Nadie por las calles

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Se escuchaban los gritos entre la urbanidad de Londres de dos muchachos jóvenes la noche del 24 de Diciembre de 1997. Muchas personas atareadas comprando en las tiendas lo que faltaba para mañana, disfrutando del preámbulo navideño, pero eso no impedía a esos dos jóvenes ir ebrios por las calles, riendo tan fuerte y disfrutando la compañía del otro.

-¡Vamos, Damon, el cielo es azul por el reflejo del mar!

-Graham, ¿qué mierda estás diciendo? ¿Es acaso el agua azul?

-. . . ¡Pero si la juntas crea ese reflejo azul que hace que el cielo se vea así!

-¿Y no se te podría ocurrir que el agua es azul porque el cielo es azul y es el reflejo de este?

El chico castaño guardó un momentáneo silencio para estallar en una fuerte y cálida risa.
El frío blanco que acobijaba la urbe londinense no era siquiera suficiente para hacer que los chicos volvieran a su apartamento a pasar la nochebuena con ponche y cálidos viendo películas navideñas, ese no era su estilo.
A pesar de que Jamie pasaría la navidad con su novia del momento, Rita, Alex y Dave estarían con la familia del pelirrojo y la familia de Graham con su hermano (sin contar, que la familia de Damon no era una opción, ya que a pesar de todo, sería incómodo), los chicos se dirigieron al terreno baldío donde habían colocado ya un sillón que habían robado juntos de la basura, a tomar asiento y acabar el licor de ponche de huevo (es decir, aún eran días festivos).

-Y bien, señor Albarn, ¿cómo iremos a pasar ésta Navidad? Si nos quedamos en un solo lugar, y por eso mismo me refiero, aquí, cuando empiece a nevar nos moriremos congelados, y la verdad quiero vivir para la barata de sobras en la panadería del señor Rowan, entonces, soy todo oídos.

-Bien, podríamos ir al departamento a pasar la navidad aburridamente como nos acostumbraron, o...- el rubio se acercó al castaño, dejando pequeños besos en su cuello, provocando risillas del de lentes.- Podemos vagar cual gatos en las calles, digo, es movernos, ¿no? Siempre fuimos felinos de la vida nocturna, ¿no es así, Coxon?

El mayor asintió:
-Nadie está listo para la ira de la dupla más letal de felinos -dio un trago hondo a la botella de licor, ofreciéndosela después a Albarn.- Oí que habrá una función estreno de un musical, que de hecho, graciosamente involucra gatos, es decir, podemos pasar un momento de toda esa rebeldía en el teatro, es importante para el cerebro guardarle un poco de cultura.

-Oh vamos, ya vas a empezar de sabelotodo filosófico profundo...

-Eh, ¡la cultura es algo carente últimamente! ¿Sabes? John Allen hace poco en una entrevista mencionó que el cerebro de la gente va muy decadente cada vez más y...

"Y aquí vamos de nuevo" vino a la mente del menor mientras tomaba un trago de la botella, pero escuchando sonriente al contrario.

*

Una fila afuera del teatro era larga, ¿quién carajos salía en nochebuena a ver un musical? Suponemos que familias un tanto disfuncionales que no quieren hacer cena ni aguantarse, solteros que quieren evitarse el patético ritual de ver "Milagro en la calle 34" mientras ponen al microondas una lasaña congelada, ancianos del asilo a los cuales traen a sacudir un poco esos congelados huesos.
En el gran y brillante cartel se leía "Cats: el musical", con la foto de algún bailarín caracterizado de felino.

-Hay mucha seguridad, Damon...

-Que va, esto no es nada...sé que podemos saltarnos la valla y burlar a la seguridad hasta alguna butaca...si, no hay pierde, pero tenemos que correr a velocidad luz, ¿de acuerdo? Ninguno de los dos puede mirar atrás por el otro y debe confiar en que ambos están corriendo a la par y llegando juntos, Grems, ¿entendido?

1999 [Gramon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora