La última noche que estuve en el bar me lo pasé genial, además de que me encanta bailar he de reconocer que Kyle es bastante gracioso con sus ocurrencias.
De eso ya habían pasado unos días, estábamos a viernes por la tarde, la gente en el instituto me miraba más de lo normal gracias a la pelea que tuve con Olivia.
Había quedado con Mike esta tarde para hacer el trabajo de historia y después tenía una pelea de la que los gemelos me habían informado a última hora en clase.
Llegué a casa y me cambié de ropa, me hice una coleta alta y cogí las llaves de uno de los coches, ni siquiera me importaba en cual ir, cogí la bolsa con las cosas de boxeo y me puse las gafas.
En el garaje le di al botoncito de la llave y el maletero de mi elegante coche rojo se abrió dejando que yo pudiera meter la pequeña bolsa.
Como era viernes no me tocaba ir a trabajar,pues Sam los viernes si podía quedarse con Sophie.
Llegué a casa de Mike, la casa era un pelín más grande que la mía.
-¡Brown! -dijo Mike al abrir la puerta después de que yo tocara el timbre.-llegas veinte minutos tarde, pensaba que me ibas a dejar plantado- dijo haciendo un puchero.
-Lo siento.-dije rodando los ojos por lo exagerado que estaba siendo.
La casa por dentro tenía algunas partes color crema y otras color café pero no pude disfrutar más la belleza de la casa ya que Mike me arrastró a gran velocidad hasta lo que parecía ser su habitación.
-Bueno empecemos.
Media hora después ya teníamos toda la información que necesitábamos recopilada en bastantes folios y discutíamos sobre si hacerlo en ordenador para exponerlo en clase o un video.
-Yo creo que es mejor el video así no hay que aprenderse este tostón.
-pero sii lo hacemos así nos pondrá menos nota por vagos. -protesté enfadada.
-Y que propones entonces.
-Lo guardamos todo en un pincho y luego lo exponemos en clase.
-Con esto ¿verdad? -dijo señalando los apuntes.
-Por supuesto que no. El propósito de todo esto es que nos ponga la mayor nota posible. Así que te lo tienes que aprender para el martes.
Dejó de protestar y quince minutos después terminamos de pasarlo al ordenador y hacer dos copias de los apuntes para tener una cada uno.Recogí mis cosas y me acompañó hasta la puerta.
-Por cierto, ¿que tal la espalda?
-Bien.
-Es que como el otro día salía tanta sangre y no creo que Olivia tengan tanta fuerza como para hacer algo así.
-Ya estoy bien , así que no le des más vueltas.
Cuando llegué al coche le dije adiós con la mano y me fui directa a la pelea sin saltarme ni un solo semáforo y escuchando a
"the script" a todo volumen.
Cuando llegué dejé el coche en un aparcamiento cerca del local y me cambié de ropa en el asiento de atrás.
Fui caminando tranquilamente, ya que me sobraba tiempo, y cuando estaba a cinco minutos del local me puse el antifaz.
Entré y vi lo normal, gente bebiendo, haciendo apuestas, borrachos, y camareras irritadas a causa de estos.
Pasé sin fijarme en mucho más hasta una sala reservada para mí.
Jake dormía tirado en el suelo y James miraba las apuestas en el portátil.
Me quité el antifaz y me senté sin mucha delicadeza al lado de James y sin querer al bajar los pies le di a Jake.
-Puff, que bruta.- dijo levantándose aún con los ojos cerrados.
-¿Cómo sabías que era yo?
-Eres la única que conozco que no mira antes de sentarse.
-Tienes razón.-dije y me acomodé en lo que quedaba de sillón poniendo la cabeza en la pierna libre de James.
-¿Estás cansada?
-Si, he estado toda la tarde con Mike haciendo el trabajo de historia.
-No me digas que has hecho tú todo.-dijo James interviniendo por primera vez en la conversación.
-En realidad no, pero discutir con él cansa.-dije antes de que llamaran a la puerta. -¿quién? - dije mientras me colocaba el antifaz en su sitio.
-Dentro de cinco minutos tiene que salir al ring. -informó el chico asomando un poco la cabeza entre la puerta y el umbral. Le enseñé mi dedo pulgar y cerró la puerta con cuidado.
Pasaron tres minutos en silencio cuando James dejó de teclear, cerró y apartó el portátil de su pierna. Me obligó a levantarme, a quitarme la chaqueta y envolverme los puños.
Recoloqué por tercera vez el antifaz, y los dos hermanos me dieron un abrazo antes de salir los tres y separarnos.
-HOY EN EL RING TENEMOS A "THE PRINCE" Y "LA BESTIA".-el público empezó a aplaudir, silbar y gritar descontroladamente, consiguiendo que el empieze de la pelea no se distinguiera.
(...)
La pelea fue rápida y sin ningún tipo de trampa o complot contra ninguno de los dos, gané yo y lo celebramos tomando tres CocaColas. Los gemelos hacían chistes y yo les dejaba propina a las pobres camareras que me sonreían al verlo, aunque creo que desde lejos sonreían a alguno de los gemelos. Cuando el antifaz comenzó a molestarme me despedí de mis amigos y me fui directamente a casa. Allí me curé las pocas heridas que me había hecho y me metí a la cama rápidamente.
(...)
Al levantarme me metí en el baño y me quedé dormida durante media hora sentada sobre la tapa del retrete. Y cuando me quise dar cuenta ya era demasiado tarde como para hacer el desayuno debido a que eran las dos y media de la tarde.
Llamé a la puerta de la habitación de mi hermano, quien emitió un sonido de frustración al otro lado. Sin esperar ninguna otra respuesta me adentré en la oscura habitación, me resbalé con un par de zapatos y prendas de ropa pero conseguí llegar hasta la ventana para subir la persiana.
Mi hermano hizo un ruido extraño que se parecía más bien a un quejido que a cualquier otra cosa.
Me tiré encima de él y empecé a desordenar su pelo más de lo que estaba, como respuesta empezó a gruñir de nuevo y a sacudirse. Pero yo era más fuerte y no logró tirarme con que se rindió e intentó volver a dormir conmigo encima.
-Arriba enano tenemos que planificar del todo la fiesta de Kyla.
-¡Es verdad! ¿Cuántos años cumple la enana este año? -le di una pequeña colleja, ¿como se podía olvidar de los años que cumplía una de sus mejores amigas?
- 15 años, retrasado.-digo mientras me levanto y le doy otra colleja.
-¡eh! No hacía falta pegarme.
-deja de quejarte y ayúdame a recoger toda la casa antes de las nueve.
-Pero yo quiero comer.- hace un puchero que da miedo aunque creo que intenta dar pena o algo por el estilo, cosa que no funciona.
-Cuanto antes recojamos, antes comemos.-dije con burla a la vez que se cambiaba de ropa rápidamente y me seguía escaleras abajo.(...)
A las tres y media ya teníamos todo listo, habíamos guardado cualquier cosa que se pudiera romper en el garaje, que permanecería cerrado todo lo que durara la fiesta al igual que las habitaciones del segundo piso. También habíamos despejado la amplia sala de estar y en ese momento nos encontrábamos comiendo unos espaguetis a la carbonara, los favoritos de mi hermano.
Me ayudó a limpiar la cocina y llamé a los gemelos para ir a comprar todo lo necesario para la fiesta.
Después de vestirnos presentables, mis amigos abrieron la puerta y se acomodaron en los sofás con sus respectivos móviles con el ceño fruncido.
-¿Qué pasa?
- Ayer mandamos las invitaciones, pero el número de invitados se ha multiplicado.-Me aclaró James.
-Se ha triplicado.- le corrigió Jake.
-¿Cómo sabéis eso?
-Alguien lo ha colgado en el periódico digital del instituto.-dijeron los dos a la vez.
-Nadie lee el periódico del insti.
-Al parecer eres la única que no lo hace...
-¡Por eso no te enteras de nada! Como cuando Jimmy el de primero acabó en una piscina de pintura verde.- Jake interrumpió a su hermano.- o cuando Liliana Gómez la futbolista de cuarto dejó de jugar por un esguince cuando bailaba en el baile de navidad o como cuando los de segundo hacían cola para meter la cabeza en el váter o...
-Ya me ha quedado claro, no hace falta que sigas.-dije saliendo de casa con los chicos detrás.(...)
Después de un par de horas ya habíamos comprado todo lo necesario para la fiesta. Los gemelos estaban convenciendo a Layla de que se pusiera lo más presentable posible sin que sospechara de la fiesta.
Pasados quince minutos yo había terminado de arreglarme, solo me faltaba el antifaz y volver a despertar a mi hermano que por segunda vez desde que habíamos vuelto se había quedado dormido.
Empezó a sonar el timbre una y otra vez, por más que gritara que iba a ir mientras que buscaba el antifaz por la planta de arriba y cerraba todas las puertas con llave, el timbre no dejaba de sonar.
Cuando abrí la puerta una avalancha de gente, que si no me llego a apartar me aplasta, se hace paso hasta llegar a la sala de estar. Vuelvo a cerrar la puerta, doy un paso para alejarme de esta pero el timbre vuelve a sonar con mas insistencia que antes.
-¡Por Angelina Jolie! ¡que calor hace en esta casa! Papá arreglaría esto en un santiamén. Puff.
Rodé los ojos al escuchar lo que Olivia les decía a sus amigas. Sin reparar en mi presencia entraron las tres como si fueran las reinas del universo.
Dejé la puerta abierta para que la gente pasara sin problemas y fui a esconderme a la cocina.
Estaba comiendo fresas cuando oí la voz de uno de los gemelos gritando sobre todo el ruido, salí de la cocina y agradecí que la puerta se abriera para fuera. No se podía ni respirar, el ambiente era asfixiante, el suelo ya estaba pegajoso y aún no habían pasado ni veinte minutos, luego tendría que limpiar a fondo.
Jake se encontraba gritando con Layla a su lado riéndose por la falta de atención de la muchedumbre hacia él.
-Gracias por todo esto, Peggie.- Susurró o más bien gritó Layla en mi oído cuando llegué a su lado. Asentí con la cabeza y sonreí.
A continuación me subí a una de las mesas de la bebida tomando una botella de Coca-Cola y agitándola.
-¡Eh!- Grité haciéndome oír entre todo el bullicio sin resultado, dejé de agitar la botella y la abrí haciendo que todo el líquido saliera disparado en dirección a los invitados.
Estos empezaron a quejarse a gritos y otros buscaban al culpable de su mala suerte.
Pegué otra voz y el silencio comenzó a hacerse presente.
-Bien, el silencio me encanta. En esta fiesta vamos a tener ciertas normas, primera, el que no felicite a la cumpleañera va a ser muy desgraciado. Segundo, esta es mi casa y se respeta. Tercero, prohibido subir a la segunda planta y tocar mi nevera. Eso es todo y por favor tengo un jardín gigante donde entra más gente que en mi salón. No quiero estar llamando a urgencias por que alguien se ha asfixiado, ¿está claro? Pues... ¡Qué empiece la fiesta!
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La Bestia ¿seguro?
Teen FictionMi madre murió cuando yo tenía solo seis años y mi padre despareció ocho años después de la muerte de esta, cuando yo tenía los catorce. Eso dijo el forense y eso pone en los expedientes. Llevo cuidando a mi hermano tres años, es raro cuidar a tu...