12.

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—¿Entonces que es un orbital?

—Cinco —respondió el teñido para luego tirarse en su cama y hundir su cara en su almohada.

—Michael el número cinco no tiene nada que ver con la pregunta —contesto Luke, el cual se encontraba sentado en el piso con las piernas cruzadas y su libro de química en estas.

—El cinco siempre la respuesta correcta para todo Luke —dijo el teñido arrastrando las palabras, mientras cerraba los ojos con la intención de dormir.

—Michael....

—Luke llevamos como más de una hora estudiando química, eso ya es mucho para mí —respondió cansado mientras se sentaba en su cama—. Tú también debes estar harto de la química así que ¿porque no te sientas aquí, en mi cómoda cama, y pedimos pizza?

Luke blanqueo los ojos, pero termino haciéndole casa al teñido de todas formas. Dejo el libro en el piso y se sentó al costado de Michael con las piernas cruzadas.

—Haz desinfectado esta cama ¿verdad? —pregunto el rubio.

—Cambie las sabanas ¿eso cuenta? —contesto Michael para despues soltar una pequeña risa, que logro sacar una sonrisa al rubio. Escuchar a Michael reír se había vuelto en una de sus cosas favoritas.

—Supongo que sí, aun así, creo que necesita una limpieza exhaustiva —dijo Luke para despues hacer una mueca de asco.

Michael volvió a reírse, estar con Luke se había vuelto en su actividad favorita desde que se mudó. Había hecho algunos amigos estos últimos días, pero no la pasaba tan bien como con Luke, además, no eran tan lindos en comparación con el rubio.

Aprovecho que Luke se encontraba algo distraído y dejo descansar su cabeza en las piernas del menor. Para despues empezar a acurrucarse como un gato.

—¿Te han dicho que tienes unas piernas realmente cómodas? —pregunto Michael mientras aprovechaba la oportunidad para aspirar el aroma del suéter de Luke. Olía a flores. Michael tenía dos teorías, que la mama de Luke tenía un buen gusto en jabones para la ropa o que Luke usaba perfume para mujeres. Pero apostaba por la segunda.

—No la verdad, gracias por la observación —contesto el rubio—; ¿Te han dicho que a veces te comportas como un gato?

—Meow —Maulló Michael intentando imitar a un gato mientras movía su mano como si fuera a arañar a Luke.

Luke no respondió y tan solo se dedicó a reírse de la mala imitación del teñido. Cuando por fin paro coloco su mano sobre el cabello de Michael, que era realmente suave para su sorpresa, y empezó a acariciarlo y a moverlo en diferentes direcciones.

—¿Usas perfumes de chica? —pregunto Michael medio adormilado. Las caricias de Luke eran realmente delicadas y le provocaban ganas de dormir.

—Uhm ¿Por qué la pregunta? —cuestión el rubio algo divertido al ver a Michael disfrutando sus caricias.

—Es que siempre hueles tan malditamente bien, aunque también puede ser por el jabón que usas ¿es el jabón? —respondió Michael con lo primero que vino a su cabeza. Las caricias de Luke lo estaban haciendo decir estupideces, o eso quería creer.

—Nop —contesto el rubio con una sonrisa—. Es el perfume, el cual si es de chicas – confeso algo avergonzado.

—Pues jamás dejes de usarlo, te hace malditamente irresistible rubio —contesto Michael causando que Luke se riera.

Pasaron su tarde conversando de lo primero que pasara por sus cabezas. Michael logro enterarse que Luke dio su primer beso a los 12 años gracias a un juego, lo cual no era algo que al rubio le gustaba recordar, ya que fue con la chica que se metía el dedo en la nariz. Y Luke, se enteró que la primera vez que Michael se pintó el cabello fue por un reto lo que causo que sus padres casi lo boten de la casa.

Ahora, ambos chicos se encontraban en la puerta de la casa de Michael, Luke tenía que irse porque tenía llegar temprano para cenar con su mamá.

—Supongo que nos vemos en el colegio o en unos minutos por la ventana —dijo Michael con una sonrisa en el rostro. Cada vez que estaba con Luke tenía una sonrisa en su rostro.

—Si supongo, ya que somos algo así como amigos, ¿bajaras tu música para que pueda estudiar?

—No te emociones rubio, el juego aun continua —contesto Michael.

Luke hizo un puchero.

—No me convencerás con eso rubio —agrego Michael para despues reírse.

—Al menos lo intente —dijo Luke para despues morderse su labio.

Por un momento la mirada del rubio se dirigió al cuello del mayor y pudo percatarse de una pequeña marca morada, la cual debía haber sido hecha por aquella chica que había estado en la cama de Michael esta mañana.

—Uh, ¿Qué es eso? —pregunto el rubio con cara de asco señalando al cuello del teñido.

—¿Qué hay ahí? —cuestiono el teñido algo confundido. Era obvio que no recordaba casi nada de la noche anterior.

—Un ¿chupetón?

—Ni siquiera me acuerdo como llego ahí —respondió restándole la importancia.

—Pues es horrible, deberías cubrirlo —sugirió Luke con algo de fastidio.

—Si no te gusta, tú mismo puedes hacerme uno —lo reto el teñido, al notar el fastidio de Luke.

Luke blanqueo los ojos.

—Mejor hare otra cosa —alardeo el rubio, mientras se preguntaba internamente de donde había sacado tanto valor.

—¿Qué co-...?

Las palabras de Michael se quedaron el aire ya que Luke había estrellado sus labios con los de él, dejando un corto y pequeño beso, que ni Michael pudo disfrutar.

—Y-yo me tengo que ir —fue lo último que dijo el rubio para despues salir corriendo en dirección a su casa sin darle a Michael de poder detenerlo.

El mayor lo dejo pasar, ya hablaría con Luke otro día de eso. Despues de todo no lo podría ignorar tanto tiempo.

El juego había empezado, pero ahora no se trataba de tan solo una simple banda.

Silence!➷muke [en pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora