Club de fans de John Allen

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Podía escucharse a alguien subir las escaleras de los departamentos a una gran velocidad, entre tropiezos y una respiración jadeante, que no podría distinguirse entre emoción o cansancio por correr a toda prisa.

Damon se encontraba viendo el televisor, sin nada bueno en realidad que ver, nada entretenido en ese momento que le gustara, cuando su aburrimiento y tranquilidad de aquel día fueron interrumpidos por el azotón provocado al abrir una puerta violentamente, dejando entrar a cierto chico de lentes y su voz notablemente emocionada.

-¡John Allen va a venir a Londres!- fue lo primero que mencionó éste mismo, agitado, caminando lo más rápido que podía hacia el sofá donde se encontraba acostado su novio, poniéndose de rodillas frente a él, mostrándole aquel flyer mal arrancado de alguna pared de la ciudad.

Y aquí veníamos de nuevo: "John Allen".

Damon tenía ese nombre grabado por todas partes de su cabeza, era imposible no tenerlo cuando Graham lo colocaba junto a la guitarra y el vino cuando hablaba de sus 3 grandes pasiones.
Damon odiaba a John Allen, odiaba el hecho de que para cualquier conversación de música, Graham tuviese que sacarlo a la fuerza. Cuando hablaban de shows, de videos musicales, cuando hablaban de letras, armonía, ritmo, bla bla bla, John Allen siempre aparecía ahí.

Incluso, no podía negar, que se ponía celoso del hecho de que siempre que le preguntaban a Graham en una fiesta o algo desde que estaban saliendo "¿quién es la persona más especial en tu vida?" o "¿cuál es la persona que más te gusta en general?", Albarn siempre escuchaba el mismo nombre que le rompía las ilusiones de ser él la respuesta: JOHN ALLEN.

Damon enmarcó una de sus cejas mientras tomaba entre sus manos aquel anuncio, que marcaba fecha, hora, lugar y precio de los boletos.

-¿No crees que es un poco caro para presentarse en ese lugar...y ser John Allen? –le dijo a Coxon tratando de remarcar su disgusto lo más que pudiese ante su novio.

Graham arrebató de las manos de su pareja aquel anuncio, mirándolo con tal admiración y como si fuera uno de los tesoros más preciados y buscados del mundo...un anuncio robado de una pared de Londres, medio roto.

-No, de hecho es un buen precio... ¡Tenemos que ir Damon! ¡No hay de otra! Anda, ¿cuánto tienes ahorrado? –mencionó el de cabellos castaños.

-Whoa whoa whoa, un momento Grems –interrumpió el rubio tomando asiento correctamente sobre el sillón – ¿No crees que estás exagerando un poco? Me refiero...tenemos renta que pagar, tenemos comida que comprar, tenemos que terminar de pagar todos los gastos de la mudanza y...

-¡Oh vamos! No es mucho en realidad, desperdiciamos el dinero en cosas menos importantes como por ejemplo ese nuevo teclado, Damon, el antiguo aún funcionaba pero ah claro, necesitabas uno nuevo, ¿no?

Bien, era increíble para Albarn que eso se transformara en algo personal tan rápido, me refiero, Graham sabía que la música lo era todo para Damon. Tocar hacía que la estabilidad emocional del rubio cobrara cierto balance, y si bien su teclado viejo aún "funcionaba", tenía fallos en la entrada del eliminador, y las teclas se llegaban a trabar por la mugre que no sabía cómo sacarle.

El rubio suspiró hondo para tratar de acomodar las palabras en una respuesta buena que no sonase tan grosera, porque con éste tema que le terminaba sacando de sus casillas cuando Graham se ponía intenso, hacía lo posible por mantenerse al margen y no sacar algo que terminaría por ofender al de lentes.

-Bien, pero el teclado es algo que uso para escribir música, cosa que algún día podría dejarme dinero, y cosa que te beneficia porque eres mi guitarrista, el teclado es importante porque aparte me ayuda cuando me siento saturado Graham, tienes que entender que hay priorida...

1999 [Gramon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora