A orillas del lago al atardecer, bajo el árbol rojizo de ramas danzantes al ritmo del viento yacía. Por algún motivo, el tan solo estar aquí me transmite paz. Al otro lado del lago, se encontraba un joven de hebras plateadas, finas y cortas, vestido de una especie de túnica curiosa con su mirada fija en mí. Por inercia, me levanté del húmedo césped en segundos, obteniendo una seña de su mano derecha indicando que le siguiera a adentrarnos a la profundidad del bosque en respuesta a mi reacción.
Dudé unos instantes; no tengo idea de sus intenciones o de quién se trataba tan siquiera; mas le seguí, corriendo sobre el agua, dejando tras de mí una bella diversidad de especies de peces, capaces de verse a causa de la claridad y transparencia del cuerpo acuático. Al cruzar, continué adentrándome entre los árboles en busca del rastro de sus pisadas, hallándole con una amplia sonrisa extendiendo su mano, invitándome a tomarla bajo el árbol milenario de la explosión de aquella noche.
Me acerqué con cautela, imitando su gesto hasta que...me topé con la cabeza de Fleur acaparando todo mi campo de visión.
-¡Am! ¡ya despierta de una buena vez! Tenemos clases, ¿recuerdas?- efectivamente, yacía encima de mí.
-Ugh... ya estoy d... despierta...¿podrías bajar...tch...para que r-respire?- dije fingiendo respirar con dificultad.
-¡Oye! ¡nisiquiera está la mitad de mi cuerpo encima!- susurrando- tonta... - con una mueca en sus labios, sentándose en su cama con cierta preocupación en su mirar.
-Am... ¿tuviste una pesadilla acaso?-.
-¿Huh? N-no... sólo un sueño extraño sobre alguien que parecía tener una túnica blanca...¿porqué?- levantándome con cierta pereza hacia una silla para tomar mi uniforme e ir a vestirme en el baño-.
- No dejabas de moverte de un lado a otro en la cama a partir de las 3 de la mañana... desde que dormimos por primera vez aquí lo has hecho, sin falta a la misma hora...-tomando una breve pausa- ¿segura que todo está bien?- mencionó revisando su apariencia en el espejo de su tocador de arriba a abajo.
-...- Terminé de vestirme sin mencionar palabra alguna, contemplando mi reflejo en el espejo unos segundos hasta desviar la mirada y salir, abrochándome el chaleco.
Suspirando -Tranquila, no será la primera o la última vez que me ocurra algo así... siento mucho preocuparte Fleuri...- concentrada en el último botón, no me percaté del dulce abrazo de mi mejor amiga- Sé que no nos conocemos por más de 3 días... pero desde que te ví entrar por esa puerta, sabía que tarde o temprano te cuidaría, querría y... protegería como una hermana... me... me preocupas mucho, Amrise...-.
- Igual lo eres para mi Fleur... enserio siento que sean interrumpidas tus noches de sueño por mi causa...- correspondiendo el abrazo unos segundos, para dirigirme a la puerta con luari al hombro y ella tras de mí junto con Fay.
-Meh... mientras no abra los ojos un día encontrándote caminando por el techo, todo está bien- riendo a carcajadas mientras apresuraba el paso previniendo mi reacción-.
-¡Jajaja! Sí... caminando por el te...ch...o...-parpadeando varias veces mientras rascaba mi cabeza con el dedo índice viendo a Fleur apresurada en bajar las escaleras en vez de tomar el ascensor- ... techo.- deteniéndome en seco hasta reaccionar- ¡FLEUR TURMALINE, REGRESA EN ÉSTE INSTANTE!- gritaba por las escaleras, mientras se escuchaban las risas lejanas de mi compañera de cuarto.
La alcanzé enseguida en el primer piso, al parecer soy ligeramente más rápida e ágil que ella, dándole una palmada algo fuerte en la espalda de castigo por su broma, consiguiendo un quejido entre risas incontrolables por su ingeniosa broma. Apresuradas a llegar al edificio B, sólo comimos una barra de cereal y un jugo de manzana, llegando exactamente a las 8 am al salón A-17, ubicado al fondo del segundo pasillo del primer piso a mano derecha, bastante sencillo y común, ideal para una clase estríctamente teórica.
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FantasiaTodos ignoramos la verdadera escencia del ser humano. Algunos destacan la mente; otros, creían que lo más importante es el físico; muchos más, dicen que un ser humano no lo es sin su preciada alma. Tal enigma es una nimiedad en la actualidad. Descub...