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El arte milenario de violar la privacidad ajena le había abierto muchas puertas, siempre se enteraba de los chismes más candentes o la mayor parte del tiempo capturaba las mejores poses de sus compañeros.

Por Dios. Aún recordaba la vez que pudo tomarle una foto al rostro sonrojado de Katsuki; él estaba con fiebre en ese momento pero, ¡eso no quitaba el hecho de la sensual expresión realizada antes de estornudar! O la vez que pudo fotografías el esculpido cuerpo del rubio y además de darse cuenta de algo evidente, el maldito tiene mucho más pechos que ella.

Dejando de lado lo deprimente que es su talla de sostén, meter las narices en donde nadie le llamaba no siempre era flores y cuerpos varoniles. Había tenido el infortunio de enterarse de cosas que ahora desearía borrarse de la memoria y seguir viviendo sin conocer la cruda verdad ya que todos sabemos que la ignorancia es felicidad.

Sin embargo Mineta seguía cometiendo el mismo error, prefería lamer la pantalla de su celular con las fotos suculentas de hombres photoshopeados que buscar con seriedad alguien para llenar la necesidad de tener un novio.

Por eso cuando se enteró del secretito de sus dos compañeros de clase deseo haberse quedado en casa viendo películas cursis como Momo le había sugerido.

Por eso cuando se enteró del secretito de sus dos compañeros de clase deseo haberse quedado en casa viendo películas cursis como Momo le había sugerido

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—¿Entonces a donde iremos ahora? ¿Qué tal si vamos a ver sus trajes de baño para el próximo verano?

Momo suspira cansada por la insistencia de la pequeña de ir a comprar los bañadores, ya era la quinta vez que lo hacía y la quinta vez que Todoroki se negaría.

—No, Mineta. No vamos a ir a comprar esas ropas, no creo que Midoriya este conforme con eso.

—¡Todoroki-kun! —reclama al bicolor, avergonzado sobre todo porque él estaba en lo cierto— Bueno creo que tienes razón, yo preferiría hacer ese tipo de compras con mi mamá.

¿Por qué eres así, Todoroki? ¡Ya lo tenía contra las cuerdas!

—Ahora preferiría chequear el precio de las pesas, vi por televisión que hay descuento del 3×1 —confiesa Midoriya rebosando de emoción.

—¡Qué gran descuento! —exclama sorprendida Momo— Aunque en esta ocasión vine por las enciclopedias, quisiera ver más libros y ver si me animó a comprar uno nuevo.

Oh por All Might.

Momo le complicó las cosas al decir esas simples palabras, ahora Todoroki y ella estaban entre elegir a la esbelta Momo o al dulce Izuku. No es que tuviera nada contra Momo, ella era muy linda y amable con ella aún cuando Yaoyorozu es tan sensible a las obscenidades que tan naturalmente pronuncia la bajita; Momo también tenía lo suyo cuando se refería a belleza pero Izuku, era Izuku.

Su midoyiresco encanto lograba hechizar a cualquiera y ella no era ninguna excepción. Pero no se quejaba por eso, Midoriya era el protagonista de la serie en dónde ella era un personaje secundario que sólo aparecía para dar un toque humorístico a todo. Así que si se llegaba a enrollar al protagonista, se aseguraba un buen futuro con muchos dibujos e historias sobre su amor infinito con mucho porno incluido.

Morbo |BNHA| CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora