1

4.2K 179 37
                                    

Sa-sasuke no po-podemos

—Shh nena, dime ¿Por qué siempre actúas de la misma forma si ya sabes que me saldré con la mía? Ahora solo déjate llevar y disfrutarlo como yo— al morder el lóbulo de la oreja

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Shh nena, dime ¿Por qué siempre actúas de la misma forma si ya sabes que me saldré con la mía? Ahora solo déjate llevar y disfrutarlo como yoal morder el lóbulo de la oreja..

¡¡Sa-sasuke!! ¿Q-qué cosas dices? — Tras gemir y nuestras miradas se cruzen..

Que me dejes cogerte como siempre lo hago y no te pongas a pensar en tonterías, que luego no te dejan disfrutar.

Tras suspirar, ¡Oh! Esos si que eran buenos días, ella es Hinata Hyuga, quien podría decir es mi chica ideal, pero por ironías de la vida, ambos habíamos tenido que separarnos.

Mi nombre es Sasuke Uchiha y está es mi historia.

Soy de profesión arquitecto y trabajo en la compañía de mi padre. Esa que ella visitaba todos los días para dejarle el almuerzo a su padre Hiashi Hyuga, un obrero que trabajaba para nosotros, en ese entonces, ella estaba por entrar a estudiar administración de empresas, ya que estaba por graduarse de la secundaria.

Y yo al ser hijo del dueño del edificio que se construía en aquel tiempo, lo que ahora son las oficinas de la empresa Uchiha, cómo cada día llegaba puntual después de clases, para poder verla y robarle no sólo besos.

Era un chico de diesisiete años y al ser el hijo del dueño de la constructora no era de extrañar que fuera a supervisar la "obra" de construcción, ella tenía quince años, su cara era tierna y bonita, pero su desarrollado cuerpo, joder sin duda alguna volvía loco a cualquier hombre.

Hinata veía la vida como un cuento de hadas y a mí cómo su príncipe azul y eso me gustaba. Y yo aunque suene ilógico, solo quería estar con ella y verla sonreír, eso me hacía feliz.

Al estar ambos en la adolescencia y con las hormonas muy alborotadas, tuvimos nuestra primera experiencia sexual y por lógica, me sentí tan poderoso al ser yo el dueño de ella.

La hacia mía cada que podía, ya que obvio ambos vivíamos en diferentes zonas y era difícil de vernos.

Pero en una de esas tantas veces que estuvimos juntos, mi padre nos había descubierto por mi culpa, ya que por calenturiento me había apresurado a desvestirla y perderme en sus deliciosas piernas y por ello no había puesto seguro a la puerta y de ahí que todo había salió a la luz.

Por lógica a mí me mandaron a estudiar al extranjero y a ella no la había vuelto a ver, ni saber nada de su persona en todo este tiempo.

Muchas veces en las cartas que le escribí a mi madre, le preguntaba por ella, con el pretexto que había puesto desde la primera vez que estuvimos juntos, al ser unos años mayor que Hinata me había ofrecido a "enseñarle" lo que no entendía de sus estudios..

Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora