"Promesa"

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Lunes
15-febrero-2016.

Fue una mañana muy complicada recuerdo,
Desperté y tome un baño de esos largos,
Meditaba mientras el agua caía en mi frente y sentía mojarse cada parte de mi.

Aún sentía la interminable culpa de haber dañado a mi madre y no poder pedirle perdón,
Creo que muchas veces no vemos lo mucho que vale una persona en nuestra vida hasta que está la deja de tajo.

Salí y me preparo para regresar a clases,
Me habían dicho que podía tomarme la semana, pero ¿qué sentido tenía? No tenía nada que hacer,no quería solo estar recostado en el sofá viendo lo miserable de mi vida.

Elegí una playera gris y unos jeans negros,
Me vestí y salí de casa.

Al salir buscaba a Diane para llevarla al colegio pero no se miraba nadie en su casa,
Al llegar al colegio me sentía como un extraterrestre.

Era como si yo fuera la persona más rara en el mundo,todos me miraban pero nadie decía nada.
En silencio recorrí el pasillo y tome mi lugar.

De pronto sentí una pequeña palmada en mi hombro.

—¡Hola Evan!— Dijo efusiva Diane.

Hola Diane.— respondí.

—¿Que te parece si a la hora de la comida tú y yo, nos escapamos para ir por ahí?— Dijo mientras ponía una sonrisa como de una pequeña niña planeando travesuras.

—¡Atención!—

Interrumpió el maestro Sanders nuestro plan mientas entraba al salón y ponía sus libros en el escritorio para después sentarse.

La clase fluía de manera normal,
Todo como cualquier día.

El reloj a avanzó y llego la hora de la comida, 10:30 AM.
Solo un corto timbre que lo anunciaba.

Yo normalmente usaba ese tiempo para ir a fumar detrás de los baños uno que otro cigarrillo.

Ahí sentados estábamos Diane y yo platicando de todo un poco y riendo de cosas sin mucho sentido.

Evan, tenemos que irnos— exclamó ella.

—¿A donde se supone que iremos?— pregunté.

—Eso no importa Evan, si tú no vas me iré sola.— Dijo mientras levantaba ligeramente las cejas y terminaba su cigarrillo.

Unos segundos después cruzábamos una barda y estábamos de el otro lado que daba a un pequeño bosque.

Mientras caminaba y la escuchaba tararear no podía dejar de verla,no parecía aquella chica que había conocido de forma única.

Después de un par de minutos caminando por fin llegamos, era un gran barranco que a sus pies tenía el lago de la ciudad.

Al mirar abajo todo era agua azul, tan tranquila y en calma.

Yo miraba concentrado casa detalle de ese lugar, tenía tiempo viviendo en la ciudad y nunca lo había visitado.

—¿Como conoces este lugar? Yo nunca había venido— Dije mientras me daba la vuelta para verla detrás de mí.

Ahí estaba ella quitándose el pantalón dejando ver sus piernas blancas y limpias.

Dejó el pantalón en el suelo y se puso de pie, posó sus manos en el borde de su blusa y empezó a levantarla lentamente mientras cada vez más dejaba ver su abdomen tan blanco que parecía brillar con la luz.

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