Capítulo 4 - Un diferente Travis y un fuerte brazo de Josh.

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14 de julio de 2014.

Mi cabeza dio vueltas hasta las tres de la mañana. ¿Hola? Josh había echo que mi cabeza estuviera despierta hasta las tantas de la mañana. Quizás estuve esperando a que entrara por la ventana, me dijera que siempre me había querido, y vivieramos felices y creando una familia. Pero eso solamente pasa en las películas y en las novelas.

Sí, uno de mis magnificos dones era ilusionarme con objetivos que nunca se cumplirían. En la vida. Jamás de los jamases. Y gracias a eso, mi corazón se hacía mas pequeño y oscuro.

No pude dormir asi que a las siete y media me levanté. Lía dormía, así que la dejé dormir.

Me vestí rápidamente con una camiseta de tirantes y unos jeans gastados. Me puse las zapatillas y bajé al salón con mucho silencio. Escribí una nota: "Papá he salido ya que no puedo dormir. Fdo: Rose."

Me apetecía correr así que lo hice. Corrí y corrí. Me sentía bien. Pasé por la panadería y me paré para mirar. Pronto abrirían.... Josh estaría ahi dentro... ROSE YA BASTA. No hacía más que repetirme esas palabras a mi misma. Agité la cabeza para sacar aquellos pensamientos y volví a correr. Esta vez en dirección contraria. Corría y corría. Y en unos minutos ya estaba allí, en el bosque.

Gotas de sudor caían por mi frente. Así que como no había nadie me dirigí al lago y allí me desnudé dejando mi ropa sobre una roca y fundí mi cuerpo con el agua.

Todo era calma y paz. Ni un sonido, nada de nada. Hasta que unas pisadas se oyeron muy cerca.

- Mierda... -susurré para mi misma.

Nadé corriendo hacia un lugar más hondo, para que nadie me viera nada. Las pisadas cesaron y esa persona se paró en frente del lago. Joder... Lo que me faltaba.

- ¿Rose? - dijo su firme voz masculina.

- T-Travis... - mis mejillas se sonrojaron. A ver, estoy desnuda en un lago y Travis está en la orilla.

- ¿Qué haces aquí? -una sonrisa se escapó de sus labios y se dio cuenta de que mi ropa estaba en una roca.

- He venido a darme un baño, nada más. ¿Tú? - le mire fijamente y crucé los brazos apoyando las palmas de mis manos en mis hombros. Por si acaso.

- Vengo aquí todos los días... - él no paraba de mirarme y sonrió al notar mi movimiento.

- Me gustaría vestirme - le miré seriamente.

- Vale, vale - rió y levantó sus manos. Él se escondió detrás de un árbol.- ¿Así te vale? -además de eso se tapo los ojos.

- Sí. Y no te muevas. No hasta que yo te diga.

Rápidamente salí del agua, y me vestí. Solo me puse la ropa interior y la camiseta. No quería que se mojaran los pantalones y las piernas me daba igual que me las viera. Lo que me importaba de verdad era la tripa.

- Ya está -dije sin mirar por donde el se había ido y me acerqué al sol para secarme mas rápido.

Note sus pisadas detrás de mi y me giré rápidamente. Me sentía intimidada por su mirada. Me hacía sentirme pequeña, débil. De una forma diferente a la de Josh.

- Pues... No estás nada mal eh. - una sonrisa de medio lado se formó en su cara.

Yo bufé y aparté mi mirada de la suya. Hacía que perdiera la cabeza. No sé como no le había pegado una hostia ya.

- ¿Tengo que darte las gracias? -respiré hondo y me quede enfrenté suya. Me sentia bajita, ya que ante él lo era.

Él soltó una risa pero no respondió. Como ya estaba seca me puse los pantalones y me até las zapatillas.

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