubriendo su rostro con el manga en un intento estúpido de ocultar su expresión avergonzada.

En realidad no se había equivocado del todo.

—¿Te da vergüenza que Kirishima toque tu pene?

—¡Cállate! —chilla pegando un brinco para reincorporarse—¿Acaso a ti te gustaría que alguno de nosotros te ayude a ir al baño?

—Tal vez... —comenta dudosa e iniciando a imaginar escenarios no tan inocentes con sus compañeros.

—¡No, definitivamente no! Eso es demasiado íntimo como para que alguien te ayude.

Morbo |BNHA| CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora