Capítulo 6 - Mi primer magnífico beso.

93 4 0
                                    

17 de julio de 2014

La puerta de nuestra habitación se abrió y como al mínimo sonido siempre me despierto pues lo hice. Abrí los ojos y vi que Josh no estaba, así que supuse que había sido el el que se había ido. Me levanté y me peiné el pelo con las manos antes de salir por la puerta. Iba caminando por el pasillo y un bostezo se me escapó, acto seguido me tapé la boca. Llegué al salón/cocina.

- ¡Buenos días Rose! -dijo Bella, desde la cocina.

- Buenos días, Rose -dijo la grave y ronca voz de Josh, acompañada de una sonrisa y un gran bostezo.

- Josh, espero que la estancia de Rose aquí te enseñe a taparte la boca cuando bostezas -dijo Bella, entre risas.

Los dos reímos y yo fui a ayudar a preparar el desayuno con Bella, pero ella negó mi ayuda así que fui al salón, donde Josh se encontraba sentado en el sofá. Me senté en un sillón pero cuando el me vio señalo el hueco que había a su lado. Me levanté y me senté donde el me indicaba. Puse cara de cansada y volvimos a reír. Él cogió mi mano y acarició la superficie con su pulgar. No dejaba de mirar su dedo. Se sentía tan bien su cálida mano en mi fría mano...

-Tienes las manos frías... -dijo Josh, sin parar de acariciarla.

- Bueno... Ya, siempre las he tenido así...

El subió la mano a la altura de su cara y... y la besó. Sus labios eran muy cálidos, muy carnosos, pero me hacían sentir bien. Un escalofrío me recorrió la espalda. Mi cuerpo se detuvo. Me quedé paralizada. Si esto era lo que me pasaba cuando sus labios tocaban la piel de mi mano... ¿Qué pasaría cuando tocaran mis labios? Pensarlo me produjo otro escalofrío.

- ¡A desayunar!

Los dos nos levantamos. Sus ojos no dejaban de mirar mi cara. Fui rápidamente a la mesa ya que no quería que mis mejillas se sonrojasen.

Tras un buen desayuno, me quedé fregando los platos con Bella.

- Si no te importa, ¿podrías ayudar a Josh en la panadería? Últimamente estoy muy ocupada y...

- Por supuesto, no es problema -sonreí para calmarla.

Me vestí con una camiseta ancha de un grupo de rock que nadie conocía y unos pantalones cortos. Me puse mis chanclas y Josh y yo nos dirigimos a la panadería. No podía llevar a Lía conmigo. Me daba pena dejarla sola, pero no podía hacer otra cosa. Al llegar a la panadería Josh empezó a colocar las cosas en los escaparates y yo me quedé en una esquina sin saber que hacer.

- Toma, coloca esto ahí.

Hice lo que me pidió y en varios minutos la tienda estaba lista. Josh se fue a hornear no antes sin darme un beso en la mejilla, (que se sentía igual de bien que en la mano) y agradecer mi ayuda. El hornearía y yo atendería a los clientes. Eso se me daba bien, además me gustaba conocer gente nueva.

Pasamos las horas, y cuando no había nadie nos sentamos en una mesa y empezamos a comer mis galletas favoritas.

- ¿Te gusta trabajar?

- No, sinceramente prefiero dar paseos con Lía. Pero no está nada mal, Me lo imaginaba peor -reímos a la vez.

- Solo es hasta que te acostumbras...

La gente volvía a entrar y nosotros volvíamos a nuestros puestos. De repente una chica entró. Destacaba ya que su pelo era muy largo y rojo chillón. Llevaba un vestido preciso y al entrar empezó a hablar con Josh mientras yo atendía a los clientes.

- ¡Josh! -su voz era bonita y te transmitía cariño.

- ¡Sam! - los dos se fundieron en un abrazo, por lo que pude ver por el rabillo del ojo.

El Diario De Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora