E V A N

"Adios"

Viernes
12-febrero-2016

Un sonido muy agudo, al parecer una alarma que suena para indicar el cambio de turno en el hospital me despertó.
Mi cuerpo cansado por la noche ahí en esa silla helada me estaba matando, aún así solo podía pensar en aquella chica.

—¿Eres Evan?— preguntó un hombre entre 50 y 55 años

—si,soy yo—  respondí

—No debería darte esta información, pero ella ya despertó y esta estable,débil pero estable.
Más sin embargo me pidió que le dijera a un tal Evan que se fuera de aquí,para que no tuviera problemas con la ley por lo delicado de la situación.
Tengo que pedirte que te vayas Evan— contestó mientras indicaba la salida.

Mientras pensaba en que era cierto, lo delicado de la situación podía ponerme en riesgo con la ley solamente agradecí y salí de ahí,
Empecé a caminar por el asfalto mientras sentía el viento fresco tocando los poros de mi piel.
Los árboles movían sus hojas mientras un silencio matinal inundaba los oídos.

Pisando las pequeñas hojas mojadas que caían de los árboles me dirigía a mi casa, realmente no me quedaba muy lejos de ahí, ventajas de vivir alejado de la gran ciudad.
Al llegar a casa y abrir la puerta fui a la nevera y saque una botella de ron, subí a mi habitación.
Entre trago y trago y la música sonando no supe más de mi.

8:35 PM

Unos murmullos y una luz proveniente a afuera me despiertan.
al mirar la hora en mi teléfono encuentro al rededor de 5 llamadas de mi madre y otras 10 de un número desconocido.
¿Qué sería? ¿Mi madre intentando pelear desde el vuelo en el que estaba trabajando? Afortunadamente no escuche el teléfono, Simplemente no estaba de humor para pelear.
Me levanto mientras pongo las manos en mi cara y camino ya que alguien toca a la puerta.

Cuando abro la puerta encuentro a un hombre delgado con aspecto cuidado y un traje.
—¿Evan Michael Torrance?— preguntó con un tono serio en su voz.

mi mente automáticamente me llevó a esa situación de el medio día con la chica.
Tal vez él sería un policía o algo por el estilo.

—mire señor, yo solo intentaba ayudar a esa chica! Le juro que no supe que estaba pasando....— respondí y mientras aún hablaba el me interrumpió.

—Joven Torrance vengo de American aerolines, hubo un accidente aéreo— hizo una pausa mientras tomaba aire y yo moría por dentro.

—Evan el avión de tu madre cayó a las 9:45 AM, vendremos por usted en la mañana para llevarlo a pasar por el proceso— dijo mientras se retiraba no sin antes darme el pésame.

Yo estaba helado, mi pulso era lento y mis ojos estaban inundados.

¿Qué pasaría conmigo ahora? Se había ido la única persona en el mundo a la que le importaba y que yo había tratado de una forma horrible.
Las lágrimas empezaron a brotar mientras caminaba arrastrando los pies hacia la cocina.
En la barra había una hoja doblada, como si se tratase de una nota,
¿Mamá había regresado a casa después de dejarme en el colegio?
Lentamente abrí la nota y comencé a leer.

"hijo lamentablemente nuestra comunicación se a truncado,
Lamento no poder tener tu confianza ni cariño como al principio pero espero poder recuperar nuestra vieja vida después de esta semana,mi última semana en el trabajo.
E decidido dejar el trabajo y buscar uno no tan agotador que me permita estar más tiempo con lo único que me mantiene con vida, tú mi pequeño Evan.
Prometí cuidarte y eso haré, te amo.
Atentamente :mamá "

No es necesario mencionar que yo estaba agonizando a lágrimas mientras leía cada palabra escrita por mi madre en esa nota,
No paraba de pensar en cada noche y día que ella intentó hablar conmigo y yo solo la evadía,
Cada vez que ella me llamó y no conteste por una u otra razón, como había ocurrido esa mañana.
Mi alma se alejaba de mi cuerpo y solo quería irme a cualquier lugar que pudiera alejarme de toda está realidad.

Intentaba mantenerme fuerte,
Lamentablemente mi corazón estaba echo pedazos.

Como el hombre había indicado estaba al día siguiente en la mañana temprano esperando afuera de casa.

Recorrimos el camino hacia una oficina y después a un panteón a las afueras completamente en silencio.

Mientras toda la ceremonia se llevaba a acabo sentía un hueco en el alma.
Creo que el sepulcro encierra sin saberlo dos corazones en el mismo ataúd.
Ella se había ido, ahora estaría a salvo,
Más sin embargo la verdadera muerte la tenía yo, ahora sin ella.

Cada que recuerdo la manera en la que se fue no hago más que llorar.
Se había ido y no volvería jamás.