O.T. Confidential

Capítulo 12

Comunicado de la autora

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sexo

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fin del comunicado. Gracias por su atención.

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Al lunes siguiente:

―¡Descerebrado, más que descerebrado! ―me gritaba Roy caminando por nuestro despacho en círculos grandes― Ya te dije que no mezclaras lo personal con lo profesional, ¡casi te matan!

Yo rodaba los ojos, llevaba echándome la bronca desde que llegué al despacho.

―Roy, me hubieran disparado igual, solo por investigar este caso, ―dije levantándome y sirviéndome un café― era cuestión de tiempo.

―¡Y lo dices tan tranquilo! ―se pasaba la mano por el pelo nervioso― No puedo contigo. ―Se dejó caer en su silla.

―Míralo por el lado bueno, ―dije yo intentando suavizar el ambiente―.

―¡Pero qué lado bueno! ―y arriba de nuevo―.

―La bala, es del mismo calibre que las de los otros ases...

―¡No lo digas! ―mi compañero suspiró― No menciones esa palabra, que ahora podías ser tú quien estuviera en la morgue con una etiqueta en el dedo del pie, coño.

Roy, con las manos en los bolsillos, se dirigió a la ventana frente a su mesa y se puso a mirar por ella.

Estaba preocupado por mi, yo lo sabía. Era el mayor de los dos y se creía "responsable" de mi. Yo lo único que podía hacer en ese momento era ponerme a su lado y colocarle una mano en el hombro.

Pasamos un tiempo en esa posición.

―Prométeme que queda poco para que mandemos este caso a la mierda ―me dijo de pronto sin dejar de mirar por la ventana―.

―Te lo prometo.

―Si queréis os canto algo ―dijo Myra apareciendo por detrás y dejando unos papeles sobre mi mesa― es la factura de la luz.

Volví a mi mesa dándole las gracias mentalmente a mi secretaria por haber roto un poco el dramatismo del momento.

―Buf, otra vez la factura de la luz, ¿ya ha pasado un mes entero desde la última? ―dije con desgana y dejándome caer en mi silla.

―¿Te persigue la luz, eh?

―No lo sabes tú bien.

[...]

―Esto me está superando, Harry [...] tengo que tomarme unas vacaciones, Harry [...] ay Harry jajajaja [...] que tontito eres Harry jajajaja [...] nos vemos en casa Harry.

―Disculpe...

―Sí, qué desea.

―Venía a ver a Al... perdón, al señor Castle, esta es su agencia, ¿verdad?

Myra ató cabos y miró preocupada hacia la puerta cerrada del despacho de Roy y Alfred.

―Pueees... si, esta es... voy a avis... perdón, voy a ver si está o ha salido, que yo he estado fuera un rato y... en fin que no se si estará y... ahora vuelvo.