La historia de un zombie (NamJin)

Capítulo 9: ¿Es el fin?

—¿Cómo es que te quedaste ahí si eres doctor?— TaeHyung, JiMin y yo nos encontrábamos en la habitación del segundo mencionado, después de que JiMin se ducho y bajamos todas las cosas del trailer, nos tomamos un descanso y fuimos a hablar con él.

—Bueno, pues, el día que inició el apocalipsis yo tenia descanso y había ido de compras al centro comercial que estaba al lado, todo era normal, hasta que al mirar por la calle todas las personas comenzaban a correr y se escuchaban gritos...— JiMin mantenía su cara serena y la voz con la que nos contaba aquello no era de tristeza ni de miedo.

—... yo estaba fuera del centro comercial, escuche a alguien gritar que los zombies eran reales y venían por nosotros, no lo creí al principio, pero luego vi cómo las personas se comenzaban a comerse entre ellas y lo creí, todos comenzamos a correr por nuestras vidas...— soltó una carcajada de repente, TaeHyung y yo nos miramos mutuamente.

—...Fue un mal día para querer ser fitness, no lleve mi automóvil— soltó un suspiro melancólico —vi a muchas personas morir, incluso el trailer donde vinimos pertenecio a una persona que fallecio frente a mis ojos, pase mucho tiempo en esa oficina y por suerte llegaron, ya no tenía alimento... Gracias— TaeHyung no dudo ni un segundo en abrazarlo.

En este mundo ¿Quién no ha pasado por algo así?, todos hemos visto la muerte.

Estuvimos platicando unos minutos más, después cada uno se fue a su respectivo cuarto a descansar. Debo mencionar que debido a las bajas, cada uno ha podido tener su propia habitación, así que ahora tenía una habitación solo para mi.

Al llegar a mi habitación no espere encontrarme con un ser divino sobre mi cama.

—Te estaba esperando— mencionó mientras yo me acercaba a él.

—¿De verdad?— le respondí mientras me recostaba al lado suyo para después colocar mi cabeza sobre su pecho —y ¿esperaste mucho?—

—Pues no mucho de hecho— tomó mi barbilla y me hizo mirarlo, para así darnos un beso lleno de cariño.

—No estuvimos juntos mucho tiempo hoy— dijo después de separarnos.

—Lo se, pero tanto tu como yo teníamos responsabilidades que cumplir— le dije mirándolo y dándole otro pequeño beso.

—Me gustas mucho, ¿lo sabías?— me dijo mientras acariciaba mis mejillas.

—¿Si?... tu también me gustas mucho— le respondí tomando una de sus manos y besándola con mucha vehemencia. Como amaba a ese hombre.

—¿Quieres tener una cita conmigo mañana?— su pregunta me tomó de imprevisto, pero con toda la emoción que tenía le respondí un rápido si.

Después de varios besos más, ambos nos quedamos dormidos abrazados.