Capitulo 9

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*Narra Lorena*

-¡Liam! , Llaman a la puerta, debe ser la nueva niñera, abre tú, estoy dando de comer a Noah-Dije metiéndole el biberón a mi hijo en la boca.

-Hola, soy Aria, la niñera-Dijo entrando a la cocina una chica alta y delgada, de piel clara, pelo moreno y ojos pardos.

-Hola yo soy Lorena, encantada- Era una chica joven, pero por lo que me contó por teléfono tiene bastante experiencia y mucha mano con los niños.

-¿Y tú eres esa fierecilla llorona de la que me han hablado?-Dijo Aria haciéndole carantoñas al pequeño.

-Aria, como ya sabes soy famoso, y hay mucha prensa detrás de nosotros, quedas avisada de que como cuentes algo de lo que nos oigas hablar, o filtres algo a la prensa estarás despedida-Dijo Liam tajante.

-No tienes de que preocuparte, lo prometo-Dijo ella sincera.

-Pues ahora que estamos todos, es hora de irse a ensayar-Dijo Lorena.

Me gustaba esa chica y no solo porque se llamase igual que la protagonista de mi serie favorita, que eso sumaba puntos, parecía sensata y profesional, espero que lo demuestre pronto.

Me pasé todo el camino pensando en cómo arreglar a esas dos parejas de bobos, Irene y Zayn por lo menos habían hablado, y algo es algo, pero Lucia y Harry… esos dos iban a ser más complicados, Lucia es la persona más cabezota que te puedes encontrar y cuando dice que no, la conversación se ha acabado, y Harry… Pobre Harry, lo intenta todo pero nada le funciona, los chicos no lo saben, pero desde que se fueron, Zayn y Harry empezaron a beber, se pasaban noches enteras bebiendo y bebiendo sin parar, me enteré cuando Zayn una noche me llamó llorando diciendo que lo sentía, que sentía todo lo que había hecho y que volviese a casa, se confundió de número, no me lo pensé dos veces y aquella madrugada de martes fui a hablar con ellos y descubrí lo mal que estaba todo, esa casa en la que siempre había música y flores en cada rincón parecía muerta, todas las flores estaban marchitas y la música se había sustituido por un silencio que lo abarcaba todo, parecía que el orden había dejado de importar hacía semanas, y las botellas de alcohol vacías inundaban cada rincón, todos creían que Zayn nunca la buscó, ni la echó de menos, y aunque sabían que no era cierto nunca le vieron sufrir, pero yo estaba ahí cuando tenía esas pesadillas en las que vivía una y otra vez el momento que se fue, se levantaba envuelto en sudor y lágrimas, estaban realmente arrepentidos.

-Lorena… Ey cielo… ¿en qué piensas? ¿Y esas lágrimas?-Dijo Liam secándolas con el reborde de su camisa.

-Nada, no es nada-Dije sonriendo débilmente. No sé qué haría yo sin él, no podría perderle.

-¿Estás segura?-Dijo con tono de preocupación.

-Estoy bien de verdad.-Dije mirándole a los ojos -No me dejes nunca ¿vale?-Pronuncié.

-No lo haré-Dijo besando suavemente mi nariz.

-Hemos llegado-Dijo el chofer.

-Aria, puedes quedarte por aquí con Noah, yo voy con Liam-La dije cuando llegamos al backstage.

-Vale.-Dijo ella.

*Narra Aria*

Me quedé en ese pasillo con el pequeño Noah, que durante el viaje en coche se había quedado dormido y aún no se había despertado.

Me senté en una de las butacas que había en ese pasillo y coloqué el carrito a un lado.

De pronto, Noah empezó a llorar.

-Shhh, Noah, ¿quieres al muñeco?-Dije sacando de la bolsa un peluche en forma de conejo que hacia ruido.

Pero eso pareció hacerle llorar más.

Le cogí en brazos esperando que eso le tranquilizase, pero no había manera.

Abrí la bolsa, y busque dentro de ella, encontré su biberón, con leche tibia en su interior.

-¿Tienes hambre? Si tienes hambre ¿verdad?-Dije probando si la leche estaba lo suficientemente caliente en mi muñeca, por suerte no me haría falta calentarla.

Pero el  niño tampoco tenía hambre y de un manotazo consiguió tirar el biberón al suelo.

Cuando decían que era una fierecilla llorona, no se equivocaban.

-Calma Noah, durmete niño duérmete ya-Empecé a cantar suave, pero parecía que todo lo que hacía lo irritaba todavía más.

-¿Necesitas ayuda?-Dijo un chico alto y rubio.

-No te la voy a negar-Dije sonriente-soy Aria.

-Luke-Se presentó.

-Hola pequeño…Deja de llorar-Dijo intentando sin éxito lo mismo que yo anteriormente.

-No, tiene hambre, no tiene sueño, no le gusta que le cante, tampoco quiere su muñeco…-Dije desesperada.

-¿Has probado con el chupete?-Dijo cogiéndole de dentro del carrito y metiéndosele en la boca.

Pero Noah, reacio a calmarse le escupió, haciendo que impactase en el ojo derecho de  Luke.

-¿Estás bien?-Dije cuando se apartó la mano del ojo.

-Ya sé lo que hacer-Dijo ignorando mi pregunta y saliendo corriendo de allí.

Al cabo de unos minutos volvió con un tarro de miel entre las manos.

Mojó la punta del chupete en el líquido dulce y se le metió en la boca, pero esta vez no le escupió y dejó de llorar.

-Mi madre lo hacía conmigo y con mis hermanos, siempre funciona-Dijo respondiendo a una pregunta que ni siquiera había llegado a formular.

-Déjame ver ese ojo-Dije poniéndome delante de él

*Narra Lucia*

Hacía rato que escuchaba a un bebé llorar, seguro que era Noah, empecé a seguir el sonido de los llantos, hasta uno de los pasillos de Backstage, estaba a punto de doblar la última esquina y el llanto cesó de repente.

- Déjame ver ese ojo-Dijo alguien al otro lado de la pared.

Me asomé para ver lo que pasaba y vi como una zorra, porque no tenía otro nombre, movía la cabeza de un lado a otro mientras besaba a Luke.

-Ese chico al que estas besando es mi novio-Aparecí de repente.

Forgetting youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora