Capítulo VIII: Los tres grandes - Parte 1.

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No pude dormir del todo bien. El dolor en la nuca palpitaba cada cierto tiempo alejándome de los brazos de morfeo, así que decidí darme un baño antes de ponerme el uniforme e irme a la cafetería en lo que daba la hora de entrar a clases.

Como sospeché, no era la única que tenía problemas para dormir, pero estaban tan sumergidos en su propio universo que nadie se inmutaba por la prescencia de los demás. Cual fantasma, llegué al edificio A por un café para intentar sustituir las horas de sueño, hasta que alguien posó una de sus manos en mi cabeza sacándome del trance causado por mis pensamientos, mientras me encontraba sentada en una mesa en espera de la susodicha bebida.

AF: -No eres Fleur... Zero dijo que estaría ocupado... dudo que Remmie sea madrugadora... así que no me queda nadie más excepto...-.

RL: -Tú ganas; intuición y deducción a la altura de una gran chevakali... -mencionó el joven fornido tomando asiento frente a mí- ¿Qué haces despierta tan temprano, Am?-.

AF: -Lo mismo cuestiono...-.

RL: -¿Hmm? Ah, normalmente me levanto a esta hora para entrenar antes de ir a clases; aunque no me sorprendería que hicieras lo mismo tratándose de ti-.

AF: -Bastante acertado si se tratara de la Amrise de Jeon.-soltando un suspiro, llevando mis manos cruzando los dedos entre sí, bajo mi barbilla- pero lo estoy por el dolor... por alguna razón se reactivó en la madrugada aumentando la frecuencia...

RL: Que extraño... pero que recuerde, no hicimos nada ayer que pueda ser un factor que propiciase dicho dolor. Quizá lo mejor sea que descanses hoy, sabes que Rem, la bella durmiente y yo te cubrimos con los deberes.-.

AF: -No creo que sea necesario, de todas formas la única clase "retante" sería la última con Greycloud, que desde la prueba diagnóstico, me puedo esperar cualquier cosa de su clase... -dejando salir un leve suspiro, siendo llamada en seguida al estar el café listo, que por inercia el joven fornido decide ir por éste.

AF: -Gracias, Ray.- tomando la taza con cuidado, apareciendo una sonrisa al sentir el calor correr sus manos.

RL: -No es nada, enserio.-riendo levemente, nuevamente sentándose frente a ella.-Respecto a su clase, no creo que el día de hoy vaya más allá de entrenamiento básico, probablemente sea acondicionar sin uso de armas-.

AF: -Eso espero... odiaría tener que quedarme en una esquina observándolos divertirse sin mí...- riendo levemente antes de tomar un gran sorbo del café.

RL: - Definitivamente naciste para ser una cheva. -frunciendo un poco el ceño, al reaparecer una pregunta en su mente- Cambiando de tema, desde el primer día de clases, he notado que diferencias a una Am de la Academia de Jeon de la Am de la Academia Tevalia como si se tratase de dos personas completamente distintas, ¿puedo saber el por qué?- arqueando una ceja, en espera de una respuesta.

AF: -Ah... eso... -poniéndose de pie, para dejar la taza en su lugar e hacerle una seña a su amigo que la siguiera, obedeciendo éste hasta igualar su paso.-Es una larga historia, pero en resumen para satisfacer parcialmente tu curiosidad, es debido a mi habilidad... -ya fuera del edificio A en dirección al B, con un inminente amanecer en cuestión de minutos.

RL: -¿Por tu habilidad?-.

AF: -Mhm, era inalcanzable... y me esforzaba por ser así, pero no porque quería opacar a quién se atravesara en mi camino... sino porque anhelaba más que nada ser un digno ejemplo a seguir para los demás... pero ellos malinterpretaron mis intenciones...-frunciendo el ceño- poco a poco comenzaron los insultos... las bromas pesadas... el aislamiento... eso duró un año. -sonriendo levemente- hasta que decidí que era momento de detenerlos.- entran al edificio B, caminando por un largo pasillo del primer piso, hasta entrar al salón B113, donde se imparte la clase de historia Chevakali.

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