No soy Min Yoongi | Vhope HopeV

#10 mini especial Yoonmin

—Yoongi están mis padre— murmuró sl menor asustado porque sus padres le vieran.

—me da igual— le besó aún con más pasión. —te voy hacer mío aquí y ahora.— susurró en su oído acariciando todo su abdomen

Lo tomó de la cadera con muchísimo cuidado para penetrarlo en agua sin previó aviso haciendo que el menor soltará un fuerte gemido mezclado con dolor pero que al mismo tiempo le encantaba. Jimin y Yoongi tenían algo de especial y era que ambos amaban el sexo duro, a Jimin le ponía a mil que le penetrara sin avisarlo y más aún si no está lubricado, le encanta esa sensación, adora el sexo duro y fuerte. Ambos chicos se encontraban tran una enormemente roca en la orilla, Jimin estaba a cuatro sobre la orilla mientras Yoongi lo embestía con fuerzas partiéndole así el culo y haciéndolo gemir de placer y dolor, pero como mencioné antes a ambos le gustan, Yoongi tenía el consentimiento de Jimin para hacerle eso, incluso era Jimin el que le pedía a Yoongi que le partiera el cuelo y le azotará.

El mayor cogió al menor de las cadera y le dio fuertes embestidas rápidas dando en lo más profundo de su ano has tocar su próstata. Yoongi abrió su mano entera y la llevo hasta lo glúteos de Jimin dándole una fuerte cachetada, repitió la misma acción una y otra vez hasta dejarle los glúteos bien marcados. El menor comenzó hacer sus gemidos mucho más altos y fuertes anclándose en la arena con los codos y sintiendo sus rodilla caer hasta que terminó corriéndose en la arena. El mayor le dio la vuelta y comenzó a sonreír divertido viendo al mayor exhausto en la arena jadeando.

—bebé aún no he terminado— dijo saliéndose de el con cuidado. —aún no me he corriendo.— enarcó una ceja sentadose en la arena.

Jimin al escucharlo ya sabía lo estaba pidiendo por lo que se acercó a el poniendo la cabeza entre sus piernas y sin avisar introdujo todo el miembro ajeno hasta lo más profundo de su garganta rozándole la campanilla causándole arcadas. Apretó sus labios con cuidado y los pasó por toda su pene erecto, apretando más los labios para hacer que el mayor gimiera de puro placer. Sacó el pene de su boca para ahora llevar a su boca sus testiculos chupando y lamiendo primero uno y luego el otro haciendo que volviera a gemir y para finalizar succionó su glande con fuerzas haciendo que el mayor se corriera en su boca a lo que tragó todo su semen y limpió los restos para tumbarse a su lado.

—no hemos terminado— dijo el mayor jadeando aún y sonriendo.

—¿aún no?— preguntó Jimin mirándolo

—quiero más rondas, móntame— le ordenó.

El menor le hizo caso acercándose a el para montarlo y así siguieron toda la tarde hasta llegar a unas cinco rondas de sexo con posicione diferentes, pues estos chicos eran adictos al sexo.

Lo prometido es deuda, espero que hayan disfrutado.