Capítulo 5: ¿Entonces..esto es cariño de un padre?

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Kiria Grimelson
Un mes después.

Ya ha pasado un mes desde que llegué a Berk, he tratado de ganarme la confianza de todos haciendo trabajos de caridad, tengo a los jinetes comiendo de mi mano, aunque realmente son geniales, cada uno de ellos hace que este lugar me guste más cada día..eso es malo.
La única la que no he engañado al cien porciento es a Astrid..es difícil.

Pero a pesar de todo, hay algo que me mortifica cada día..Matar a Hiccup.
No sé por qué mi padre querría su cabeza, el es genial, tan amable y considerado desde el llegue, no puedo creer que sea yo quien deba matarlo.

Y eso es lo que me pasa, pensar en eso me ha hecho que haga cosas torpes, y como me pusieron a ayudar al taller de Bocón, me he quemado las manos al fundir el hierro de Gronckle, me he cortado al momento de sacar filo a las hachas y espaldas, y me machucado al cargar la madera para las catapultas.
Soy un asco en la herrería.
Bocón me ha dicho que debo ser paciente y que hacer esto es un arte..pero que arte más doloroso.

-¡Auch!- nuevamente me he quemado por no sujetar bien el mango de madera. -!Ya estoy harta de esto idiota¡--tome mi hacha y estaba dispuesta a destruir la fundidora, pero cuando iba a golpearla mi mano fue detenida por Bocón.

- Oye oye tranquila, no querrás hacer una explosión con todo ese fuego ardiente y los materiales que tenemos aquí. Anda déjame ver-.

Me quito el hacha de las manos y me sentó en uno de los bancos, el examinó mi mano y vertió un poco de agua helada sobre la quemadura, me sorprendía que el supiera que hacer, normalmente mi padre me hubiera dejado sufrir de dolor hasta que cesará, pero Bocón siempre me ha curado cuando me quemo, corto o aplastó las manos.
Es..lindo que alguien se preocupe por ti.-¿Sigue doliendo?- me preguntó.

-No de hecho creo que el ardor ya se ha ido, gracias-

-Oh no es nada, Hiccup también se lastimaba los primeros días que empezó a trabajar aquí, pero ahora ya es casi mejor que yo. Es un buen muchacho-

-Si que lo es..bueno creo que iré a buscar comida para Esköl, ayer nos tocó hacer guardia y debe estar hambriento- me puse de pie y corrí a la entrada del taller. -!Volveré en unas horas y terminaré el mazo¡- grite y logré ver a Esköl sentado a unos pasos del taller. Me subí en el y acaricie su cabeza.-Bien amigo es ahora o nunca- deje a un lado- deje caer el mandil de mi cintura y casi estábamos por salir de ese pueblo, hasta que la voz de mi.. "Jefe" retumbó en mis oídos.

-¡Kiria aguarda¡- el también había salido con su dragón Gruñón.

-Pero debemos irnos, Esköl se pone de mal humor- Esköl movió un poco su cuerpo haciéndome tambalear, de hecho soy yo la que se enoja si no ha comido.

-Lo se, pero debo ir por un material que se ha acabado, y digamos que Gruñón no es muy rápido pero nos acompañaras y será rápido, andando-.
Antes que pudiera inventar una excusa el había comenzando a iniciar el viaje, si no iba seguramente sospecharía.

-Pff..andando- En fin, he estado tratándo de entrar a las posibles entradas secretas de Berk para mí siguiente informe, pero cada vez que Esköl y yo vamos a ellas, alguien quiere nuestra ayuda y debo seguir dando la cara de la dulce chica..odio este trabajo.

Nos mantuvimos en silencio mientras cada quien tomaba su distancia, era algo incómodo, pero yo realmente me gustaba ese silencio, pero ese silencio fue interrumpido cuando el comenzó a silvar, rodé los ojos y lo escuché hablar.
-Ha esto me recuerda cuando era joven, venía con estoico en busca de aventuras, cuando el no era el jefe..pero mírame ahora, vengo a buscar un raro ingrediente alado de una rara chica-

-¿Rara? Por que todos creen eso-

-No lo sé, tal vez por que no haces nada más que trabajar, estar todo el día en ese muelle y desapareces todo el día-

-¿Acaso tener la privacidad que uno desea es tan malo? No soy alguien que ame estar rodeada de tantas personas ruidosas. Siempre he estado sola- respondí con cierta frialdad.

-Aveces el problema es la privacidad, no dejas que los demás puedan ayudarte, te lo digo por experiencia-.
Sus palabras quedaron atrapadas en mi cabeza, algo dentro de mí sabía que el tenía razón..pero no puedo encariñarme con ningúno..se lo que mi padre hará y si me encariño con alguien de Berk..Yo sufriría al verlo morir.
-!Mira, hay está la isla, gruñón abajo¡-
Se veía tan entusiasmado, ojalá yo pudiera sentir la misma emoción.

-Vamos Esköl, vamos a cuidarle el trasero-.

Me he vuelto a enamorar, pero ¿por que de ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora