Morbo |BNHA| CANCELADA

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No entendía como antes no se le había ocurrido hacer esto, fue como una celebridad durante todo el día. Sólo había tenido que encontrar aquel secreto que Kirishima intentaba esconder.

Sus amigas le habían bombardeado con preguntas sobre como pudo atrapar a un hombre de corazón tan noble o cómo fue que el amor surgió entre ellos, no fue difícil inventar una historia cursi sobre miradas y amor infinito que logró satisfacer su curiosidad.

También ella, y su muy masculino novio, habían logrado atraer la mirada de todos en la UA. Ella eventualmente no paro de tomar fotos junto a Kirishima dándole mimos o sólo divirtiéndose juntos. Quería que todo el mundo se enterara de que tenía novio, así que no es de extrañar que intentará contactar con Kaminari para compartir su logro.

Él nunca contestó ninguno de sus mensajes ni llamadas, y por alguna razón en ningún momento se cruzaron.

—Y enviar —dice para sí misma antes de presionar el botón.

Espero unos segundos, y tan rápido como en el anterior, Kaminari sólo se conecta para clavarle el visto.

¿Pero qué clase de broma era esta?

Decide dejar su celular encima de la mesa, de sólo verlo en línea le surgían las ganas de ir a buscarlo y darle un sape. Más bien eso era lo primero que iba a hacer cuando él diera la cara, que se prepare.

—Abre la boca —pide el pelirrojo extendiendo una cuchara llena de helado de fresa.

Mineta tenía el seño fruncido y estaba dispuesta a desquitarse con cualquiera que le hablará pero, ¡por All Might! ¿Cómo podía ella enojarse con el pequeño tiburoncin que le ofrecía helado?

Abrió la boca gustosa, hasta meneo la cola como si fuera un perro.

Kirishima Eijiro se portaba justo como el hombre perfecto que ella siempre anhelo: Gentil, caballeroso, cariñoso y sobre todo dulce. Era tan bueno, que no parecía ser posible.

Y como si fuera un cuento de hadas, al final se hizo realidad, pero no gracias a la magia de una zapatilla o de una manzana envenenada. Ella era la mismísima madrastra en todo este asunto, aunque ella preferiría ser la reina malvada.

Cada vez que reían juntos, su pecho punzaba. Reconocía el dolor por eventos del pasado, se había prometido nunca caer por ese sentimiento, pero ya sabemos que nunca puedes decir nunca.

—Kirishima... No te merezco.

Eijiro alza una ceja e intenta comprender el repentino cambio de ánimo de la pequeña.

—¿Pero de qué estás hablando, Mineta?

Ella quiere retractarse de sus palabras pero al ver el nombre de su mejor amigo en su celular y los orbes rubíes de Kirishima sabe que debe continuar. Aunque estuviera disfrutando mucho de ser tratada como una bebé, tenía que dejarlo ir.

—Tenemos que acabar con esta farsa —anuncia tomando las manos de su compañero.

—¿Estás segura?

—Sí. Has sido el mejor novio que he tenido pero sé que no estás contento con esto.

—Mineta...

—Vamos, sé que alguien más debería estar disfrutando de todo este amor.

La sonrisa que Kirishima fue mucho más hermosa que todas las que le había dedicado todo el día y se veía aliviado al fin, por un segundo le pareció suficiente recompensa.

—Gracias pero sé que el sentimiento no es correspondido —comenta con una sonrisa triste.

—No lo creo, estoy muy segura que ahora se está derritiendo de envidia por no estar en mi lugar —ríe con soberbia—, sólo por está ocasión voy a hacerte el favor de juntarlos, si es que quieres. Pero déjame decirte que me solían llamarme Amorineta, y te seguro que no era por nada.