Capítulo 15

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Llegamos a las tres mil lecturas!!! Muchas gracias a todas por seguir leyendo a pesar del verano, las vacaciones...

No me enrollo más, os dejo con el capi :3

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Había conseguido unos momentos de tranquilidad, al menos hasta que tuviera puesto el pijama, luego tendría que contárselo todo, y a ella no le valían las medias verdades.

Más que nada porque no era capaz de mentirle, enseguida le pillaba.

Su vena del cuello, que tenía vida propia y se le hinchaba cuando mentía.

Se quitó la ropa poco a poco, la olió, apestaba a tabaco así que la dejó sobre la butaca, ya la llevaría al día siguiente a la tintorería. Cuando se fue a quitar la ropa interior se fijó: una pequeña manchita.

Un escalofrió le recorrió todo el cuerpo cuando le vino a la cabeza el por qué había manchado los calzoncillos como un quinceañero salido. Y eso que apenas era eso, una gotita, pero lo suficiente como para venirle a la mente todo de golpe y dejarse caer sobre la cama, completamente desnudo, porque le habían flaqueado las rodillas.

Si, ya lo sabía, solo fue un beso. También sabía que no era para exagerar tanto la reacción hasta el punto de tener que tumbarse. Pero ahí estaba.

Recordando el momento una y otra vez, sin poder quitárselo de la cabeza.

Sin poder quitarse el sabor a alcohol de los labios, lo suaves que eran a pesar de la barba, su maestría para acabar dominando el beso por completo a pesar de haberlo empezado él.

Y la sensación de calor que le invadió cuando sintió la mano empezar a meterse dentro de su pantalón.

Ahí llegó el momento gotita y su retirada súbita.

―¡Rolfie he hecho café! ―gritó su hermana desde fuera sacándole de su ensoñación―

Instintivamente el rubio, que seguía desnudo como un bebé, se incorporó y se llevó las manos a la entrepierna.

―¡Ya salgo!

Respiró hondo y empezó a vestirse resolutivo.

Las cosas no se podían quedar así, tenía que aclararse y comprobar si la excitación que sintió en aquel momento fue algo puramente fisiológico o fue algo más.

Porque Rolf Vanquish una vez que empieza algo lo acaba, ¿una partida de bolos? La acaba con un pleno. ¿Una partida de poker? Con escalera de color. ¿Un beso? Pues... vale, saliendo por patas, pero por eso tenía que hablar con él.

Dejaría pasar unos días primero. Que se templaran los ánimos. Claro que si.

[...]

―¿Y bien...? ¡Dime algo, mujer! ―dijo Rolf expectante―

René le miraba, inquisitiva. Luego sonrió.

―Pero qué quieres que te diga, si ya te lo estás diciendo todo tú mismo. Te autorespondes a tus propias preguntas para autoconvencerte de cosas que ni siquiera sabes con certeza.

El policía se quedó a cuadros y con cara de interrogante. Su hermana suspiró.

―Que sí, ve a hablar con él, y sí, déjalo para finales de semana, así comprobamos si cuandos os veáis sigue habiendo algo de tensión o simplemente fue el calor del momento de la discusión.

―¿Y ya está?

―Si, hermano, ya está, no pienso inventarme cosas ni darte la razón en todo para que te quedes tranquilo, tú empezaste esto, tú lo vas a terminar.

O.T. ConfidentialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora