Capítulo 2

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―Si que puedo, realmente...

Le guiñé un ojo a mi compañero, que por la cara que puso parece que ya me veía venir:

―¡¡Srta. Lions!! ―grité―¡¡Póngame con el departamento de policía!! ―nada―¡¡¡Señorita Lioooons!!!

La susodicha apareció por la puerta desencajada con un bollo alargado a medio comer:

―¿Qué la pasa...? Que se me puede contactar por el dial 3 del teléfono...¿sabía?

Carraspeé:

—Ejem, Srta. Lions, póngame con el departamento de policía, por favor.

Mi secretaria se dio la media vuelta, visiblemente exasperada murmurando lo de siempre:

—Yo, que iba para estrella de Hollywood, que me descubrió la gran Francine Rooms, y aqui estoy...

[...]

—Departamento de policía de Chicago, Neal Molinson al aparato...

—Neal, soy yo, Alfred, ¿como est...?

—Alfred, —me interrumpió― que este número es solo para emergencias ciudadanas, ¿no tienes luces o qué?

―¿Y quien te dice a ti que no te llamo por una emergencia?

Es como si al otro lado de la línea "viera" a Neal rodar los ojos, no pude evitar sonreir:

―¿Ah, si? ¿Y que tipo de emergencia es esta vez? ¡Espera, espera, no me lo digas... otra multa de tráfico!

―No, una emergencia familiar.

Sabiendo lo aprensivo que era, un sentimiento de arrepentimiento empezó a embargarme...

...luego penseé en el caso y se me pasó.

―¿Qué ha ocurrido? ―ahí estaba, el cambio de voz, un tono más bajo; el sonido de fondo se opacó debido probablemente a su intento de tapar el auricular con la mano libre.

―Que necesito los informes de los últimos dos casos de asesinato del In Black...

Silencio.

3...

2...

1...

―¡¡Me cago en tu puta madre, Alfred!!

Mejor no le recuerdo que... no, mejor no...

―¡¿Para que coño me dices entonces que era una emergencia familiar?!

―Primero, porque es una emergencia, han matado ya a tres hombres en la trasera de ese local en las mismas circunstancias, segundo ―suspiré, no me gustaba el chantaje emocional, pero...―porque te lo pide tu hermano.

―Hermanastro...

Su tono de voz había vuelto a cambiar, más sosegado esta vez. Tras un corto silencio y un suspiro bastante audible, habló por fin:

―Alfred, son peleas de borrachos, ¿a que tanta preocupación?

Dibujé media sonrisa.

―¿No lo crees tu tampoco, verdad?

Otro silencio.

Y otro suspiro.

―Te llamo en media hora.

                                                                    XxX

El In Black se encontraba a unas 20 manzanas, bastante alejado de las zonas, llamémoslas "decentes" de la ciudad. Mi coche estaba en el garaje a salvo de multas. Mi idea era marcharme con Roy cuando cerráramos la agencia, pero supuse que la policía llevaría en la escena del crímen desde primera hora de la mañana, si esperaba hasta medio día probablemente ya habría levantado el cadáver, por eso salí de allí pronto, cuando apenas pasaba un minuto de las 10 y cuarto.

Mi compañero y yo charlábamos de pie en la puerta de nuestro despacho, se le notaba nervioso porque no dejaba de tocarse el pelo, no creo que le hiciera mucha gracia que me presentara yo solo allí:

―Bueno, Roy, me voy al club y vuelvo ―dije colcándome mi sombrero y mi gabardina―

―¿Estás seguro de que no quieres que te acompañe? Espera, ¡Myra, por favor, puedes contestar al teléfono? Sigue perdona...

―No, no te preocupes, solo voy a meter un poco las narices, nada importante...

―Te ha dicho tu hermano que quien lleva el caso es... ¡Myra, el teléfono!

―Si, Shepperd, el jefe de policía en persona.

―Joder, pues si el mismísimo jefe de policía se está ocupando del caso, es que no es una simple... ¡Myra, joder, que llevo un rato sintiendo la lla...!

―¡Que el que suena es el teléfono de tu mesa!, ¡de verdad que no se como te aguanta mi hermana...!

Si, ¿no lo había dicho?, Myra y Roy son cuñados.

Al oir eso mi amigo enrojeció hasta las orejas y miró hacia atrás, en efecto, era el de su mesa, el personal. Lo siguiente lo dijo con un ligero tartamudeo:

―Bueno... ¿y qué te cuesta cogerlo? Que para eso te pagamos... ―dijo esto último en voz casi inaudible.

Le hice un movimiento de despedida con la cabeza sonriendo y salí de allí, escuchando murmurar a la señortita Lions un "me pagais una mierda, par de mataos...".

                                                                XxX

El taxi me dejó a un par de manzanas del sitio en cuestión, quería adentrarme por mi cuenta en el entramado de callejones que llevaban al club, y ya de paso investigar esas zonas en busca de pistas, posibles lugares de escape del asesino, a dónde pudo huir o esconderse... solo esperaba no entretenerme mucho, quería llegar allí estando Shepperd y sonsacarle algo de la manera habitual: sacándole de quicio.


O.T. ConfidentialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora