Tenías que ser tú.

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Estaba por llegar a mi inserto destino, ese al cual me había forzado tomar, hacia muchos años que había salido de Japón, con un gran dolor y ahora volvía, para entrar tal vez en uno peor.

Un mes después de haber llegado a este país tan diferente al cual había nacido, tanto mi padre y yo nos habíamos establecido con el primo de mi padre, él tenía un hijo llamado Neji Hyuga, quién fuera mi primo lejano, él se había encargado de enseñarme mi nuevo hogar y costumbres.

Yo estudiaba la escuela media y mi padre había encontrado un empleo de limpieza en las grandes fabricas y compañías de ese país.

Cuando finalmente me había graduado, mi padre había empezado a presentar síntomas de cansancio, fatiga y debilidad, las cuales conforme avanzaba el tiempo se hacían más notorias, muchas veces le rogué he insistí para qué se checará, pero él sólo ponía de excusa o le echaba la culpa a que eran otras costumbres y que extrañaba mucho su país.

Meses después finalmente había caído en cama, evitando que pudiera seguir trabajando, los médicos lo habían diagnosticado que era alérgico a uno de los químicos que usaba de limpieza en su trabajo y eso había causado que se deteriorada en su ya afectada salud, sumado a falta de atención..     

Ahora era mi turno de ver por él, había dejado pausado mis estudios y al buscar trabajo, había logrado conseguir dos, uno por la mañana en una cafetería del centro dónde vivíamos y por la tarde, en una fabrica de limpieza como mi padre.

Vimos muchos médicos para tratar de que él mejorara su salud, pero al ser gente humilde y vivir al día, no podíamos pagar una operación muy costosa que él ocupaba y que sin duda lo podía sanar.

Pero me esforzaría al máximo, tratando de ahorrar todo lo que podía, para realizársela.

Un día por casualidad, una compañera de mi trabajo llamada Tenten me mostró un folleto donde se solicitaban modelos de tallaje para una empresa famosa, según ella yo tenía el cuerpo mucho mejor que algunas modelo famosas y podría obtener ese puesto fácilmente..

Yo por donde lo viera eso era una absurda locura, mi cuerpo para nada tenía que ver con una modelo, era voluptuoso y eso era algo que me avergonzaba, ya que gracias a el, yo había cometido ese error en mi vida, el estar con Sasuke Uchiha.

Él chico que en vez de ser mi príncipe azul, se había convertido en el dragón de los cuentos.

No volví a saber de él desde aquel día, es más ni siquiera me busco, me sentí tan tonta y desilusionada, ya que yo soñaba con que lo nuestro era un bonito cuento con final feliz y fue una pesadilla, incluso al recordar todo lo vivido juntos me dolía, ya que yo me había enamorado y entregado completamente a él, pero tristemente yo no había significado nada en su vida.

Tiempo después llegue a la idea de que él era como todos los hombres, que sólo les importaba el sexo y nada más, sumado a que él había sido el culpable de todas mis tragedias, pero ya ni llorar era bueno.

Así que al final después de tanta insistencia de mi única amiga, fuimos al casting, total no perdía nada y en cambio podía obtener una ayuda extra económica..

Y si era gracias a mi cuerpo, no me importaba, sólo lograr mi meta, por una vez en mi vida, para volver a sentirme orgullosa de poder ayudar a mí padre y así él pudiera olvidar todo lo malo del pasado.

Días después me habían llamado a una entrevista para el puesto, en la cual si me convenía yo aceptaría, ya que era muy raro que en casting te hicieran un sinfín de preguntas de tu vida personal y no profesional.