"Cordura"

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Sábado 30 junio 2016.

Eran casi las ocho de la mañana en punto,
La luz de el sol entraba por una pequeña rendija de mi ventana y caía a lado mío en la cama.
Yo me encontraba dormido con las muñecas cubiertas con vendas y sin playera.
Me encontraba en un sueño profundo.
Un ruido en extremo fuerte me despertó.
Di un pequeño salto en mi cama,
Salí de la cama y abrí la puerta de mi habitación para después salir de ella.

Mientras caminaba por el pasillo seguía escuchando esos ruidos en la parte de abajo,
Eran como pasos combinados con una respiración de alguna bestia.

Al bajar y encontrarme parado en la sala seguí el ruido por el pasillo hasta la cocina,no había nadie ahí.
El ruido se escucho otra vez, esta vez provenía de el pasillo que lleva a la sala.
Me detuve en el pasillo, al final de este estaba la silueta antes mencionada en el campo de entrenamiento de el colegio.
Estaba ahí, amenazante.
Tenía miedo, pero quería llegar al fondo de todo esto.
Lentamente camine hacía ella, era grande y con una postura demoníaca.

No podía verlo por la obscuridad, pero solo la silueta lograba erizarme la piel.

Mientras más cerca estaba de ella sentía que se hacía más pequeña, una vez estando a unos metros esta silueta tenía una estatura como la mía y un aspecto más humano.

Cuando me miro fijamente no podía creer lo que estaba viendo, retrocedí unos pasos asustado.
Frente a mí estaba un joven, era muy parecido a mi, juraría que era yo, pero había algo raro en el.
Su rostro y cuello estaba completamente quemado,su sonrisa tenía cicatrices y sus ojos estaban rojos.
El me miro fijamente y después lazó una sonrisa perturbadora que me hizo sentir un frío en la piel.

Mientras tanto en la casa de Diane ella se encontraba acostada llorando,intentaba conciliar el sueño.
Cosa que no podía desde ya varios días.
La manija de su puerta se abrió lentamente y Frederic entró.

Yo seguía observando a aquella silueta,
Escuche unas risas demoniacas atrás de mi,
Asustado me giré para intentar ver algo y no había nada.
Cuando repare en voltear a ver de nuevo a aquella silueta ella se dirigía corriendo hacia mi.
Saltó sobre mi poniendo sus manos al rededor de mi cuello.

Diane giró su cabeza y observó a Frederic observándola mientras con su mano temblando quitaba sus gafas y relamía sus labios.
Frederic puso su mano sobre la sabana que cubría el cuerpo de Diane, y su respiración comenzó a agitarse.
Los ojos de Diane se tornaron vidriosos y comenzó a temblar de miedo,
Su rostro se puso pálido mientras le suplicaba que por favor no le hiciera nada de nuevo.
Frederic ignorando todo salto ferozmente sobre Diane poniéndole las manos sobre las de ella para inmovilizarla.
Diane comenzó a gritar aterrada intentando liberarse,pero era imposible.
Fue tanto el horror que Diane se orinó encima mientras era espectadora de tan perverso acto.

Puse mi mano en su rostro y pude quitármelo de encima, me levante y corrí a la sala.
Cuando me dirigía a la puerta para salir me derribó por un lado cayendo sobre la mesa, quebrando algunas cosas y tirando otras.
Adolorido me puse de pie, pero él me jaló de la espalda derribándome de nuevo.
Una vez más sobre mi me golpeaba mientras yo intentaba defenderme.
Nos pusimos de pie y lo tome de el pecho empujándole hacia un estante.
Vidrios caían rotos y unos cuantos platos estaban en el suelo.

Mientras peleábamos no dejaba de escuchar repetidas veces aquellas voces gritando lo mismo.

—¡MÁTALO!¡MÁTALO!—

Yo corrí a la puerta y puse mi mano en la manija,
El me tomo de la cintura y me arrojó contra el sillón.
Caí de el otro lado, sobre la mesa de centro,rompiéndola al instante.
El saltó sobre mi.
Rápidamente tomé una madera rota que estaba a mi lado y la puse apuntando a el.
El calló sobre ella encajándola sobre su cuello.
Su boca se abrió frente a mi cara y me miraba fijamente mientras balbuceaba.

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