Tenías que ser tú.

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Salimos de ese hospital y subímos a un lindo auto deportivo. La esposa de Sasuke maneja, parlotea y él al ir en el asiento del copiloto, no deja de verme por el espejo retrovisor y eso me hace sentir intranquila..

«¿Qué será lo que pasa por su mente? ¿Qué pensara de mí?» Sinceramente no lo sé, lo único cierto es que no quiero estar en este lugar, ya que yo no puedo con la incomodad, la vergüenza y aunque no pueda evitar y por más que me sorprenda y duela este encuentro, siento alegría, aunque no quiero admitirlo, ahora si creo en eso de que las casualidades existen o ¿Acaso será el destino?

Sinceramente no lo sé, pero ya no quiero martirizarme y al tratar de distraerme observando el camino y su entorno, desenado llegar pronto a ese hotel..

Hace algunos años atrás cuándo había conocido a un hermoso joven de lindos ojos negros y siendo algunos años mayor que yo, sus ojos me hacían sentir por primera vez nerviosa..

Al sonreírle y saludarme, yo me sentía como en un cuento de hadas y tontamente creí que había encontrado a mi príncipe azul..

Poco a poco conforme los días avanzan, después de nuestro primer encuentro, las palabras y platicas se hacían más amenas y agradables..

Me había acostumbrado a su presencia y cercanía, sus coqueterías me hacen sentir que algo revolotea en mi estomago cómo si trajera miles de mariposas dentro y eso significaba algo, me habia enamorado y así días después de mi descubrimiento recibía mi primer beso, uno que fue cálido y húmedo..

Así es, me había gustado mucho la sensación y tras algunos besos más por primera vez en mi vida sentía mi parte íntima humeda, incluso excitada, haciéndome sentir que anhelaba algo más que un beso entré nosotros.

Y así fue como empezamos una guerra de caricias que en su momento creía impropias de su parte, ya que algunas veces me sonrojaba al grado de desmayarme, por qué el colaba su mano bajo mi falda escolar, incluso acariciaba mi feminidad delante de alguno que otro trabajador de la obra..

No lo niego eso me gustaba, me hacía sentir que vivía en un mundo donde nada era malo, pero si muy peligroso y aunque mi pudor era mucho para admitírselo, ya que debido a eso habíamos llegado a nuestra primera experiencia sexual.

Había sido una entrega romántica, delicada, nerviosa y algo torpe por parte de ambos, pero sin duda alguna lo habíamos disfrutado mucho.

Pero de eso ya había pasado muchos años, además ahora Sasuke esta casado, así que no puedo volver a cometer el mismo error, ya no soy esa chiquilla soñadora, así que tengo que alejarme lo más que pueda de él, aunque siento que estoy entre la espada y la pared, ya que por un lado mi padre me necesita más que nunca, pero esa mirada suya me hace sentir tantas cosas, sumado a su esposa y tal vez el hijo de ambos en mi vientre, es mucho para mí.

[...]

«Cálmate Kakashi, respira» y al volver a tomar asiento ante esa penetrante mirada —¿Se está dando cuenta lo que me dice lady Tsunade? Ahora ¿Qué voy a hacer o decirles? Yo... — «Sakura Uchiha confío en mí y yo le falle»

—Vamos Kakashi tú sabes bien la respuesta, digamos que sería un secreto entre nosotros. Ellos nunca lo sabrían y menos la chica Hyuga, la pobre está tan asustada, es como un pequeño ratón, pero si tú decides otra cosa, así se hará..

Tenía que pensar las cosas fríamente, si el embarazo ya estaba hecho, no podía eliminar a un Uchiha, por qué, aunque no fuera hijo de Sakura, llevaba la sangre de Sasuke. pero ¿Si el niño al nacer tenía características Hyuga? Sacudía mi cabeza..